La paz interior también cambia el mundo
Guillermo Agustín Valetutto tiene 43 años, es instructor de yoga y de meditación, y fundador de la ONG Paz Interior Tandil. “Hoy la humanidad necesita frenar, escucharse y volver al centro interior”, expresó.
:format(webp):quality(40)/https://cdn.eleco.com.ar/media/2025/12/guillermo_valetutto.jpeg)
Por María Sol Pérez Díaz (*)
Recibí las noticias en tu email
Accedé a las últimas noticias desde tu emailEn una casa de Tandil, donde el silencio parece tener sonido, Guillermo Agustín Valetutto habla despacio, como si cada palabra fuera una semilla. Lleva más de una década acompañando a personas y comunidades a reconectarse con su esencia.
Su mensaje es claro: la transformación social comienza por el autoconocimiento. Y su vida entera se convirtió en testimonio de esa búsqueda.
El llamado interior
-¿Cómo comenzó tu camino espiritual?
-Desde muy joven sentía que algo no encajaba. Me costaba mucho integrarme con mis pares. Tenía ataques de pánico, miedo, ansiedad. A los 17 años, descubrí la meditación y el reiki, y ahí empezó todo. Estudié psicología en Mar del Plata buscando respuestas, pero entendí que mi búsqueda era más profunda. Empecé a asistir a talleres de metafísica y yoga, así conocí la cocreación que es una herramienta que utiliza la palabra para manifestar la realidad. Esto me fue llevando a mi misión de vida. Así fue como escribí mi primer decreto, que me marcó para siempre: ‘Cumplir mi misión, sea la que sea’. Lo empecé a repetir todos los días. Sin saberlo, esa afirmación me fue guiando cada paso.
-¿Hubo un momento que te cambió la mirada?
-Sí. Conocer a mi maestra de eutonía de la voz, Alejandra Mosquera, fue clave. Me ayudó a liberar mi voz y con ella, mi identidad. Después vinieron los viajes: Estados Unidos, Nueva Zelanda y, sobre todo, India. Allí entendí que la espiritualidad no es una práctica, sino una forma de vivir. En India estudié Nada Yoga, el yoga del sonido, y descubrí cómo la vibración puede sanar tanto el cuerpo como la conciencia.
-Tu camino está muy ligado al sonido, ¿qué representa para vos cantar mantras?
-El sonido es medicina. Así como el agua limpia el cuerpo, el sonido limpia la mente. Cuando cantamos mantras, purificamos pensamientos y emociones. Pero lo más poderoso ocurre cuando lo hacemos en grupo: muchas voces unidas crean una frecuencia de armonía que trasciende lo musical. En esos momentos, se siente una fuerza que no viene de uno, sino del alma colectiva.
El camino del yoga
-¿Qué lugar ocupa el yoga en tu vida?
-El yoga es unión. No solo entre cuerpo y mente, sino entre todas las partes del ser. Lo descubrí profundamente al leer Autobiografía de un yogui, de Paramahansa Yogananda. Desde entonces practico Kriya Yoga, que enseña a llevar la conciencia a la acción. El yoga no termina en la esterilla; empieza ahí y se extiende a cómo mirás, cómo hablás, cómo amás.
-Y el dharma, ¿cómo se relaciona con eso?
-El dharma es el orden natural, el movimiento del amor manifestado. Todo en la naturaleza está en equilibrio, salvo la mente humana, que se ha desviado. Practicar yoga y meditación nos ayuda a volver a ese fluir. Cuando vivís en tu dharma, todo encuentra su lugar. Las cosas dejan de ser una lucha y se vuelven servicio.
Sembrar paz
-¿Cómo nació la ONG Paz Interior Tandil?
-De un impulso genuino de servir. Durante años di reiki y meditaciones voluntarias, hasta que entendimos que era hora de formalizarlo. Así nació la ONG, con el propósito de acompañar a las personas a reconectarse con su paz interior. Hoy somos un equipo de voluntarios que trabajamos para expandir bienestar, conciencia y unión.
