Creció la demanda en el sector metalmecánico pero preocupa el colapso mundial de la logística
El empresario Marcelo Porreca señaló que la actividad evidencia un movimiento “importante” y con proyección de pedidos. Fundalum, empresa que dirige, exporta el 80 por ciento de la producción. Más allá de los vaivenes económicos, sostuvo que tienen problemas con el colapso mundial de la logística, por la falta de contenedores y barcos. Cuestionó las debilidades de las cámaras e instituciones para dar respuestas a problemas comunes de las firmas del rubro.

La industria metalmecánica local atraviesa un buen momento, luego de años de crisis. Sin embargo, a los problemas diarios de gestión de las firmas, ahora se suman los problemas por el colapso internacional de la logística, que provoca falta de contenedores y de barcos para sacar la mercadería del país y cumplir con los clientes.
En diálogo con “Cosas que pasan” (104.1 Tandil FM de El Eco Multimedios), Marcelo Porreca, socio gerente de Fundalum, expuso que “en el sector metalmecánico estamos viendo una actividad importante y con una proyección de pedidos importante”.
Y refirió que la semana pasada celebraron una reunión con colegas y dirigentes de Adimra, donde “había cierta coincidencia en cuanto a la actividad. Está pasando algo muy particular que es que a través de esta supuesta superación de la pandemia, el mundo comenzó a funcionar y hay cierto colapso en todo lo que es logística, y necesidades de distintos productos”.
En el caso de Fundalum, indicó que exportan el 80 por ciento de la producción, por lo cual “todos los meses sacamos un embarque y estamos notando que pedidos que hemos sacado a fines de julio todavía están dando vueltas o en puertos, o en distintos lugares, porque está colapsado. No hay contenedores, no hay barcos”.
Si bien en principio el equipo de la firma local pensaba que podía tratarse de una situación particular de la región o del país, pudo corroborar que se trata de un problema mundial, “a partir de que se está moviendo todo en forma muy rápida, todo ahora”.
En principio, la capacidad logística se mantuvo en niveles similares a los de la prepandemia. “Lo que pasa es que el parate que hubo, entendemos nosotros y por el relevamiento que hicimos, al mover la rueda todo de golpe, evidentemente no alcanzan ni los contenedores, ni los barcos”, explicó Porreca.
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Agregó que “a nosotros es la primera vez que nos pasa que a fines de septiembre teníamos que sacar el permiso de embarque, que te dan una fecha, lo llevás al puerto, consolidás, sube al barco y sale. Hoy no nos están dando la fecha todavía para poder entrar nuestra mercadería al barco. Y el embarque que mandamos el mes anterior todavía está en el puerto acá, del país. Recién hoy nos avisaron que el barco que iba a venir no va a venir. Hay una cosa extraordinaria en ese sentido, de que ha colapsado”.
En simultáneo, afirmó que “particularmente nosotros seguimos recibiendo pedidos de piezas, necesidades a futuro, pero está esa particularidad en cuanto a la logística. Es algo que lo estamos viendo y lo estamos notando en distintos sectores”.
El empresario aclaró que la alternativa al barco es el transporte aéreo. “Ya hemos recurrido a eso cuando hay una necesidad expresa de una pieza particular”, aseveró y agregó que “hemos mandado embarques completos que han salido por avión, lo que pasa que los costos se multiplican exponencialmente. Llegado el caso, tenés que responder de eso”.
En esa línea, evaluó que “la diferencia que hacés para entrar en un mercado de exportación a Europa y demás, es el tema del valor, del servicio y ciertas cuestiones que hacen que puedas posicionarte. Ahora, cuando pasan este tipo de cosas, donde estás atado por un tema de logística, de despacho, de aduana, de barcos, temas que uno no puede manejar, ahí las limitaciones son mucho más cortitas”.
Apostar, pese a todo
Marcelo Porreca anticipó que desde Fundalum “estamos apostando al crecimiento, al desafío que nos están planteando desde el mercado exterior, y nos metimos en un proyecto de inversión, en maquinaria, en horno, que es bastante importante para nosotros”.
Como contrapartida, reconoció que “es tan volátil en este país y todo que asumís un riesgo, pero bueno, en principio es lo único que sabemos hacer y jugamos a eso, estamos apostando a eso”.
En cuanto a la demanda, señaló que se potenciaron los pedidos del exterior de los productos que ya elaboraban, que son piezas en acero para válvulas. “Si antes nos pedían un embarque de 500 piezas, ahora nos dicen que son mil piezas y en la estructura que tenemos, en ese tipo de piezas cuesta reaccionar a eso. Por ahí en otro sector o en otra parte del mundo se puede reaccionar, y más sobre la carga de trabajo que tenés, que tenés que equilibrar el mercado interno, tenés otros compromisos con otros clientes y demás. Entonces por un lado, no querés perder esa oportunidad y por otro lado, tenés que responder”, describió.
Las instituciones y cámaras no dan respuestas ante problemas comunes
En otro tramo de la entrevista, Marcelo Porreca manifestó que los empresarios “hoy por hoy dependemos cada vez menos de los funcionarios, porque no hay mucha respuesta. Entonces, cada vez dependemos más de la gestión individual, particular. Este tema también se discutió el otro día con la gente de Adimra, que uno medianamente planteaba. Cuando una institución no funciona del todo, o desaparece, o crean otra institución”.
En cuanto a la industria metalmecánica, cuestionó que “empezás a repasar todas las instituciones que hay, desde el Municipio que tiene su división de industria –entre comillas-, Pequeña y Mediana Empresa, Cámara Empresaria; después vas a Adimra, que tiene su punto acá en Tandil; vas a nivel provincial y hay no sé cuántas cámaras; también adentro de Adimra hay no sé cuántas cámaras donde uno se va anotando, y no conseguís nada. Te vienen a preguntar qué necesitás, cómo estás y todo, y no se resuelve nada. Entonces, terminás gestionando vos de forma individual, o cada uno de los empresarios, y resolviendo individualmente. Eso es un poco lo que uno vive, siente y experimenta a diario”.
Desde su óptica, consideró que “hay situaciones comunes a distintas empresas que se pueden gestionar. Vos tenés un problema puntual, vas a la institución, te escuchan y todo, pero al momento de gestionar te dicen ‘tenés que hacer esto, tenés que hacer lo otro’, y lo tenés que terminar haciendo vos”.
El caso del acero
Para dar un ejemplo, mencionó que son parte de la Cámara de Fundidores de la República Argentina, donde planteó el inconveniente que se le presenta a Fundalum para conseguir chatarra de acero inoxidable para hacer las piezas destinadas al mercado externo. Agregó que está prohibida la exportación de ese insumo, sin embargo “hoy no estamos pudiendo conseguir chatarra de acero inoxidable, habiendo una ley, porque se contrabandea. Se va por bolsones, por camiones vía Paraguay. Nosotros lo tenemos detectado. Denunciamos, le dijimos a la cámara ‘gestioname esto porque sabemos que está pasando’ y me mandan a mí a hacer la denuncia. El Estado tampoco responde, y entonces gastás tiempo en usar la institución y decís lo tengo que resolver yo porque esto no va”.
Como conclusión, sumó que “hay temas puntuales que son críticos a la ampliación de mercados; a conseguir clientes; a conseguir interacción en los distintos procesos productivos que te puedas complementar con un colega y demás para expandirte. Ese tipo de cuestiones, que entiendo que tanto las instituciones, como a nivel municipal, provincial y todo lo pueden hacer, yo no lo veo”.