Cómo es la tobillera electrónica que tendrá que usar Cristina Kirchner
La expresidenta comenzó a cumplir la pena en su departamento porteño, bajo control judicial y con vigilancia electrónica permanente por la causa Vialidad.

Cristina Fernández de Kirchner ya se encuentra bajo arresto domiciliario en su departamento del barrio de Constitución, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. La medida fue confirmada por el juez Rodrigo Giménez Uriburu y ratificada por su par Jorge Gorini, quien dispuso también el uso obligatorio de una tobillera electrónica para controlar el cumplimiento de la sentencia en la causa conocida como Vialidad.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailEl dispositivo, que funciona como un reloj ajustado al tobillo, permite rastrear en tiempo real la ubicación de la exmandataria y emitir alertas automáticas ante cualquier violación de las condiciones impuestas. Entre ellas, se le prohíbe alterar la tranquilidad del vecindario, lo que incluye la prohibición de salir al balcón donde sus simpatizantes mantienen una vigilia constante desde la condena.
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Cómo funciona la tobillera electrónica
El sistema de monitoreo electrónico que utiliza el Poder Judicial argentino está diseñado para vigilar en forma remota y continua a personas bajo arresto domiciliario u otras medidas restrictivas. Consta de dos componentes principales:
- Tobillera o grillete electrónico: colocada en el tobillo, es resistente al agua, hipoalergénica y equipada con sensores para detectar manipulaciones o intentos de retiro.
- Unidad receptora: instalada en el domicilio del usuario, se comunica con la tobillera por radiofrecuencia o GPS y verifica que la persona no abandone el perímetro autorizado.
Los datos son supervisados desde centros de monitoreo judicial las 24 horas, con capacidad de intervención inmediata ante cualquier anomalía. Además, el sistema puede registrar permisos judiciales especiales sin que se active una alerta por pérdida de señal.
Con esta medida, Cristina Kirchner comienza formalmente a cumplir la condena impuesta en el caso Vialidad, una de las causas más emblemáticas de los últimos años, en la que fue hallada culpable por direccionamiento de obra pública durante su gestión como presidenta.