Está a la venta el legendario penthouse del piso 14 del edificio Kavanagh: conocé su historia
Con vistas de 360 grados sobre la ciudad, el Río de la Plata y Retiro, el departamento fue remodelado pero conserva elementos originales. Es una joya del patrimonio arquitectónico de Buenos Aires.

El penthouse más emblemático del edificio Kavanagh, ubicado en el piso 14, volvió al mercado inmobiliario. Con una superficie cubierta de 475 metros cuadrados y casi 300 metros cuadrados de terrazas, esta propiedad única se encuentra en Florida 1065, frente a Plaza San Martín, y ofrece vistas panorámicas de 360 grados sobre Buenos Aires, el Río de la Plata y el barrio de Retiro.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailEl departamento incluye cinco dormitorios en suite —dos de ellos con acceso directo a terrazas privadas—, un amplio salón con living y comedor, cocina con comedor diario, lavadero, dependencia de servicio con baño y tres terrazas principales. El acceso es exclusivo mediante ascensor privado.
Además de su imponente estructura y ubicación, el inmueble forma parte de la historia urbana y social de la Ciudad de Buenos Aires. El edificio fue diseñado por los arquitectos Gregorio Sánchez, Ernesto Lagos y Luis María de la Torre, junto al ingeniero civil Rodolfo Cervini, y se construyó entre 1934 y 1936 por encargo de Corina Kavanagh, una empresaria de origen irlandés.
Considerado una joya del movimiento moderno, fue el primer edificio de América Latina realizado íntegramente en hormigón armado, y uno de los primeros en el mundo en contar con aire acondicionado central y ascensores de alta velocidad.
Aunque el penthouse fue remodelado en los años 2000, mantiene detalles originales, como baños revestidos en mármol, griferías y herrajes antiguos, terrazas con vegetación y las distintivas columnas jónicas en su característica proa.
Entre la leyenda y el patrimonio
Más allá de su valor arquitectónico, el edificio Kavanagh forma parte de la mitología urbana porteña. Según una popular leyenda, Corina Kavanagh habría construido el rascacielos por despecho, luego de que los Anchorena, una familia de la alta sociedad, le prohibieran casarse con uno de sus hijos por no pertenecer a una familia patricia.
La construcción del Kavanagh, que interrumpió la vista desde el Palacio San Martín (residencia de los Anchorena y actual sede de la Cancillería) hacia la Basílica del Santísimo Sacramento —erigida por la familia como futuro mausoleo—, habría sido su manera de vengarse. Desde entonces, la iglesia sólo puede verse desde un angosto pasaje que bordea el edificio.
El edificio fue declarado Monumento Histórico Nacional en 1999 y ese mismo año reconocido por la UNESCO como Patrimonio Mundial de la Arquitectura de la Modernidad.