Educación municipal
Docentes de los maternales expusieron que ganan 40 mil pesos y que la situación es insostenible
Una maestra renunció a su puesto en uno de los jardines maternales del Municipio porque el magro salario, con 13 años de antiguedad, no le permite cubrir sus necesidades básicas. La demanda se colectivizó en otras instituciones de primera infancia. El encuadre legal de las guarderías comunales y su equiparación con los convenios de Provincia es un reclamo de larga data.
La docente Celeste González hizo pública su renuncia a uno de los jardines maternales de la Municipalidad y optó por exhibir su recibo de sueldo para exponer el precario salario que perciben por sus tareas.
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Junto a una imagen de la constancia de haberes, que acredita un básico de 39.581 pesos, Celeste expresó que “tras 13 años de antigüedad en las instituciones municipales, tengo un sueldo que siempre estuvo acompañado de muchas otras horas de trabajo, ya que nunca llegué a cubrir mis necesidades básicas. Es triste tener que decidir dejar alumnos pequeños a esta altura del año, pero lamentablemente necesitamos ganar más”.
En este caso, el salario está muy por debajo -exactamente la mitad- de lo que cobra una maestra por un cargo en la Provincia y es una demanda constante de las trabajadoras, que ven cómo su poder adquisitivo se diluye cada día más.
La mujer se desempeñó hasta el mes pasado como docente de nivel inicial en el jardín Cocomiel, ubicado en Rosello 90, en el barrio Las Tunitas, y quiso poner sobre el tapete una cuestión que más de una vez queda soslayada: los magros sueldos que algunos sectores del Municipio perciben por sus funciones. Luego de la partida de González, el jardín maternal Pérez Esquivel de Villa Aguirre apareció empapelado con reclamos docentes exigiendo salarios dignos y hoy harían lo propio en Las Tunitas.
“Ponemos todo lo mejor de nosotras para brindar educación de calidad y muchas veces hasta maltratos hemos recibido por parte de directivos que no están a la altura, que son elegidos a dedo o por ser afines al Intendente o allegados de turno, no se concursa para ello y en muchas ocasiones son las docentes quienes llevan adelante estos espacios”, describió.
Las condiciones laborales
En contacto con El Eco de Tandil, Celeste remarcó que su deseo es visibilizar la situación y que los padres de los pequeños que concurren a estas instituciones de primera infancia conozcan lo que sucede con las docentes en el ámbito comunal.
En tanto, la educadora reparó en la necesidad de valorar la labor docente porque “lo que las familias dejan a nuestro cuidado son niños, no papeles” y sostuvo que “la gente no tiene ni idea por lo que pasamos, que sepa todo Tandil lo que pasa en el Municipio y no solamente con las docentes, es con todos, pero hablo por mí y por mi profesión”, sostuvo.
Además, aseveró que las exigencias de las autoridades no están a la par de lo que gestionan y objetó la falta de respuestas a una infinidad de reclamos que tienen lugar desde hace tiempo.
En este punto, observó que los maternales registran una alta rotación de docentes producto de las malas condiciones laborales y afirmó que “pasan docentes y más docentes, todo un plantel cambia año a año por estas y muchas otras cuestiones, y los niños ven pasar miles de caras en poco tiempo, pero después escuchás decir que el Municipio ‘las forma’ y se van".
Encuadre provincial
En 2016, la entonces concejal del Frente para la Victoria, María Eugenia Poumé, solicitó al Ejecutivo información sobre el encuadre legal de las instituciones de primera infancia –en ese momento eran cuatro y ahora son siete- que a partir de 2017 pasaron de la órbita de Desarrollo Social al área de Educación, y mutaron de guarderías a jardines maternales municipales.
En este sentido, la legisladora había solicitado precisiones sobre el nuevo status de las instituciones y el marco legal acorde a las leyes provinciales y nacionales de educación, pero el debate nunca prosperó.
De dicho encuadre se desprende que el personal docente debería tener los mismos derechos, garantías y obligaciones que indica el Estatuto Docente de la provincia de Buenos aires. Esto significa que dejarían de cobrar como municipales y pasarían a percibir haberes como docentes bonaerenses.