Casarse en Tandil: de las páginas de los diarios al comentario del pueblo
Cuando las publicaciones periodísticas anunciaban posibles enlaces matrimoniales, avivaban algún fuego que recién se encendía, daban la primicia de los casamientos y hasta alentaban a casarse a los indecisos.

Hubo épocas en Tandil, a fines del ochocientos, principios del novecientos, en que las uniones matrimoniales se daban asiduamente. También temporadas en las que se formalizaban esporádicamente. Cuando en momentos
de "receso" casamentero alguna pareja anunciaba su enlace, era lógico en el pueblo chico de entonces, que diera lugar a largos comentarios de la gente que no siempre iban acompañados de las mejores intenciones.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailEn los tiempos en que los muchachos se ponían ansiosos para casarse -como ocurrió aquí con el advenimiento del novecientos- era todo muy distinto, ya que cuando se jugaba uno… parecía venir el contagio. Y las publicaciones de aquel entonces, aportaban también lo suyo. No tan solo para informar, sino también para alentar a algún muchacho o jovencita indecisos, para avivar algún fuego que recién se encendía, o para aventar algún rescoldo que iba muriendo, irremediablemente, con un destino de cenizas.
"El ejemplo halla imitadores", titulaba El Eco de Tandil en su edición del 1 de noviembre de 1882, como si hubiera descubierto algo sensacional. Y a continuación… lanzaba la primicia: "En números anteriores
-decía- dimos la noticia de dos caballeros de la localidad que habían contraído matrimonio. Ahora tenemos que anunciar dos casamientos más, pero… callando los nombres de los candidatos para que no se nos tache de indiscretos."