Ayer mi hijo tuvo hora libre y debí buscarlo antes por el colegio. Llegué demasiado temprano y prendí la radio del auto para tratar de pasar el rato. Me pareció escuchar a la pasada que en una emisora estaba sonando “Romance de Curro el Palmo”, de Joan Manuel Serrat.

Hacía unos cuantos años que no escuchaba ese tema y me llamó la atención que lo estuvieran pasando por FM. Volví sobre el dial, adelanté, volví nuevamente hacia atrás. Y efectivamente comprobé que había sido mi imaginación. No me iba a quedar con las ganas de escucharlo, de manera que volví a apagar la radio y me lo canté yo, solito, a capela, con voz de Serrat.

No me sorprendí de recordar la letra de punta a punta a pesar de que la aprendí allá por mis doce o trece años. Y lo que se aprende (de tanto escucharlo) a esa edad difícilmente se olvide. Lo que sí me sorprendió es que además de haber memorizado la letra hubiera entendido lo que quería decir, porque la letra es bien española, con jerga flamenca.

A mi papá le gustaba mucho ese tema. Y como con todos los temas que le gustaban, me los hacía escuchar, fuese tango, folklore, balada, instrumental o cantado.

-¿Qué te pareció? -me dijo, al terminar de escucharlo por segunda vez.

Le mentí un poquito: “lindo”. Luego, fui más honesto: “un poco triste suena. Y no entiendo mucho lo que quiere decir”.

Me viejo se sonrió. Creo que estaba esperando esa honestidad de mi parte. Y esperaba también ese momento de explicarme cosas. No sé si sabía mucho, pero algunas cosas de las que sabía quería compartirlas: desde el sistema de refrigeración del Citroen 3CV, hasta el origen de los caracoles con los que hacía chucherías que se vendían en como “Recuerdos de Mar del Plata”. Con cierta música o algunos libros hacía lo mismo.

Me explicó por qué al protagonista de la canción le decían “Curro” (una derivación de Francisco, algo así como un apócope de Pacorro) y “El Palmo”.

-A algunos petisos en España le decían así: palmo es una medida de longitud, como el metro. Y un palmo es veintipico de centímetros.

Así fue desgranando cada uno de las palabras “raras” de la canción. Algunas pasaba por alto, en la certeza de que yo las sabía:

-¿Qué es la Patro?

-La Patrona. La dueña del lugar donde trabajaba Curro.

-¿Y manojillo de escarcha?

-Esa es fácil: manojillo es un manojo chiquito, un montón de cosas. Como por ejemplo, un manojo de llaves o de flores. Y escarcha es escarcha.

-Sí, ya sé. Pero qué quiere decir cuando dice “entre tu y yo la soledad y un manojillo de escarcha”.

Lo compliqué. Lo noté inmediatamente en su cara, en su mirada. La apartó de mí y fue a dar a uno de los rincones del living, donde estaba el tocadisco. De allí pasó al techo, a la biblioteca, al cortinado de las ventanas.

Ese día, mi papá tenía ganas de explicarme palabras, no emociones. Mucho menos aquellas relacionadas con el amor. No era su fuerte. Las veces que lo tuvo que hacer, en otras circunstancias y cuando yo era un poco más grande, también le costó y supo quedar empantanado entre ejemplos, tartamudeos y ambigüedades.

-Bueno… a ver… Viste que Curro está enamorado de Merceditas y ella no quiere saber nada. Lo carga por ser petiso y al final se termina yendo con el “curapupas”, que es qué…

-El médico, ya me lo dijiste.

-¡Muy bien!

-Entonces, Curro canta que entre él y la chica no hay nada, la soledad. Y un manojillo de escarcha.

-Sí, lo escuché. Pero qué quiere decir.

-Justamente… un montón de… a ver… ¿A vos qué te parece? ¿Qué idea te hacés cuando te dicen que entre una persona y otra hay un manojillo de escarcha?

-Algo frío, que da no sé qué tocar, que se va a derretir…

-Ves, ves. Viste que sabías. Es precisamente eso lo que quiere decir Serrat pero se lo hace pensar al que lo escucha. Porque si no, hubiera escrito que en el medio de los dos había algo frío, intocable, destinado a desaparecer… Así son los poetas. ¿Entendiste?

-Sí.

Volví a mentirle y no estoy seguro si se dio cuenta. Creo que sí y la dejó pasar, porque no era bueno para explicar amores y desamores.

Con el tiempo entendí, claro.

Y la canción me sigue pareciendo muy triste.

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