Entrevista a fondo con Rogelio Iparraguirre: “Hay que desacelerar el proceso de gentrificación de Tandil”
El candidato a concejal y principal referente del peronismo en la ciudad dialogó con El Eco de Tandil.

Rogelio Iparraguirre y su familia alquilan hace 4 años una casa en el barrio Falucho. Pasa seguido por la avenida Bolívar y por eso notó que el Municipio tardó menos de 14 días en tapar un bache que se había abierto antes del semáforo de Serrano. “Pero vas a una reunión con vecinos de El Tropezón, y te muestran una esquina donde hace años que están pidiendo que pase la máquina para arreglar. Años, no días. Hay una ‘L’ invertida de un Tandil olvidado por la gestión de Lunghi. ¿Cómo hacés para sostener ese capital tan importante que es la idea común de ser tandilenses cuando empiezan a flaquear estos vasos comunicantes?", dijo poniendo un ejemplo del punto central de su mirada sobre la ciudad y las propuestas que proyecta llevar al Concejo Deliberante. En concreto, la necesidad de planificar Tandil y “empezar a revertir el proceso de fractura social” entre vecinos.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailEn plena campaña, a días de una elección en la que se presenta como primer candidato a concejal por Fuerza Patria, Iparraguirre recibió a El Eco de Tandil y brindó una extensa entrevista. Consultado sobre lo primero que piensa poner sobre la mesa en el Legislativo local, el actual diputado nacional recordó que sus propuestas “han sido acompañadas con gestión”, y mencionó a la construcción de centenares de viviendas en Sans Souci.

Pero además, hizo hincapié en su idea de “desacelerar el proceso de gentrificación en la ciudad”. Por si hace falta aclarar, la gentrificación es el proceso en el cual un barrio o una zona se transforman por la llegada de proyectos inmobiliarios de categoría, los cuales suelen avanzar demoliendo las viviendas de los residentes originales. El término no es nuevo, pero quien siga los comentarios y aportes de vecinos en redes sociales notará que tiene cada vez más resonancia a nivel local. “Es muy importante todo aquello que tienda a empezar a revertir el proceso para mí más urgente de Tandil, que es el de fractura social. Desacelerar el proceso de gentrificación”, sintetizó.
La idea va más allá de la planificación urbana, e Iparraguirre la condensó en el concepto de “cristal roto”. El cristal es la ciudad y su identidad, los fragmentos son los barrios y zonas que –separados-, se convierten en “un gran country sin alambres”, donde unos y otros no se conocen.
En el marco de una campaña donde encuentra tanto a quienes le transmiten su apoyo, como a los que lo insultan y también a aquellos que directamente ni se enteraron que hay elecciones en pocos días, el candidato recibió a El Eco y charló de todo eso y algunas cosas más.
Equipo técnico y propuestas
-Hablemos de propuestas para Tandil. ¿Qué es lo primero que te imaginás llevando al Concejo Deliberante?
-Si hay algo que como equipo de trabajo y proyecto de ciudad es en lo que somos fuertes, lo digo con orgullo porque no es una cuestión personal sino de un equipo, son las propuestas. No hemos parado de redoblar la apuesta con propuestas, y lo nuestro es un libro ya, muy estudiado y trabajado.
Hicimos en el Campus un encuentro con nuestros equipos técnicos, y es algo que hacía muchos años no ocurría en Tandil, esto de rodearte con los que saben para darles el espacio, que sean ellos los que marquen el camino en términos programáticos, de propuesta posibles.
Algo contrario a lo que sucede en procesos que tienden a eternizarse, como el lunghismo, una de las cosas que se pierden en el camino es la capacidad de convocar y escuchar a otros. En ese sentido, somos lo contrario. Tenemos un centenar de nombres de lo mejor de Tandil en términos técnicos y profesionales.
-¿De qué campos? ¿De qué rubros?
