Otros árboles, otros tiempos

A propósito del Día del Árbol, es bien conocida la anécdota que contaba Saramago sobre su abuelo. El día que debía internarse y sabiendo que ya no volvería a su casa, se despidió de cada uno de los árboles de su huerto dándoles un abrazo.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailY si de otras plantas hablásemos, hay terapias alternativas que aconsejan remontarse en el árbol genealógico para entender algunas características de nuestra vida. Y también abrazar, agradecer y dejar ir.
Cierta vez, una de mis hijas me pidió que me remontara lo máximo posible en nuestros antepasados. No llegué muy lejos: tanto del lado paterno como del materno, no pasé de tres generaciones. Supongo que intentarlo a través de circuitos formales no va a ser nada sencillo. Al menos por el lado de mi padre: Gonzalez hubo, hay y seguirá habiendo en cantidades más que suficientes.