HOY, LUNES
Con brillos

Recibir a media mañana de un domingo un mensaje de mi amigo El Gordo para invitarme a tomar un café a la tardecita, me reconforta. Me da en creer que somos dos personas normales que hace rato que no se ven, que como se tienen cariño se extrañan y por ende hacen algo para superar ese sentimiento.
Recibí las noticias en tu email
Accedé a las últimas noticias desde tu emailEstamos madurando, me digo, mientras le digo que sí:
-A las 18, en el café.