-Del urbanismo, por ejemplo, y de la infraestructura. Desde el presidente del Colegio de Arquitectos al presidente del Colegio de Ingenieros, a ambientalistas, especialistas en residuos, en fauna serrana, en preservación del paisaje, en educación.
-Y a partir de ese trabajo, ¿Qué ves como prioritario para Tandil?
-En un Concejo donde el oficialismo ya no va a volver a tener la mayoría automática, la construcción de acuerdos vuelve a cobrar sentido. Y para nosotros eso es muy importante en el sistema democrático, hacer hincapié en todo aquello que tienda a empezar a revertir el proceso para mí más urgente de Tandil, que es el de fractura social. Desacelerar el proceso de gentrificación.
En lo que a integración respecta, la sociedad se ha convertido en un cristal roto. Si tomamos pedazos de ese cristal, la ciudad se convierte en una especie de gran country sin alambres, donde se condensan circuitos culturales, de consumo, educativos, deportivos y urbanos. Y empiezan a tener un grado de disociación absoluto, y de desconocimiento con otros pedazos de cristal ubicados en otras partes de la ciudad.
Y Tandil podía jactarse de la capacidad de generar integración social, aún en medio de las desigualdades propias del sistema en el que vivimos.
-¿Cómo eso se concreta en propuestas?
-Todo lo que tenga que ver con el deporte, con la atención y la prevención de adicciones, con la salud mental especialmente de los jóvenes, con la educación, pero también que tenga que ver con la mirada respecto de a dónde se vuelca la inversión en relación al desarrollo de infraestructuras, iluminación, asfalto, seguridad.
Hay que empezar a equilibrar un poco un desbalance que se tornó muy obsceno, y ya es inocultable. Se ha tornado muy obsceno el juego del lunghismo, del Intendente y su equipo, en como atendemos a unos tandilenses en relación al otro.
Todo lo que tenga que ver con empezar a revertir ese proceso van a ser nuestras prioridades del Concejo Deliberante.

Fondear el fondo
-Planteás un diagnóstico, pero ¿Cómo se aborda? ¿Cómo puede trabajarse en la ciudad?
-Hay cosas que son urgentes. Una política deportiva potente, decidida, donde haya un vuelco en materia de inversión en ese sector es urgente porque -no descubrimos la pólvora-, de los beneficios que tiene generar espacios de práctica deportiva para quienes no tienen la oportunidad.
Somos la única ciudad de la provincia de Buenos Aires sin un polideportivo municipal, sin un programa deportivo. Uno puede tener una mirada crítica de la política sanitaria o de la política de seguridad, pero en el caso de la política deportiva, no es que sea mala, sino que no hay. Entonces, no puede ser ni siquiera juzgada.
En mi paso anterior por el Concejo trabajé con una batería de ordenanzas vinculada al deporte con una mirada integral como una herramienta muy potente de integración social. Logré que se aprobara una sola, pero el Intendente Lunghi no la promulgó, nunca firmó el decreto.
-¿Cuál fue?
-La de patrocinio y tutorías deportivas, que permite al sector privado de Tandil hacer aportes a los clubes o a un deporte o a un evento deportivo o a un deportista y descontar hasta el cincuenta por ciento en dos ejercicios de la Tasa Unifica de la Actividad Económica.
-¿Y en planificación urbana cómo puede concretarse esto de desacelerar la gentrificación?
-En materia de planificación urbana, nuestras propuestas han sido acompañadas gestión. Y pongo un ejemplo que me llena de orgullo, que es el Proyecto Urbanísitico Sans Souci. Tuvo algo muy sencillo, que es que nace de que te importe el tema.
Nuestro Plan de Ordenamiento Territorial dice que la ciudad se tienen que desarrollar hacia el arco noroeste. Miguel Lunghi gobierna hace 20 años, 23 años. Está el Plan de Ordenamiento, y tenés un punto hacia donde Tandil tiene que crecer, y en el corazón de ese punto tuviste en tus narices un macizo urbanizable con todos los indicadores y ¿nunca se te ocurrió ir a hablar con alguien? ¿Nunca miraste?
