Cardiólogos apuntaron a la prevención de la enfermedad cardiovascular, que causa el 32 por ciento de las muertes
Los cardiólogos Luis Cicco y Patricia Maccarone hicieron hincapié en que, pese a los avances tecnológicos que ofrecen nuevas posibilidades de cura y sobrevida, la prevención sigue siendo el eslabón más débil y a la vez el más necesario, especialmente en la población femenina, históricamente subestimada ante el riesgo cardiovascular.
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Ayer, en el marco del Día Mundial del Corazón, cardiólogos de Tandil recordaron la importancia de la prevención de la patología cardiovascular, ya que el 32 por ciento de las muertes anuales se producen por esta enfermedad.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailEntrevistados por El Eco Multimedios, Luis Cicco y Patricia Maccarone hicieron hincapié en que, pese a los avances tecnológicos que ofrecen nuevas posibilidades de cura y sobrevida, la prevención sigue siendo el eslabón más débil y a la vez el más necesario, especialmente entre la población femenina, históricamente subestimada ante el riesgo cardiovascular. Las cifras, lejos de ser alentadoras, son "más alarmantes" hoy que en el pasado, señalaron los profesionales.
La Federación Argentina de Cardiología (FAC) impulsa la campaña "Cada latido vale", que busca generar conciencia sobre la urgencia de cambiar determinados hábitos de vida.
El médico tandilense Luis Cicco, miembro del Comité de Comunicación pública de la FAC, fue categórico al señalar la magnitud del problema. "La enfermedad cardiovascular es la que más vidas se lleva: el 32% de la humanidad muere de eventos cardiovasculares", aseguró.
Desde la FAC se realizó un llamado a debatir y actuar sobre los factores de riesgo más evidentes: la presión arterial, el colesterol, la diabetes, la mala nutrición y la falta de actividad física.
"Queremos evitar todo aquello que tapa arterias y produce que un corazón sufra lo que se conoce como infarto. Cuando una arteria se tapa, un pedazo de corazón no se irriga y eso es un infarto", explicó Cicco.
Ante todo, la prevención
Para la médica cardióloga Patricia Maccarone, integrante del Comité de Enfermedad Cardiovascular de la Mujer de la FAC, “los números que se están manejando en la actualidad son más alarmantes, a pesar de los avances tecnológicos que hemos tenido”.
“Hoy tenemos otras posibilidades de poder curar al corazón pero todo depende siempre de la prevención", señaló y agregó que prevenir "es algo que nos está costando muchísimo por los cambios de vida que se han generado en estos últimos tiempos: la comida chatarra, el sedentarismo, el estrés, la falta de tiempo, la falta de concientización".
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Otros factores de riesgo específicos incluyen el tabaquismo, el “vapeo” –que según aseguró Maccarone incrementa la mortalidad y "es peor que el cigarrillo"-, el alcoholismo, la falta de sueño y el mal comer por apuro o incluso por comodidad.
La médica utilizó una analogía para explicar la dificultad de la población de adoptar hábitos saludables. "Somos todos un poco hijos el rigor, cuando nos dicen: tenés que colocarte el cinturón de seguridad, lo colocamos. Seguramente al inicio lo hicimos porque, si no, teníamos que pagar alguna boleta o multa, hasta que después entendimos que el cinturón de seguridad tal vez salvaba vidas. Con el corazón pasa exactamente lo mismo".
La meta es internalizar que, al hacer las cosas correctamente, "se puede prevenir un infarto o un ACV", señaló la cardióloga.
Visión integral de la salud
Para lograrlo, Cicco propuso tener una visión integral de la salud, basada en lo que denomina "pilares de la medicina del estilo de vida": la gestión de la emoción, de la nutrición, del sueño, del ejercicio y el "cuidado con el cardiólogo o el médico que hace el seguimiento de salud", enumeró.
Asimismo, el profesional equiparó la salud con una estructura sólida: "La salud es una mesa que se monta en cuatro patas: nutrición, ejercicio, espiritualidad y cuidado médico. Ninguna es la pata fundamental; si le sacás una, la mesa se cae", alertó.
Además, dijo que es crucial tener "hobbies y tiempo para la espiritualidad y para jugar, que no es cosa solamente de chicos", aspectos que -consideró- se pierden en la carrera constante de la vida cotidiana.
Para terminar, y ante el desafío de implementar la prevención en adultos con hábitos ya arraigados, los profesionales apuntaron a comenzar la concientización en edades mucho más tempranas, incluso desde la infancia.
Según la doctora Maccarone, la infantil "es una población que es más ‘esponja’ para la información y para poder generar hábitos mucho más saludables".
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No subestimar el riesgo en las mujeres
Uno de los mensajes tal vez más novedosos en este último Día Mundial del Corazón es la necesidad de concientizar fuertemente a las mujeres, cuya salud cardiovascular –según sostuvo Patricia Maccarone- ha sido históricamente relegada.
La médica cardióloga, integrante del Comité de Enfermedad Cardiovascular de la Mujer, señaló que "la cardiología siempre fue una medicina que mira más hacia el lado masculino, pensando en que la mujer no tenía esa capacidad de enfermarse. Y hoy se sabe que no".
Las estadísticas –aseguró- demuestran el error de esta percepción: "una de cada tres mujeres muere por enfermedad cardiovascular", advirtió. Y agregó que, de hecho, “la enfermedad cardiovascular está por encima de la mortalidad por enfermedad oncológica en la mujer”.
A pesar de estas cifras, la concientización es llamativamente baja: "La mujer muchas veces desconoce estos datos, entonces no se realiza la misma cantidad de controles que se realiza anualmente con el ginecólogo", manifestó.
A esta falta de autoconciencia se suma un problema por parte del sistema de salud. "Los médicos en muchas oportunidades subestiman a la mujer porque ven como que no tienen la posibilidad de tener un infarto o alguna enfermedad cardíaca. Esta combinación es lo que estamos intentando cambiar", destacó.
Para la profesional, la prevención en la mujer debe ser aún más minuciosa, ya que existen "factores de riesgo que son propios de la mujer a lo largo de la vida".
En este punto, destacó dos situaciones críticas que ocurren durante el embarazo: la hipertensión y la diabetes gestacional. Estos no son riesgos pasajeros -alertó-; son factores “muy importantes, que deben no solamente tratarse durante ese período, sino que tienen que tener un seguimiento posterior y a lo largo de toda la vid ".
"Porque está más que demostrado que estas pacientes tienen mayor incidencia de enfermedad cardiovascular", completó.
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