-¿Qué actividades realizan?
-Meditaciones abiertas, reiki grupal, yoga, canto y arte terapéutico. El arte también sana: cantar, danzar, crear. Organizamos Tandil Medita, un encuentro donde más de 800 personas meditan juntas por la paz. Cuando tanta gente vibra en la misma frecuencia, algo cambia en la ciudad. La energía se siente, y eso deja huella. Cuando tantas personas meditan juntas, algo se transforma, no solo en el aire, sino en la conciencia colectiva.
Pero más allá de lo espiritual y lo terapéutico, hay algo que para mí es fundamental: la dimensión social del trabajo que hacemos. Desde los comienzos, entendimos que toda ONG tiene que tener un servicio hacia la comunidad, y eso en Paz Interior se vive día a día.
Tandil Medita es un claro ejemplo, en cada evento realizamos campañas de recolección de alimentos no perecederos, que luego entregamos a través de Red Solidaria, con quienes articulamos para que la ayuda llegue a quienes más lo necesitan.
También trabajamos en los barrios de Tandil, llevando actividades y espacios de encuentro. Hemos ido, por ejemplo, a acompañar celebraciones del Día del Niño, llevando propuestas, juegos, meditación y reiki para los chicos y las familias. Son momentos muy lindos, donde se genera un vínculo genuino con la comunidad.
Además, la ONG tiene una estructura abierta: si un asociado que vive o trabaja en un barrio o en un comedor comunitario presenta una propuesta, por ejemplo: llevar una meditación y una chocolatada al barrio La Movediza, se convoca la reunión, se pregunta quiénes quieren sumarse y vamos. Siempre hay alguien dispuesto.
En el grupo hay muchos trabajadores sociales y voluntarios comprometidos con lo comunitario, y esa faceta va a seguir creciendo cada vez más. Sentimos que es un momento de expansión hacia lo social, de llevar estas herramientas de autoconocimiento y bienestar a lugares donde realmente se necesitan.
De lo individual a lo colectivo
-¿Qué buscan las personas que llegan a estos espacios?
-Al principio, alivio: menos estrés, más calma. Pero cuando conectan con su esencia, descubren algo más profundo: el deseo de servir. Parte del camino espiritual es pasar del yo al nosotros. Cuando uno sirve, sana. El servicio te saca del ego y te recuerda que vinimos a compartir, no a competir.
-¿Creés que estas prácticas pueden transformar la sociedad?
-Sin duda. Cuando una persona eleva su conciencia, transforma su entorno. Si el 1 por ciento de una comunidad vibra en paz, todo el sistema cambia. No es teoría, se siente. Por eso siempre repito: la sociedad del futuro se construye desde adentro. La paz interior es el inicio de una nueva humanidad.
Propósitos
-¿Hacia dónde te lleva hoy tu búsqueda?
-Hacia la naturaleza. Siento que el próximo paso es volver a la tierra, convivir con ella, aprender su ritmo. Sueño con crear un espacio donde podamos meditar, cultivar, enseñar y vivir en coherencia con lo esencial. La naturaleza nos enseña sin palabras: es silencio, es verdad. Ese es el futuro que imagino, y también el presente que intento habitar.
-Si tuvieras que resumir tu propósito en una frase, ¿cuál sería?
-Ser un instrumento de paz. Donde esté, irradiar paz. Y si la pierdo, retirarme a buscarla. Porque la verdadera revolución comienza ahí, en el silencio interior. Creo que todos vinimos a recordar eso: que el cambio del mundo comienza en el interior.
(*) Esta entrevista fue realizada en el marco de la materia Práctica Profesional 1 de la Tecnicatura en Comunicación Social del ISFDYT 10 de Tandil, bajo la tutela de la profesora Carolina Cordi.
Más de 143 años escribiendo la historia de Tandil