Los 10 mandamientos de Bianchi para ordenar a Boca desde Tandil
El 2 de julio de 1998, Bianchi asumió su primer ciclo en los xeneizes. En ese momento, pegó un reglamento en la Posada de los Pájaros, en Tandil, donde era la pretemporada

Tandil, jueves 2 de julio de 1998, 11.46 de la mañana. Carlos Bianchi arriba a la Posada de los Pájaros en el avión privado de Mauricio Macri, por entonces presidente de Boca. El plantel xeneize ya se entrenaba con Carlos Ischia, ayudante del Virrey, quien había terminado sus funciones periodísticas en el Mundial de Francia. Fue una rápida presentación ante los jugadores y, tras almorzar sopa y pizzas, empezó el trabajo.
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Accedé a las últimas noticias desde tu email"Dale José -a Basualdo- siempre por afuera", "¡Pegale Rosada! Eso, muy bien", "¿Quien ayuda a Diego -por Cagna?", "Muy buena Riquelme" y "No le regales la marca -a Fabbri-", fueron las primeras indicaciones de Bianchi en Boca, con silbato en mano y gorrita. También, se juntó con Martín Palermo y Guillermo Barros Schelotto y les dijo que serían su dupla de ataque. Empezó con todo el Virrey aquella tarde de invierno, mentalizado en cortar seis años sin títulos para los xeneizes, algo que logró a los seis meses con la consagración en el Apertura 1998.
Aquel Boca venía de malas experiencias e incluso Diego Latorre había patentado una frase que quedó en el tiempo: "Boca es un cabaret" . Por eso, Bianchi, apenas se hizo cargo del plantel, pegó en la Posada de los Pájaros un reglamento interno a cumplir a rajatabla. La revista El Gráfico hizo públicos esos mandamientos, que eran los siguientes:
1- Los tiempos de descanso serán inalterables. Ocho horas de sueño por la noche y dos más por la tarde.
2- Alimentación ordenada. Nada de panchos ni hamburguesas fuera del almuerzo o la cena. Nada de fritos, nada de alcohol, nada de saltear comidas.
3- Los celulares deberán estar apagados en las comidas y en los entrenamientos. Es una cuestión de respeto entre los compañeros tener la atención enfocada hacia cada una de las actividades profesionales.
4- Las diferencias grupales deberán ser comentadas en la intimidad del plantel. Hablar de ellas con el periodismo constituye una falta grave. El que lo hace, se va.
5- La atención a la prensa está reglamentada. Dentro del horario de atención todos deberán acudir al encuentro.
6- Dedicación personal exclusiva a sus compromisos como profesionales. Concluida la pretemporada, todos deberán mantener el estilo de vida en plena competencia, continuar con las horas de descanso impuestas y las cuatro comidas diarias.
7- Respeto por el compañero, el hincha y el rival, evitando declaraciones fuertes o subestimaciones públicas. También solidaridad y consideración para el momento particular que está viviendo cada compañero.
8- Puntualidad en la asistencia a las prácticas. El que llegue tarde deberá pagar el asado del viernes.
9- No acudir asiduamente a los programas de televisión.
10- Nada de esfuerzos tras los partidos. Allí radica el mayor riesgo de las lesiones. Deberá cada uno cuidarse a partir de la noche que va del mismo día de partido a la jornada de práctica del día siguiente.