Emilio Fernandez:"Si nos gusta vivir en las sierras, tenemos que empezar a adaptarnos al ambiente"
Emilio Fernández, referente de la Granja los Pibes y consultor de fauna local, visitó el programa "La Mañana" para brindar recomendaciones sobre cómo actuar ante la aparición de serpientes y otros animales silvestres en los hogares de Tandil, un fenómeno común con la llegada de las altas temperaturas.
Qué hacer si encuentras una serpiente en tu patio
Fernández explicó que el aumento de las temperaturas activa el metabolismo de las serpientes, volviéndolas más visibles en zonas periurbanas y serranas. Ante el hallazgo de uno de estos reptiles, como la culebra "falsa yarará ñata" que motivó la consulta, recomendó:
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Accedé a las últimas noticias desde tu email- Mantener la distancia: No intentar manipular ni agredir al animal. "Cualquier movimiento brusco puede ser interpretado como un ataque", señaló.
- Resguardar a las mascotas: Encerrar perros y gatos dentro de la casa para evitar accidentes tanto para las mascotas como para el animal silvestre.
- Dejar que siga su camino: Si se está en un entorno natural, lo mejor es no interferir y permitir que la serpiente se aleje por sí misma.
- No manipularla: "No aconsejamos nunca que se maneje ni intente manipular ningún tipo de animal silvestre", insistió. Lo ideal es tomar una foto a distancia y contactar a las autoridades (bomberos, defensa civil, policía o al mismo Fernández), quienes activarán el protocolo correspondiente. Si es una Yarará, su equipo acude a capturarla para reubicarla.
Cómo diferenciar una Yarará venenosa
Un punto clave de la charla fue cómo identificar a la única serpiente de importancia médica en la zona: la Yarará grande. Fernández desmitificó la creencia de que la forma de la cabeza (triangular o redonda) es un indicador fiable.
"Hay una característica fundamental que son los dibujos que tiene la Yarará", explicó. Se debe observar el lomo del animal, donde presenta un patrón distintivo:
- Dibujos en forma de riñón, herradura o tubo de teléfono antiguo.
- Estos dibujos son de un color marrón oscuro sobre un fondo más claro.
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"Con solo ver eso ya podemos identificarla", afirmó, aclarando que las culebras, como la "falsa yarará", tienen manchas o puntos en lugar de ese diseño.
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El rol ecológico y los peligros reales
Fernández hizo un fuerte llamado a no matar a las serpientes, ni siquiera a las venenosas. "La Yarará para mí es muy importante en este ambiente, más hoy que ha habido casos de hantavirus", subrayó.
Explicó que los roedores que portan este virus, como el ratón colilargo, son la principal fuente de alimento de la Yarará. Su presencia es fundamental para mantener el equilibrio y controlar las poblaciones de estos roedores. "En la provincia de Buenos Aires, en todo el siglo XXI, no hay un solo caso de muerte por mordida de Yarará, pero sí hay centenares de muertes por este virus", comparó para dimensionar el riesgo real.
También se refirió al problema de los roedores en la ciudad, mencionando que en Tandil hay una proporción estimada de 25 ratas por habitante, un tema pendiente agravado por los entubamientos de arroyos y el sistema de recolección de residuos.
Prevención y convivencia con la fauna
Para minimizar los encuentros no deseados, Fernández recomendó medidas preventivas sencillas:
- Mantener el pasto corto alrededor de la vivienda.
- Ordenar la leña sobre tarimas y evitar acumulación de escombros o basura.
- Al trabajar en el jardín, especialmente cerca de plantas frondosas como los agapanthus, mover la zona previamente con un palo para alertar a cualquier animal que pudiera estar refugiado allí.
- En las sierras, caminar siempre por senderos marcados y visibles.
- No soltar a los perros durante los paseos en zonas serranas. El año pasado se registraron más de 40 casos de mordeduras a canes.
Finalmente, extendió su consejo a toda la fauna silvestre, incluyendo los carpinchos del Lago del Fuerte: no alimentarlos ni intentar acariciarlos. "Pensamos que le estamos haciendo un favor y en verdad es maltrato animal. Con la fauna silvestre lo que hay que hacer es nada", concluyó. Su mensaje principal fue claro: "Si nos vamos a vivir a zonas rurales, tenemos que empezar a adaptarnos al ambiente y no adaptar el ambiente para poder vivir nosotros".