Más de mil vecinos marcharon con el pedido de justicia por el asesinato de Milagros Quenaipe
En la tarde de ayer una multitud de tandilenses se congregó en la esquina de Rodríguez y España y marchó hasta el Municipio de Tandil para reclamar justicia por Milagros Quenaipe, la joven de 18 años que fue asesinada el domingo pasado. “Vamos a luchar para que se haga justicia por Mili”, aseguró César, el padre de la víctima.

Una vez más la esquina de Rodríguez y España fue el centro de convocatoria a una marcha para pedir justicia por la muerte de un joven tandilense. Así como hace algunas semanas fueron los amigos, familiares y vecinos de Iván González los que se juntaron en dicha intersección, en la tarde de ayer la convocatoria tuvo la consigna de pedir justicia por Milagros Quenaipe, la adolescente ultimada el pasado domingo en un hecho que la justicia busca esclarecer.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailEl pedido fue contundente. Una multitud llegó hasta el punto de encuentro y colmó toda la esquina. A pocos metros se encontraban en estiradas en el piso las dos banderas que iban a encabezar el recorrido. Una decía “Justicia X Mili”. en letras negras y rojas, y la otra “Justicia por Milagros”, acompañada de las imágenes de la adolescente.
Con suma puntualidad, minutos antes de las 18 ya estaban todos posicionados para caminar hasta el Municipio de Tandil. Al mismo tiempo seguían sumándose vecinos que fueron convocados por la consigna que, además pedir justicia por Milagros, también invitaba a protestar por la inseguridad.
César Quenaipe, papá de Milagros, se paró delante de la columna y con un megáfono exclamó: “Gracias por este acompañamiento a pedir justicia por mi hija, hoy le estamos haciendo honor a una vecina de Tandil. Por una desgracia estamos todos acá, pero vamos a luchar para que se haga justicia por Mili y por todas las víctimas de la inseguridad”.
Instantes después, en diálogo con El Eco de Tandil, César expresó gratitud por el impactante acompañamiento en un momento tan duro. “Hace seis días que estamos en una pesadilla que todavía no he caído”, aseguró y luego volvió a hacer hincapié de separar la política de la movilización: “No es político. Esto se tiene que hacer cargo el que esté presente, sin importar del partido que sea”.
Una marcha que no paró de crecer
Con un grito de “Justicia por Mili”, la columna inició su recorrido hasta el Municipio. Con un ritmo alto, rápidamente los vecinos comenzaron a desplegarse por Rodríguez superando más de una cuadra de extensión, incluso llegando a una cuadra y media y con poca separación entre los manifestantes producto de la velocidad de la caminata.
A lo largo de las más de seis cuadras, se desplegaron diversos carteles con el pedido de justicia como principal consigna. Incluso muchos con un mensaje más contundente pidiendo la pena de muerte para Wilson Sánchez, quien es el único aprehendido y principal acusado como autor del asesinato de Milagros.
“Marchamos para que el grito no se calle”, “Quiero salir de casa sabiendo que voy a volver”, “La seguridad no es un lujo, es un derecho” o “Sin justicia, Mili no descansa en paz”, fueron algunos de los mensaje expresados en los carteles por los vecinos y principalmente amigos de Quenaipe. Muchos de esos carteles se confeccionaron en la tarde del viernes en un acto que llenó de emoción a César.
Mientras la columna transitaba por Rodríguez no hubo comerciante que no saliera a la puerta de su negocio y se sume con aplausos. Incluso en algunos locales se pudo ver carteles que apoyaban el pedido de justicia. Al mismo tiempo, otros ciudadanos que se encontraban haciendo compras, esperando el colectivo o simplemente paseando, frenaron su marcha y acompañaron con palmas la movilización.
La manifestación tardó poco más de 20 minutos en arribar hasta el Municipio de Tandil. Allí, tal como sucediera en la movilización por Iván González, esperaba un micrófono conectado a un sistema de sonido para que todos los asistentes puedan escuchar la voz de los familiares y allegados de Milagros.
Agradecimientos y un pedido contundente
César Quenaipe fue el principal orador de la tarde. Una vez que toda la multitud se acomodó en una especie de semicírculo de frente al edificio municipal y a las banderas que encabezaron la movilización, el padre de Milagros tomó el micrófono y, acompañado de un amigo que había viajado desde La Pampa para estar presente en el momento difícil, expresó agradecimiento y un pedido contundente de justicia.
“Agradezco de corazón a la gente que se hizo su rato para venir a la marcha. De parte de mi familia y de mi angelito, Mili. Esto es para reclamar justicia y buena justicia, como vengo diciendo. Yo quiero pena de muerte para que se termine esto de salir a matar por matar, nadie es dueño de quitarle la vida a nadie”, comenzó su discurso.
Dominado por las emociones, Quenaipe no pudo evitar quebrarse al recordar a su hija, una chica de 18 años que “salió a bailar, como sale cualquier joven, y un loco desquiciado le quitó la vida. Toda una vida por delante, estudios y sueños. Todo se lo llevó, pero a mí y a mí familia nos arruinó la vida”.
Al retomar su discurso, tuvo duras palabras dedicadas a Wilson Sánchez, principal apuntado por el homicidio de su hija: “Quiero que lo maten, de una y que esté al lado de mi hija para que cicatrice la herida. Esa va a ser la única solución para que mi hija descanse en paz”.
Asegurando estar bloqueado para hablar porque ningún padre está preparado para una situación así, Quenaipe indicó que privar de la libertad a una persona es feo pero que “sacarle un hijo es tres veces más”. No obstante describió a su hija como una chica sin maldad y con muchos amigos, lo cual se vio plasmado en la masiva convocatoria de ayer.
“De ahora en más que se haga justicia y una buena justicia: pena de muerte a los asesinos. Gracias a todos por estar y que se haga justicia de una vez por todas. Mili presente”, cerró su palabra el padre de Milagros mientras la multitud gritaba “justicia, justicia”.
El micrófono siguió abierto y varios de los presentes expresaron el acompañamiento a la familia, a pesar de que muchos de ellos no conocían personalmente a Milagros. Uno de esos discursos reclamó la falta de acompañamiento de los políticos y fue entonces cuando César aclaró que desde el Municipio, y otros frentes, habían estado en comunicación pero que la marcha estaba signada por la ausencia de colores políticos.
Respecto a esto, fuentes oficiales confirmaron a este medio que el Intendente Lunghi se encontraba en la tarde de ayer en su despacho y que le había hecho saber a la familia, en una reunión que habían mantenido el viernes por la mañana, que tenían las puertas abiertas para dialogar, tal como lo hiciera la familia de Iván González.
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