HOY, JUEVES
Caña con ruda y Roque

Los golpecitos en la puerta al estilo Carlitos Balá me hacen suponer que quien está golpeando es mi amigo El Gordo. Mientras bajo de la habitación, adonde ingenuamente llegué con la ilusión de poder tirarme veinte minutos de siesta, confirmo que a El Gordo nunca le gustó Balá. Debe ser alguien de mucha confianza para llamar así. Abro y confirmo mi suposición: es un confianzudo, Roque Bacigaluppi, el cazador de talentos.
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Accedé a las últimas noticias desde tu email-¡Ehhhhh, Fonseca!!!! ¡Al fin lo encuentro! Usted tiene más mudanzas que El Portugués.
-Hola, Roque. Lo que pasa es que me mudo asiduamente para escaparle a sus persecuciones. Ya ve… es en vano.