José Reguera, un asesino que quiso rehacer su vida y el trágico desenlace
QUERIA REHACER SU VIDA, PERO LA FALTA DE CREDIBILIDAD EN SUS BUENAS INTENCIONES, LO LLEVÓ A LA DESESPERACION Y CON ELLA, A LA MUERTE.

Tenía fama de pendenciero el hombre; sobre todo, cuando estaba bajo los efectos del alcohol. José Reguera había discutido por una diferencia en el juego, allá por 1936, en el boliche de Pinto y San Lorenzo, con un tal Pano Fernández, con quien seis balazos se habían tirado por barba. Uno de ellos -no hay comedido que salga bien- había mandado al otro mundo a Criterio Fernández, frustrando su buena intención de separarlos para que no se agredieran.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailA consecuencia de ello, Reguera había estado algunos años a la sombra, tras los cuales había recuperado la libertad. Parecía que el encierro lo había hecho reflexionar, prometiéndose a sí mismo evitar toda situación que pudiera llevarlo otra vez detrás de las rejas. Sin embargo…
En vísperas de los comicios electorales del 2 de Marzo de 1940, tenía por trabajo fijar carteles de propaganda del Partido Demócrata Nacional. Al dirigirse por Alem, desde Mitre en dirección a Sarmiento, poco antes de llegar a esta última, precisamente, pasaba la brocha con engrudo en el portón del viejo bazar ABC, cuando cayó en la cuenta que alguien –obviamente adicto a un partido opositor- lo venía siguiendo, despegando lo que él pegaba. Así fue que ahí no más “peló” el 38 largo y disparó en dirección a un grupo que lo seguía cumpliendo una tarea similar, hiriendo de muerte al joven Damián Lanza, militante del partido Radical.