Si a lo largo de veinte años no viste la oportunidad, es que no te importa. Es que no es parte de tu proyecto el desarrollo urbano con oportunidades.
Ahí hay una muestra cabal de lo que se puede hacer en materia de desarrollo urbano y planificación. Pero la condición número uno es que te importe. Por eso quiero poner de relieve la experiencia concreta del desarrollo urbanístico, con una planta de efluentes.
Con eso a nuestro favor estamos planteando el Fondo de Desarrollo Urbano, que es la afectación de los derechos de construcción a un fondo de desarrollo. Una herramienta que estaba prevista en el Plan de Ordenamiento pero no estaba reglamentada.
-Eso ya existe…
Lo que no existe es el fondeo de ese fondo, valga la redundancia. El fondo es raquítico. Porque no destinan lo que tienen que destinar ahí. Ahora están hablando del tema, yo me enteré por la nota de El Eco…
-La idea de establecer una tasa para nuevas construcciones y poder financiar obas de aguas y cloacas…
-Pero empiezan a hablar con el problema candente, con la bomba explotando en las manos en materia de infraestructura. Particularmente por el caso del agua. Y las avenidas no son el único sector. Todo el corredor Don Bosco hasta El Gallo tiene exactamente el mismo problema, y también La Movediza y El Tropezón. Hay en Tandil un tema muy serio con el agua.
Las inversiones que va a haber que hacer en Tandil, son grandes. ¿Alguien las está planificando o vamos a esperar a que no salga agua de la canilla?
-Estás en campaña, recorrés los barrios, hablás con vecinos. ¿Qué percibís? ¿Con qué te encontrás?
-Esta campaña particularmente tiene una mixtura. Siendo un poco esquemático, en la campaña del 2019, sobre el final del desastre macrista, la gente en la calle era “vamos Rogelio, vamos muchachos adelante”.
Dos años después, pandemia mediante, la gente sacaba medio cuerpo de la ventanilla del auto para insultarte nomás. Otros dos años después, en 2023, la apatía y el desinterés era lo que más se notaba directamente. Y ahora están pasando las tres cosas a la vez. Ese es el registro que tengo.
-Para el final, vuelvo sobre la idea de gentrificación. Cuando caminás la ciudad con tus propuestas, cuando vas desde La Movediza o Las Tunitas hasta el Barrio Golf y charlás con los vecinos. ¿Les hablás de gentrificación o cómo te referís a eso?
-Una cosa que he notado y en la que me he puesto más cuidadoso es en el cómo se dicen las cosas. Sobre todo a los más perjudicados, a los más despreciados por una gestión. Son vecinos que no tienen muchas ganas de escuchar el diagnóstico de qué lugar ocupa él, su familia, sus padres y sus vecinos en ese diagnóstico.
-Sus hijos…
-Sí. Que yo tenga cuatro columnas LED en mi cuadra y que a él le cuelgue un foco naranja en la esquina y sea una boca de lobo o viva con miedo, la diferencia es obscena.
Uno tiene que ser cuidadoso en el modo en el que lo transmite. Porque más allá del lugar en el que te tocó nacer y de una gestión que puede durar más o menos, vos sos tandilense y querés sentirte tandilense. No querés que alguien te diga que parece que no lo fueras.
Ahí hay todo un tema. La gentrificación es un término que por ahí es difícil de masticar. Y que pone en tela de juicio, nos hace preguntarnos ¿Somos todos tandilenses? ¿Sigue teniendo o va a seguir teniendo la potencia que tiene en términos subjetivos para el conjunto? ¿O eso también se va a romper?
Si profundizás el proceso de fractura social, es difícil, por el carácter subjetivo del imaginario común de ser tandilense. Creo que ese es el gran desafío de nuestra época, que esto tiene que tener una dimensión material, porque si no se vuelve más débil el lazo común.
Redactor El Eco de Tandil