A partir de hoy, una calle céntrica estará cortada por una semana
Las obras incluyen el retiro de los granitullos existentes y reparación de la base para colocar nuevamente el material que se había retirado.
Las obras incluyen el retiro de los granitullos existentes y reparación de la base para colocar nuevamente el material que se había retirado.
“Acá también se pagan los impuestos; nosotros también somos Tandil”, remarcaron los miembros de la comunidad y relataron que, cuando llueva, las calles se vuelven intransitables. “En La Pampa y Labardén tenemos que subir a la plaza para esquivar semejante zanja”, ejemplificaron. En el barrio Uncas también hicieron oír su reiterado reclamo.
El hecho ocurrió en septiembre de 2018, en Cacheuta y Del Libertador. La mujer caminaba con su nieto de 3 años, al que salvó de caer en el enorme pozo. En la maniobra, ella terminó dentro de la zanja sin señalizar, sufriendo lesiones en una muñeca. Los vecinos habían reclamado ante los medios por el peligro en las calles de Las Tunitas. La Justicia falló a su favor y el Municipio concretó el pago por los daños más los honorarios profesionales.
Diferentes cuadrillas de la Dirección General de Vialidad realizaron intervenciones en diferentes sectores de la ciudad.
Es en Picheuta al 0, sobre la intersección con avenida Estrada.
Según Natalia Gervasio, una de las damnificadas, el problema se presenta en el trayecto completo de la calle Suiza, entre la Avenida Don Bosco y el ingreso a la tradicional Reserva, un tramo por demás visitado por turistas. “Se encajan con el auto por los pozos que hay y los vecinos tenemos que ayudarlos a salir”, dijo. “La calle Suiza tiene una base de piedra pero cuando llueve mucho y se desborda un arroyo que pasa por debajo, se llena de tierra que queda depositada”, agregó.
Un grupo de vecinas expuso los diferentes reclamos por el estado de la calle y el pedido al Municipio por soluciones definitivas en la calle Picheuta y Estrada.
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La Dirección General de Vialidad brindó detalles sobre el abordaje que realiza luego de las precipitaciones.
“Cuando llueve tenemos que salir de ojotas y pantalones cortos”, resumió una frentista. El problema y su consiguiente reclamo vecinal, de larga data, fue presentado en varias ocasiones ante el Estado municipal y, si bien en 2018 se logró el asfaltado en la cuadra en cuestión, las dificultades persisten.
Los vecinos habían notificado previamente a Vialidad sobre el pésimo estado del camino.
Las lluvias intensas y los fuertes vientos de los últimos días no hicieron más que empeorar la situación que, según los frentistas, “ya es muy tediosa”. Los damnificados aseguraron que se han presentado diversos petitorios ante el Municipio, pero que aún permanecen sin respuesta.
La comuna puso en funcionamiento dos nuevos camiones.