50 años cosechando risas infantiles
Hombre sándwich, payaso, animador, Papá Noel, faquir, fiel imitador de Carlitos Chaplin, Pedro Pablo Paladino hizo reír a chicos y grandes durante cinco décadas, tres de ellas en Tandil.

De su Goya natal, allá en Corrientes, llegó a Tandil en la década del cuarenta, contratado por la distribuidora del film "El Gran Dictador" y aquí quedó para siempre, cautivado por una muchacha tandilense con la que formó su hogar.
Recibí las noticias en tu email
Accedé a las últimas noticias desde tu emailFiel imitador de Carlitos Chaplin desde los 14 años de edad, consiguió que el mundo infantil que lo veía como al auténtico bufo del cine hiciera de él su mejor amigo. Las casas comerciales lo favorecían con la propaganda, que era eficaz y de fácil captación en el público.
¿Qué no hizo Paladino para atraer a la gente y ganarse el puchero? Trabajó como hombre sándwich anunciando productos, de animador de reuniones infantiles, de payaso, de Papá Noel, de hombre orquesta. En una oportunidad lo contrató Ruperto Canosa, dueño de la tienda La Exposición y allí fue a exhibirse en las vidrieras de la casa ubicada en Sarmiento y Rodríguez, trabajando de faquir. Se hacía llamar "el hombre de la sangre azul" y dilataba las pupilas de la chiquilinada reunida, clavándose agujas en el tórax, en la garganta, en los labios y en los brazos.