Tras el incendio de los micros en Villa Gaucho, emergieron reclamos por el abandono del barrio
“Es tierra de nadie”, aseguraron vecinos linderos al predio de Las Malvinas y Rosales, mientras respiraban los vestigios de los veinte colectivos que ardieron en el predio de Río Paraná. Hace días, en ese lugar, habían demolido una casa usurpada y talaron árboles añosos. Sin certezas sobre la titularidad del predio, algunos señalaban que se construirá un barrio.

Los vecinos de Villa Gaucho asistían ayer al día después del incendio de magnitud que consumió 19 colectivos y dos autos antiguos en el depósito de Río Paraná, ubicado en Las Malvinas y Rosales. Impregnados de un fuerte olor a plásticos y combustibles quemados, algunos frentistas indicaron que el inicio del fuego “está claro que no fue casual”. En tanto, dieron detalles de algunos movimientos que se habían producido en el lugar en el último tiempo.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailEn principio, mencionaron que hace algunos días habían derribado una construcción ubicada en el centro de la manzana, que se encontraba usurpada. Señalaron que las personas que allí pernoctaban tenían hasta caballos. Además, mencionaron que habían procedido a cerrar el perímetro y que realizaron tareas de desmonte, talando árboles de muchos años que se encontraban dentro del predio.
En tanto, manifestaron que no fue el primer incendio que se produjo en el lugar. “La novedad es que esta vez habían cerrado todo el lote, tirado a bajo una casa que había, con ocupas, y limpiado todo… Dicen que van a hacer un barrio”, señaló uno de los testigos del llamativo siniestro.

En paralelo, hasta ayer no había precisiones sobre la titularidad del inmueble. Si bien siempre perteneció a la firma Río Paraná, en el barrio se decía que se había vendido y que los compradores estaban preparando el terreno para construir viviendas.
Sobre el origen del siniestro, los testigos coincidieron en que “está claro que no fue casual porque empezó en un colectivo que está en medio de otros, y es difícil que se encienda ese de la nada”.
Una boca de lobo
Por otra parte, los vecinos de Villa Gaucho recordaron que habían realizado un reclamo público a través de la sección “No se queje si no se queja” de este Diario.
Describieron que el predio era un foco para la proliferación de roedores, sobre todo en épocas de más calor. Además, personas desaprensivas arrojaban residuos dentro del predio y se había generado una suerte de basural a cielo abierto.
En paralelo, apuntaron a situaciones de inseguridad, como actos de vandalismo y robo de partes de los colectivos abandonados. En tanto, aseguraron que durante las noches el lugar era una verdadera “boca de lobo”, por lo que debían circular con extremo cuidado.
Por último, los habitantes de las viviendas más cercanas mencionaron preocupación por la contaminación ambiental provocada por baterías, restos de combustibles y aceites, caucho y otros materiales que se iban desprendiendo de los colectivos ahora consumidos por el fuego.
Acción preventiva
Consultadas distintas áreas del Municipio, desde las direcciones de Inspección General y Bromatología confirmaron que hace un tiempo habían realizado tareas de desratización en el predio de Las Malvinas y Rosales.
Tras el incendio, funcionarios del Gabinete municipal aguardaban la confirmación de Obras Privadas en relación a la existencia de algún proyecto de obra en el predio de Las Malvinas y Rosales.
Por otra parte, en relación a las causas del siniestro, apuntaban a la posibilidad de que alguna cámara pública o privada pueda arrojar luz sobre el ocurrido el domingo por la tarde y las consecuencias para el barrio, además de la movilización de recursos para combatir las llamas.
Defensa Civil, en el operativo
En diálogo con El Eco Multimedios, el director de Defensa Civil, Héctor Van Valssenhof, confirmó que el domingo “siendo aproximadamente las 17, ingresa un llamado a través de Monitoreo, se le informa a Bomberos y en ese momento Bomberos había recibido, a través del 100 directo, la notificación por este incendio”.
El funcionario municipal agregó que “el incendio se generalizó en colectivos que estaban en desuso en el lugar. El informe de Bomberos contabiliza alrededor de 19 unidades siniestradas con destrucción importante, casi diría el total en la mayoría de las 19 unidades”. En tanto, tras controlar las llamas, las tareas de enfriamiento se extendieron hasta las 22.30.
Sobre la intervención, precisó que “se colaboró, con Defensa Civil, en la organización y coordinación con las otras agencias. No fue necesaria la asistencia de salud. Sí colaboró un regador de la Municipalidad, del área de Vialidad, a los efectos de abastecer las autobombas”.
En cuanto al desarrollo del siniestro, explicó que la imponente columna de humo negro se debió a que ardieron “mayormente materiales plásticos, asientos de poliuretano que normalmente tienen mucha carga de fuego, desprendimiento de calor, y obviamente provoca ese humo denso que se observaba. Gracias a Dios no había demasiado viento, por lo que el humo se elevaba bastante y no se generó la necesidad de realizar ninguna evacuación en las áreas adyacentes. Sí hubo una contención por el riesgo que puede generar este tipo de incendios cercano a la zona urbana, como en este caso rodeado de viviendas”.
Por otra parte, Van Valssenhof indicó que el fuego afectó también el servicio eléctrico, lo que demandó la intervención de la Usina. Ayer por la mañana, el personal de la prestadora trabajaba en el tendido en la vía pública, en la esquina de Las Malvinas y Rosales.