Todo aquel que encuentre un enjambre de abejas en Tandil, no tiene que arrojarle agua, ni intentar prenderlo fuego, ni mucho menos temer, ya que existe un grupo de apicultores que puede acudir en su ayuda. Se trata de Los Caza Enjambres, productores de miel de la ciudad que –ad honorem-, asisten al llamado de vecinos e instituciones de la ciudad y no solo retiran los insectos sino que, en la mayor parte de los casos, los recuperan para sus propias colmenas.

El Eco de Tandil estuvo con Guillermo Corbetta y Jorge Amores, dos de los apicultores que forman parte del equipo que articula con la Dirección de Bromatología y el área de Parques y Paseos para asistir a vecinos y vecinas sorprendidos por enjambres de abejas. Además de contar sobre su trabajo y su equipamiento, mostraron una de las colmenas que lograron rescatar, la cual ya produce miel.

“Nos hemos denominado Los Caza Enjambres, y somos apicultores que nos agrupamos en función de una demanda que surgía anualmente en Tandil, la aparición de enjambres en diferentes puntos de la ciudad, enjambres de abejas que no siendo bien atendidos pueden ser peligrosos para la población”, transmitió Corbetta. Si bien se trata de una labor habitual para los productores o personas vinculadas a las abejas, a partir de constantes consultas de parte de vecinos y contactos con los organismos municipales, conformaron un grupo de WhatsApp con el cual se organizaron para brindar asistencia “si no es en el día, al siguiente”.

Recuperar los enjambres

Un enjambre de abejas puede atemorizar a muchas personas que no tengan vínculo cotidiano con los insectos, pero los apicultores conocen bien que se producen en particular durante los meses de primavera, cuando una colmena ya no cuenta con más espacio. Las abejas generan una nueva reina, y la anterior se traslada junto a más de la mitad de su colonia a un espacio, que puede ser un hueco de un árbol, o el rincón de una ventana de cualquier vecino.

Los lugares en los que los Caza Enjambres tuvieron que intervenir han sido de lo más variados. Fueron llamados para sacar un grupo de abejas que se había instalado en una ventana del segundo piso del Hospital Municipal, pero también otros presentes en el interior de paredes gigantes, o del espacio entre una ventana y las persianas de una casa rural en desuso.

Más allá de la complejidad de cada caso, los apicultores acudieron siempre con sus trajes especiales, sus ahumadores y las colmenas que se convirtieron en el nuevo hogar de las abejas. “Se hacen esas bolas de abejas, y si es en una rama, nosotros ponemos la colmena por debajo, sacudimos y tratamos de que caiga la reina, porque las abejas se quedan en el lugar en el que está”, explicaron con naturalidad, aunque su trabajo no es para cualquiera.

El humo ayuda a los Caza Enjambres a que las abejas no dejen la nueva colmena, y para que tampoco retornen –atraídas por su olor-, adonde se ubicaba la reina. “Las abejas tienen el buche lleno de miel, y en estado de enjambre no es agresiva, porque le cuesta doblarse. Además, las abejas que más se trabaja en la zona es la italiana, que es mansa”, señalaron.

“El objetivo primordial del grupo es sacarle el problema a la gente, y el segundo tratar de capturar ese enjambre porque con un adecuado manejo podemos transformarlo en una colmena productiva. El beneficio es haber terminado un problema, y tener una nueva colmena para producir”, sumaron.

Los vecinos que quieran contactarse con el grupo pueden hacerlo comunicándose al teléfono de la Dirección de Bromatología, 0249 443-2079. Los datos que los apicultores requieren para trasladarse a atender un caso son la ubicación geográfica del enjambre, una foto o video del mismo, y un número de contacto de una persona responsable del lugar.

La primavera ya casi está terminando pero –cambio climático mediante-, los casos de conformación de enjambres suelen registrarse también en otras estaciones. Más allá de la impresión por ver una “bola de abejas” en algún lugar de la casa, los vecinos y vecinas no deben temer, porque los Caza Enjambres pueden acudir en su rescate.

Sobre el autor

Juan Manuel Artero

Redactor El Eco de Tandil