Las brechas limitan la productividad y la sostenibilidad de los sistemas productivos
El tema fue abordado durante el Simposio Fertilidad 2025 por el ingeniero agrónomo Martín Díaz Zorita, quien advirtió sobre la aplicación de fertilizantes en dosis insuficientes.

Un nuevo podcast de El Eco Campo tiene como base a los conceptos vertidos por el ingeniero agrónomo Martín Díaz Zorita, en el contexto de las actividades de Fertilizar Asociación Civil, donde advirtió que existen brechas críticas en la nutrición agrícola y ganadera en Argentina que limitan la productividad y la sostenibilidad de los sistemas productivos.
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Martín Díaz Zorita, quien cuenta con una sólida formación académica y una destacada trayectoria en investigación y docencia, señaló que en Argentina se reconoce el valor de la fertilización.
De hecho, más del 70 por ciento del área agrícola recibe fertilizantes anualmente, considerando todos los cultivos. Sin embargo, la principal problemática reside en que la aplicación de estos fertilizantes se realiza a dosis que son insuficientes en relación con las extracciones que realizan los cultivos.
Además, las estrategias de aplicación son, en muchos casos, "sub consideradas".
El concepto de "brechas de aplicación" se refiere a la oportunidad de mejorar las prácticas actuales. Aunque se reconoce que se está haciendo "algo importante", esto convive con una "expectativa de producción subestimada". Habitualmente, se subestima el rendimiento que se espera obtener, a pesar de la incorporación de diversas tecnologías.
También se subestiman los momentos óptimos de aplicación y la elección adecuada de los fertilizantes. Esto se debe, en parte, a que el momento ideal de aplicación está relacionado con las condiciones ambientales de cada región para la correcta incorporación de nutrientes en la solución del suelo, lo cual es independiente de la fisiología del cultivo.
Impacto
El impacto de esta nutrición insuficiente es significativo y generalizado. Díaz Zorita estima que, en promedio, la fertilización en uso está "un 17 por ciento por debajo de lo que se podría estar produciendo".
Esta brecha afecta indistintamente a productores que son propietarios de la tierra y a aquellos que arriendan. Los mapas de suelo indican que casi el 80 por ciento del área agrícola presenta niveles de nutrientes que limitan la producción de los cultivos, y esta condición es transversal, afectando tanto a propietarios que producen como a quienes arriendan.
Sobre la situación actual, Díaz Zorita enfatiza: "Hoy, la toma de decisiones y la fertilización hay que pensarla principal e inicialmente en que los cultivos no están adecuadamente nutridos".
Poco análisis de suelo
Un factor fundamental que contribuye a esta situación es la baja frecuencia de realización de análisis de suelo. Aunque algunas estimaciones sugieren que hasta el 40 por ciento del área podría contar con conocimiento derivado de análisis, la información manejada por Fertilizar AC sugiere que el porcentaje real es "bastante inferior", no superando el 20 por ciento a nivel por cultivo.
Eso significa que hay mucha aplicación de fertilizantes en una situación de insuficiencia, combinada con un "conocimiento del recurso suelo insuficiente".
La subestimación de la expectativa de producción está ligada a este problema de diagnóstico. Factores como el espesor del suelo, la porosidad, el antecesor, la incorporación de tecnologías, la elección de híbridos, fechas de siembra y densidades –que buscan mejorar la adaptación y la producción– se ven limitados por un "conocimiento inadecuado, insuficiente, superficial de los sitios de producción".
Esto genera incertidumbre y lleva a la lógica de que, al esperar menos producción, se considera que se debe aplicar menos fertilizante, perpetuando el ciclo de nutrición insuficiente.
La propuesta
Díaz Zorita propone "cambiar el orden del análisis", pensando en la "probabilidad de producción" y los "recursos necesarios" para alcanzarla, incluyendo nutrientes. Poner este componente de probabilidad en la toma de decisiones permite una mayor predecibilidad y facilita la incorporación de la fertilización para mejorar las respuestas productivas y financieras.
Más allá de los cultivos anuales, Fertilizar AC también está enfocada en la fertilización de pasturas para la ganadería.
En este ámbito, los desafíos son aún mayores, especialmente porque en la región pampeana la ganadería a menudo se realiza en suelos de menor potencial productivo. La información disponible sobre pasturas es "mucho más heterogénea e insuficiente" que en cultivos anuales. Existe un alto riesgo percibido en estos sistemas, lo que desalienta la inversión.
Según Díaz Zorita, en pasturas, es necesario “conocer mejor el sujeto donde estamos trabajando: El sujeto de un sistema ganadero también es la demanda forrajera.
Señaló que el valor de la fertilización en pasturas no es solo la producción acumulada de forraje, sino también el "adelanto de momentos de pastoreo" y la mejora en la "tasa de recuperación de la pastura". Existe un claro valor agregado en esta práctica.
Nuevos estudios
Fertilizar AC trabaja para "empezar a darle números a esos análisis", estudiando la nutrición en ambientes de pasturas reales del presente. El objetivo general de la nutrición, tanto en cultivos como en pasturas, es proveer suficientes elementos para que el crecimiento de la especie cultivada se exprese al máximo con los recursos disponibles.
Los análisis de Martín Díaz Zorita, presentados en el marco de Fertilizar AC, subrayaron la necesidad urgente de superar la nutrición insuficiente en la agricultura y ganadería argentina, mejorando el diagnóstico a través de un mayor uso de análisis de suelo, ajustando las dosis de fertilización a las necesidades reales y al potencial de producción, y reconociendo el valor integral de la nutrición tanto en cultivos anuales como en pasturas.