El convenio de IOMA con la Mutual 23 de diciembre genera más trastornos que soluciones
Lo que parecía un alivio al conflicto del Círculo Médico de Tandil con la obra social bonaerense, resultó un dolor de cabeza para los usuarios ante la falta de comunicación oficial sobre el funcionamiento del convenio. Además, señalaron que la excesiva burocracia, lejos de resolver algo, entorpece las consultas.
Los afiliados de IOMA todavía no encuentran respiro en el largo derrotero que han recorrido para poder atenderse con los profesionales médicos de la ciudad.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailLuego de rubricarse el convenio entre la obra social bonaerense y la Mutual 23 de diciembre, los usuarios no vieron satisfechas sus demandas. Además, aseguran que no recibieron ningún tipo de comunicación oficial que los oriente sobre los alcances del acuerdo que la prestadora privada rubricó con el Círculo Médico local, ni del procedimiento para usufructuar este convenio.
En contacto con el programa de radio “Cosas que pasan” (104.1 Tandil FM), Cecilia Domínguez, del grupo Autoconvocados IOMA, refirió que “desde el mismo momento en que Darío Méndez, en el debate que se hizo en El Eco, anunció sorpresivamente la presencia de la Mutual, pedimos información oficial pero no se ha emitido ningún comunicado al respecto” y aseguró que se manejan en base a la experiencia individual de cada usuario. No obstante, sostuvo que hay una diversidad de situaciones que nadie informa.
“Armamos el rompecabezas y se aprende sobre la marcha. Al sacar el turno con el especialista hay que preguntar si firmó convenio con la 23 de diciembre y si lo hizo, averiguar si cobra o no arancel diferenciado”, describió.
Situaciones disímiles
Según explicó, después de obtener la cita con el especialista de su elección, deben autorizar el turno en IOMA, enviando un mail con todos sus datos o acercándose a las oficinas para, en un lapso de 72 horas como mínimo, recibir por Whatsapp la confirmación de la autorización que deberán llevar impresa a la consulta.
Asimismo, si el médico cobra un arancel diferenciado, desde la Mutual les informaron que no corresponde efectuar la autorización porque en esos casos la prestadora no participa.
Al respecto, Domínguez expuso que el funcionamiento actual es “peor” que el anterior por lo que implica en términos de tiempo, energía y cantidad de pasos que hay que seguir, amén de otros trámites presenciales que ralentizaron aún más los procesos de atención y cobertura.
En esta desavenencia, los asociados a IOMA encontraron tres tipos de situaciones entre los médicos; los que atienden bajo convenio; los que están conveniados pero cobran también aparte; y los que directamente se bajaron o no adhirieron, situación que se hace confusa porque no hay una cartilla actualizada que permita desglosar estos datos.
Y aunque se les expidió una credencial con vigencia hasta el 2 de enero, esta no sirve de mucho porque ante cada consulta o prestación que hagan deben solicitar el permiso correspondiente, lo que vuelve inútil la mera presentación de un carnet que por sí mismo no avala la consulta individual.
Muchas vueltas y pocas soluciones
En este sentido, también consignó que, cuando Diego Macagno, titular del Círculo Médico, anunció que habían firmado el convenio, “nos esperanzamos con la solución porque creíamos que todos habían acordado lo mismo, dio la impresión de que, los que se habían bajado de IOMA, iban a trabajar por la 23 de diciembre, pero se presentaron muchas variantes”.
En este marco, detalló que tampoco hubo información precisa de la entidad profesional tandilense acerca del acuerdo y sus alcances, lo que obliga a cada afiliado a consultar a cada médico cómo se maneja, o a preguntar en la Mutual quiénes están adheridos a la cobertura y bajo qué condiciones.
“Nadie controla si acatan o no este convenio. Pensamos que todos lo iban a cumplir, pero hay un control que no se hace y el afiliado tiene que ir medico por médico y comprobar. Entendemos que el profesional tiene derecho a firmar o no el convenio, pero era a 60 días y algunos que firmaron ya se están bajando de este convenio también. Esto no nos parece serio, deben respetar el plazo”, sostuvo, en tanto cuestionó que las credenciales tengan una vigencia de apenas un mes.
Trato injusto
Por último, Domínguez criticó el hecho de que “supuestamente" la obra social provincial estaba en “bancarrota”, según denunció en un momento su titular, Homero Giles, pero que aún así invirtió mucho dinero en establecer acuerdos con una mutual privada y en abrir policonsultorios en la ciudad.
A su criterio, ese “despilfarro” de recursos en tercerizar servicios se podría haber usado en arreglar directamente con los médicos locales, que rechazaron en más de una oportunidad la oferta de IOMA en cuanto al incremento de honorarios y la nomenclatura de prácticas, lo que generó un dilatado conflicto.
“La verdad es que muchas veces la gente pierde turnos o paga la consulta ante el hartazgo. Depende de cada afiliado controlar el convenio, manejarse y defenderse como puede. No es justo el trato que recibimos y todos los meses nos descuentan un montón de plata”, cerró.
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