EL ECO PODCAST
Planificar un buen calendario es central para una producción ganadera eficiente
ECO CAMPO. Todas las semanas, un nuevo episodio de El Eco Campo en Podcast. Hoy, Ganadería-Episodio 2.
La actividad ganadera es de singular importancia en la región y debe ser debidamente programada para alcanzar los mejores resultados, según surge del nuevo podcast de El Eco Campo.
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La explotación pecuaria tiene su peso destacado en la región y los productores cuentan con destacados asesores técnicos que posibilitan los niveles de eficiencia.
Como toda producción, hay cuestiones centrales que deben ser tenidas en cuenta en los diversos momentos del ciclo.
El médico veterinario Gastón Valle planteó algunos temas sanitarios y de organización del sistema.
“Siempre hay que tener en cuenta que a medida que uno va intensificando la producción, van apareciendo también con mayor frecuencia enfermedades o trastornos metabólicos. Por lo tanto, el objetivo del manejo sanitario es lograr acondicionar al animal de la mejor manera para que pueda llegar a su máxima expresión, que en nuestro caso es la producción de carne”, señaló inicialmente.
Valle fue muy claro al marcar que “el productor tiene que empezar a concientizar y organizar el manejo sanitario, que no es mucho más allá que programar acciones o pautas de manejo; y organizarse en cuanto a la aplicación de vacunas a lo largo del año y en las diferentes categorías”.
Explicó que se trata de algo “bastante estacional y que va a depender de la categoría con la cual se trabaja. En la vaca va a tener ciertas pautas que se tienen que cumplir en ciertas épocas del año, así como en los terneros y en las demás categorías, con mayor presencia de algún trabajo”.
Señaló que “es bastante fácil de programar y hay que continuarlo a lo largo de los años. Para lograrlo, uno tiene que armarse de un calendario en el que va a programar tanto las actividades como las vacunaciones o tratamientos que va a hacer en cada categoría, en cada época del año”.
Más allá de lo programado
También es necesario “tener armado un protocolo de tratamiento para enfermedades o urgencias que pueden surgir a lo largo del año, que son estacionales; y que por ahí tienen mayor presencia en la época de otoño-invierno”.
Si bien tales situaciones “muchas veces tienen relación con cuestiones climáticas, también se vinculan con los sistemas de producción”.
El médico veterinario ejemplificó así que “la mayoría de las urgencias ocurren en la época de parición, y sobre todo en las categorías más jóvenes. Como la producción lleva a tener un servicio de primavera, la parición será en fin de otoño o comienzo de invierno, por lo tanto, el grueso de las urgencias se da en esa época”.
Es que al momento de las pariciones, “las categorías más susceptibles siempre son las vaquillonas de primer servicio. Los problemas metabólicos radican más en vacas de segunda o tercera parición y tendrá relación a cómo estén en condición corporal al momento de la parición. Por eso digo que cada categoría tiene su problema puntual y en su época determinada”.
Gastón Valle hizo hincapié en que “con base en la foto que se toma de la situación o estado del establecimiento es como se arma el programa o calendario sanitario”.
Planteó, por otra parte, que “habrá campos que pueden tener problemas en categoría terneros con más problemas respiratorios que otros, por lo que la intensidad o frecuencia de la vacunación contra la neumonía va a ser mayor. En otros campos puede haber mayor presencia de queratoconjuntivitis.... Cada campo es una foto diferente”.
De allí que lo que ocurre normalmente es que “se toma como base un calendario y se lo va tratando de adaptar la situación que tenga cada establecimiento”.
Costo-beneficio
Consultado acerca de los cambios que observa desde los inicios de su actividad profesional, hace más de dos décadas, Valle dio pautas de la actual intensificación.
“Al principio de mis años laborales por ahí había menos intensidad en el tema vacunación. Estaban estipuladas dos o tres vacunas anuales y las obligatorias como Aftosa y brucelosis. El resto quedaba sujeto a lo que podía cada productor”, dijo inicialmente.
“Hoy esa visión sigue quedando, pero quien menos importancia le da a la sanidad tiene mayor cantidad de pérdida. Muchos no evalúan costo-beneficio, sino que evalúan solamente el costo y pierden ganancia por no hacerlo”, advirtió.
Pero “el productor de punta es el que más fino tiene el costo-beneficio y el que más presiona con el tema sanitario”.
En líneas generales “hoy los productores están cada vez más intensificados y, por ende, tienen más concentración de animales, en menor superficie. Además, hay mucho más contacto de animales entre sí, con lo cual las enfermedades se manifiestan o se transmiten mucho más fácil que hace 30 ó 35 años”.
Además, “el encierro en feedlot condiciona mucho más la aparición de patologías”.
Actualmente, “un productor que está intensificando -no solo la ganadería, sino también la agricultura- sabe que si no invierte en la sanidad, no puede pretender grandes rendimientos. El productor que va en punta, evalúa la cantidad de animales que pierde por no invertir en sanidad. Es bastante simple”, sentenció.