En el mes del cáncer de mama, el SISP y las pacientes recuperadas bregaron por la detección precoz para salvar vidas
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Este viernes la explanada del Hospital Santamarina se vistió de rosa y se inundó de música para concientizar sobre el cáncer de mama, en el marco de las actividades que se llevan adelante durante octubre para difundir la detección y el tratamiento de la enfermedad.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailDe este modo, los profesionales y autoridades del Sistema Integrado de Salud Pública (SISP) y las pacientes recuperadas que forman parte del grupo “Resiliencia”, encabezaron la jornada con el objetivo de promover el diagnóstico temprano para reducir la mortalidad e incrementar la calidad de vida.
En este sentido, el médico Oscar García Allende, coordinador de la Unidad de Mastología del centro de salud municipal, explicó que en Argentina 1 de cada 8 mujeres padece cáncer de mama y que se trata sin dudas de un problema de salud pública, que debe ser abordado con todos los recursos y por equipos interdisciplinarios que ayuden a las pacientes a transitar de la mejor forma posible el camino de la cura.
La buena noticia -porque siempre hay un costado positivo hacia donde elegir mirar- es que, detectado a tiempo, el cáncer de mama puede curarse en más del 90 por ciento de los casos. El mejor tratamiento es un diagnóstico precoz que permita intervenir más efectivamente sobre la enfermedad.
La vida después del cáncer
En un clima de alegría y celebración de la vida, algunas pacientes compartieron sus testimonios con el público, porque la palabra “cáncer” porta un estigma pesado, que paraliza y se equipara a la muerte, como si en el medio no hubiera múltiples posibilidades de supervivencia y cura.
María Fernanda tomó la palabra para contar su vivencia y contó que tenía la costumbre de palpar regularmente sus pechos pero que por el miedo lo hacía descuidadamente, sabiendo que lo hacía mal, quizás como un mecanismo de defensa. Pero un día lo hizo correctamente y tocó un pequeño bulto que nunca hubiese querido tocar.
“Mi hermana me mandó enseguida al médico y tiempo después me diagnosticaron cáncer de mama, cuando llegué a mi casa me encerré y lloré toda la tarde. En ese momento me dije que si me tocaba a mí por algo sería y decidí darle pelea y enfrentar la enfermedad. Cuando hablé con mi hija se me ordenaron las ideas, porque al saber lo que me pasaba me dijo: ‘Qué importa que te saquen la teta si lo importante es que vas a estar viva’”, relató Fernanda.
Ella fue intervenida quirúrgicamente en el Hospital y después inició su tratamiento de radioterapia y quimioterapia.
“Sólo tengo palabras de gratitud para el equipo de este hospital. Gracias. En todo esto tuvo mucho que ver que me lo hayan detectado tempranamente la enfermedad y la intervención fue efectiva. Por favor, ante cualquier duda o síntoma consulten a su médico, háganse los controles, el diagnóstico temprano salva vidas”, completó.
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