La producción comercial de kiwi escribe su historia serrana con la primera cosecha
En un hito significativo para la producción agrícola local, Tandil ha presenciado su primera cosecha comercial de kiwi, un logro impulsado por el incansable trabajo de Mauricio Gallego y su esposa, Raquel Preli.

Lo que comenzó como un sueño de vida tranquila hace siete años, en 2018, se ha materializado en una innovadora plantación que hoy celebra sus primeros frutos, bajo el nombre de "Kiwi Serrano", según cuentan sus protagonistas en un nuevo podcast de El Eco Campo.
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La historia de este emprendimiento pionero se remonta a la búsqueda de Mauricio y Raquel de un "lugar tranquilo acá para vivir".
Con un terreno amplio en la zona de La Vasconia, la idea de un proyecto agrícola cobró vida: "vimos la posibilidad de poner kiwi", animados por la creencia de que "en esta zona podía andar, pero había que arriesgarse y ponerle coraje".
Este espíritu emprendedor fue crucial, ya que no existen plantaciones comerciales de kiwi en Tandil.
Mauricio confirmó que "no conocía a nadie" con este tipo de plantación, solo le habían comentado de "algunas casas particulares que tenían Kiwi". Para avanzar, buscaron asesoramiento y las primeras plantas en zonas con experiencia, como Sierra de los Padres y Mar del Plata.
Tras años de espera y un "lindo sacrificio", el esfuerzo ha rendido sus primeros frutos comerciales.
El año anterior solo obtuvieron 35 kiwis, pero esta temporada, la plantación ha producido alrededor de mil kilos.
Raquel describe este momento con profunda emoción: "es como un primer hijo después de esperar tantos años. Mucha emoción. Hablo hasta el día de hoy y me emociono porque ha sido mucho sacrificio, pero lindo. La verdad que muy lindo, mucha emoción".
Mauricio comparte esa alegría, destacando que "cuando la gente valora el esfuerzo y eso sí me produce mucha emoción. Que hayan dado frutos las plantas, la verdad que para mí es una alegría muy grande".
El proyecto, gestionado "con mucho amor y en familia", ha sido un "cable a tierra" para Mauricio, quien simultáneamente continúa al frente de su gráfica (Printel), desde hace 28 años.
La plantación
Actualmente, la plantación alberga "alrededor de 150 plantas", con la ambiciosa meta de alcanzar las 480 plantas para las cuales ya tienen preparada toda la estructura.
En el día a día, el cuidado es un proceso continuo a lo largo del año.
El noviembre se inicia la floración y las plantas son polinizadas por abejas.
En tanto, durante el verano se realiza un riego diario para mantener la tierra húmeda y se cuidan para que el kiwi vaya creciendo. Además, se les brinda "mucho reparo".
La cosecha se realiza en mayo y junio, junto a la comercialización.
En julio y agosto se lleva a cabo la poda para preparar las ramas que producirán el fruto el año siguiente.
Luego, en septiembre las plantas comienzan a brotar nuevamente, mientras que a finales de octubre y noviembre arranca una nueva floración, cerrando el ciclo.
Las plantas se desarrollan en una estructura tipo parral, a dos metros de altura, para facilitar la recolección. Cuentan con un tronco principal y una "rama madre" que se guía a 90 grados, de donde emergen los "cargadores" o ramas que producen el kiwi, los cuales se atan al parral.
Producción orgánica
Una de las características más destacadas de Kiwi Serrano es su producción orgánica. Raquel subraya que son de "buena calidad, buena presentación" y, sobre todo, "orgánicos, así que no tienen ningún pesticida, nada de eso. Son lo más sano que puede haber".
El clima de Tandil, con sus inviernos fríos, otorgan las suficientes horas de frío como para que la planta entre en estado de descanso y después produzca.
Sin embargo, el principal desafío es el tema de "las heladas tardías. Era el miedo que yo más que yo tenía", especialmente las de octubre y noviembre, que son "las peligrosas" para la floración, de acuerdo a lo indicado por Mauricio Gallego.
Para contrarrestar esto, instalaron una tela antigranizo que "ayuda con las heladas suaves, ya que la frena y anduvimos bien", ya que "la helada no afectó a la floración".
La calidad de los kiwis tandilenses es notable. Mauricio explica que la "tierra es muy fértil y también el tratamiento de la que yo le voy haciendo a las plantas hizo que salieran kiwi de gran tamaño".
Esto es muy valorado por los consumidores, ya que "están cansados de ver en las fruterías kiwi chiquitito, muy chiquito, que no aprovechan bien el fruto".
El buen tratamiento de "poda y riego y reparo en toda la plantación" permite obtener "kiwi de mediano y gran tamaño", explicó.
La comercialización
Actualmente, la comercialización se realiza mediante venta directa en envases de un kilo o un kilo y medio, y a través de la distribución en las fruterías de Tandil.
Entre el 80 y 90 por ciento de la producción se destina a fruterías, aunque también realizan venta al por menor. Para contactarlos, el número telefónico es 2494 53474.
Mirando hacia el futuro, Raquel adelantó una emocionante novedad: "próximamente vamos a hacer mermelada de kiwi".
Con el apoyo de ingenieros agrónomos de Mar del Plata, quienes les asesoran en "todo el crecimiento de la planta", y los conocimientos adquiridos en un curso de poda de un año con Cecilio Tuculet, Mauricio y Raquel continúan cultivando su expertise y su plantación.
Lo que nació como una búsqueda de tranquilidad se ha convertido en un auspicioso emprendimiento que pone a Tandil en el mapa de la producción de kiwi de alta calidad, demostrando que con "garra durante todos estos años", los sueños, efectivamente, dan frutos, como señalaron los emprendedores.
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La primera producción comercial ha sido muy alentadora.