A diez años del "Ni una menos", el feminismo marchó con el ímpetu de siempre y reclamos a Milei
Como cada 3 de junio, feministas, colectivo LGBTIQ+, disidencias y la sociedad en general marchó por las calles del centro de la ciudad. “Nos queremos vivas y libres, pero nuestra libertad no es la del mercado y sus falsas ofertas”, expresaron mediante un documento con un claro mensaje en contra de las políticas ejercidas por el gobierno de Javier Milei.
El 3 de junio de 2015 las mujeres de todo el país se movilizaron masivamente por el femicidio de Chiara Páez, una joven de 14 años que fue asesinada por su novio en la localidad de Rufino. Desde entonces, en cada 3J se replicó la marcha en cada punto del territorio argentino. En Tandil no fue la excepción y en la jornada de ayer una multitud paralizó la circulación del centro por más de una hora en pedido de igualdad, cese de los femicidios y con críticas a las políticas adoptadas por el Gobierno Nacional.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailUna vez más el escenario para la concentración fue la Plaza Independencia, pero a diferencia de otras movilizaciones el punto de encuentro no fue la Glorieta: en esta ocasión la organización eligió la esquina de Belgrano y Fuerte Independencia. Allí se montó un escenario de un escalón de altura en donde se leyó un comunicado antes de la movilización propiamente dicha.
En ese rincón de la plaza se reunieron integrantes de agrupaciones feministas, del colectivo LGBTIQ+, movimientos políticos y parte de la sociedad en general. También estuvieron presentes funcionarias como Agustina Goñi, directora de Políticas de Género y Diversidad Sexual, María Eugenia Civalleri, subsecretaria de Desarrollo Humano y Hábitat, Lucía González, directora de Discapacidad y Adultos Mayores, y Matilde Vide, directora de Abordaje Territorial.
Entre los manifestantes se sumó la agrupación de Adultos Mayores en Lucha (Amalu) con pancartas alusivas que pedían por “Ni una jubilada menos”. Respecto a esta situación, contaron que en algunos puntos del país habían decidido marchar en la jornada de hoy para acompañar la movilización de todos los miércoles de los jubilados pero en Tandil se decidió marchar ayer y convocar a la tarde de hoy a acompañar la movilización de Amalu.
Una vez leído el documento, el grupo de percusión femenina Frika hizo sonar sus tambores desde la pirámide del centro de la Plaza Independencia para que todos los marchantes se encolumnen detrás de la bandera de “Ni una menos”.
La marcha se movió por Pinto, hasta 9 de Julio, luego dobló en Mitre hasta Rodríguez para volver al punto de encuentro. La movilización se extendió por más de una hora, donde los bombos y redoblantes fueron acompañando los cantos típicos de la marcha los cuales apuntaron en muchas oportunidades al presidente Milei.
“No fue una moda”
La lectura del documento se realizó sobre las tarimas y un micrófono por donde fueron pasando varias oradoras. Rocío Liébana, del colectivo Mala Junta, inició la lectura, luego siguieron Gisela Giamberardino, Paola Caruso, Petra Marzocca y Yanina Venier, quien cerró con la lectura de unas afirmaciones a las que la multitud respondió con un “no hay Ni una menos”.
El documento hizo un breve repaso sobre el inicio de la movilización, allá por 2015. Consideraron que marcaron una irrupción a partir de hablar del patriarcado cuando había una sociedad que, a día de hoy, no le interesa hablar de eso. “Tenemos el compromiso de imaginar unas vidas futuras menos injustas y sin violencias. Y porque no le esquivamos a las urgencias, decidimos interpelar el presente”, aseguraron.
En ese contexto fue que desglosaron el movimiento feminista, señalando que no arrancó recién en 2015: “No fue una moda, es un movimiento que se gesta en las broncas históricas de nuestras ancestras”, comentaron. Anteriormente hubo mujeres que se dispusieron a “entrar en la historia a los codazos” y que se enfrentaron “a un sentido común machista en las propias familias, en grupo de amigos y en ámbitos laborales”.
En varios tramos del discurso se hizo foco en la figura del presidente Javier Milei debido a que hoy el colectivo transfeminista se siente permanentemente atacado por el "neoliberalismo cruel" promovido por el Gobierno Nacional. “Nos queremos vivas y libres. Pero nuestra libertad no es la del mercado y sus falsas ofertas; rechazamos la libertad como trampa que perpetúa desigualdades”, afirmaron.
Al mismo tiempo reivindicaron la libertad de decidir sobre los cuerpos, de desear sin estigmas, de circular sin acosos, de no convivir con agresores, del uso del tiempo y del disfrute, del activismo, del arte, de la crítica a los modelos de vida jerárquicos, opresores y extractivistas de las energías.
“La libertad que buscamos reconoce la urgencia de dar batalla a las desigualdades de género y de ampliar ciudadanía en el goce de derechos para las mujeres y la comunidad LGTBIQ+”, señalaron y afirmaron que cada movilización del 3 de junio es un hecho político que copa las plazas con discusiones enfáticas en búsqueda de un consenso. “Nos organizamos para hacer reclamos y pedir transformaciones en el sistema político, le hablamos al poder judicial, al ejecutivo y al legislativo”, añadieron.
También recordaron que desde el movimiento se abraza a las luchas de las personas con discapacidad, a la defensa de los territorios de pueblos originarios, el pedido de mayor presupuesto para ciencia y tecnología y la lucha en contra del desfinanciamiento a la educación pública en todos sus niveles.
“Celebramos los 20 años de la Campaña por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito y frente al intento de deslegitimar este derecho con el discurso de la culpabilidad por la baja tasa de natalidad volvemos a sostener la búsqueda de maternidades deseadas y posibles. El problema no es el aborto, el problema es el hambre, el no acceso a la vivienda, la desocupación y la precariedad que impiden planificar nuestras vidas y proyectar futuros dignos”, señalaron.