Las bicicletas públicas siguen "olvidadas" y no hay certezas para sumarlas al transporte urbano
Los rodados donados hace más de siete años por un banco continúan acumulando polvo en un depósito municipal, sin definiciones sobre su uso. El sistema SUBE no abarca este tipo de movilidad y la oposición observó que no hay voluntad política de incorporar este medio de transporte sustentable.

Las últimas novedades en torno al inminente traspaso a SUBE y el nuevo pliego licitatorio para concesionar el transporte público, volvieron a poner e agenda la problemática de la movilidad urbana que atraviesa la ciudad.
Recibí las noticias en tu email
Accedé a las últimas noticias desde tu emailMientras en el Ejecutivo nacional y local se dirimen, respectivamente, ambas cuestiones, las olvidadas bicicletas donadas por el Banco Macro en 2014 siguen sin encontrar su lugar.
Esas bicicletas, en rigor, forman parte del programa SUMO que se inició en 2014, pero nunca fueron puestas a disposición del público.
En tanto, el Sistema Único de Boleto Electrónico (SUBE) no contempla esta posibilidad y por este motivo la incorporación de los rodados quedará por fuera de esta política pública.
Las 200 bicicletas entregadas en su momento por la entidad financiera “duermen” desde hace más de siete años en la Dirección de Servicios Municipal. En 2018 la oposición denunció que varias de ellas desaparecieron, aunque nunca se informó debidamente quiénes fueron los responsables o qué pasó con los rodados faltantes.
Asimismo, en agosto del año pasado, el Gobierno comunal informó que había iniciado gestiones ante el Ministerio de Transporte nacional para crear 15 estaciones en diferentes zonas de la ciudad, con unas 300 bicicletas -de las cuales hay poco menos de 200- que sería compatible con la tarjeta SUMO y otros medios de pago electrónico.
En ese entonces, las autoridades comunales señalaron que "las tratativas ante el Ministerio de Transporte avanzan de muy buena manera y que posiblemente en algunas semanas se alcance la aprobación final para poder firmar el convenio", pero nunca hubo avances al respecto.
Movilidad integral
Por otro lado, el cuerpo Legislativo debe debatir este año el nuevo pliego licitatorio para volver a concesionar el servicio de transporte urbano de pasajeros, que rige desde 2010 y fue prorrogado numerosas veces en el marco de la pandemia de Covid-19.
Este proyecto podría tener una mirada integral sobre la movilidad urbana que contemple el uso de bicicletas públicas para reducir la circulación vehicular, entre otros beneficios de este medio de locomoción.
Pero aún se aguardan certezas sobre el pliego de bases y condiciones que deberá elevar el Ejecutivo al Concejo Deliberante con la propuesta para el funcionamiento de la próxima década.
Consultadas sobre el tema, fuentes del cuerpo de concejales opositores explicaron que la comuna por fin dio el primer paso elevando el pedido formal para implementar el sistema SUBE, pero que no hay precisiones acerca del nuevo pliego que, sin dudas, deberá encuadrarse en el esquema federal.
En tanto, los ediles observaron que la nueva concesión podría contemplar “como una cuestión integral” el tema de las bicicletas, pero subrayaron que no hay voluntad política de hacer algo en esta dirección.
Falta de voluntad política
En este sentido, recordaron que Tandil no mostró interés en adherir a la Ley provincial de Movilidad Sustentable que busca fomentar el uso de la bicicleta como medio de transporte en la provincia de Buenos Aires, promulgada el mes pasado.
“Es un tema que el oficialismo tiene obturado, no tienen una respuesta y no hay gran voluntad. No hay políticas públicas sobre el tema y no presentaron todavía el pliego licitatorio, la cuestión del transporte viene muy atrasada, recién esta semana se va a votar el proyecto del Observatorio Vial", refirieron las fuentes.
Por otra parte, en 2021, durante la campaña que lo llevó al recinto Legislativo, el actual concejal del bloque PRO-MID, Juan Manazzoni, propuso generar estaciones de bicicletas públicas y también generar los espacios para la movilidad a través de la existencia de una red de ciclovías, una iniciativa que no se ha materializado todavía.
En tanto, el eventual traspaso a SUBE y la nueva concesión del servicio público de pasajeros se presentan como una oportunidad única para incorporar una visión actualizada sobre lo que debe ser un sistema integral de movilidad urbana, que eficientice la trazabilidad de los colectivos y disponga de otras opciones de transporte, de cara al tan promocionado Tandil del Bicentenario.
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