Inés y su familia transitan una nueva vida tras recibir el alta médica
Luego de 253 días de internación, los padres de la bebé relataron cómo llevan adelante esta etapa repleta de emociones.
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Emoción y alegría fueron las primeras sensaciones que experimentó la familia Socobehere luego de que Inés, la bebé tandilense que recibió un trasplante de corazón que le devolvió la oportunidad de vivir, recibiera el alta médica tras 253 días de internación en el Hospital Italiano.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailEn comunicación telefónica con el programa Plataforma Magazine de El Eco Multimedios (Eco TV y 104.1 Tandil FM), Juan Socobehere y Julia Fuentes, los padres de Inés, revelaron detalles de la nueva etapa que comenzará en sus vidas a partir de estos momentos y resaltaron la importancia de la donación pediátrica.
"Ella tiene 22 meses pero es como si fuese una nena de un año que está explorando el mundo. Ahora está haciendo todo lo que, prácticamente, durante un año perdió", sostuvo Juan Socobehere. Una de las cuestiones que más resaltaron de este período es la búsqueda de contacto permanente por parte de la niña a través de abrazos, besos y caricias.
Según expresaron, Inés deberá comenzar con diversos controles ambulatorios por lo que la familia continuará residiendo en Buenos Aires durante el lapso de los seis meses posteriores al trasplante. “Si todo sale bien creemos que para enero podríamos estar volviendo a Tandil y siempre, una vez al mes o cada 20 días, tenemos que viajar a hacer los controles acá”, especificaron.
“Bauti es el verdadero héroe de esta historia”, declaró Julia. La figura de su hijo mayor se consolidó como un gran a apoyo para ambos, quienes destacaron la valentía del menor al continuar con sus obligaciones en Tandil junto a sus familiares mientras sus padres se encontraban a kilómetros de distancia. “A nosotros nos salvó Bauti también, porque cada vez que él llegaba para nosotros era como una inyección de energía”, expusieron.
La importancia de donar
Los padres de Inés destacaron la importancia de hablar de la donación pediátrica, para generar conciencia en la comunidad. “No es fácil. Nosotros hablamos desde nuestra experiencia con el corazón. Buscamos que los chicos de primaria y de secundaria nos escuchen, hagan preguntas, que sepan que existen niños que pueden necesitar un órgano para vivir. Hay que crear esa sociedad donante y creo que lo estamos logrando. Que todos sepan que donar salva vidas”, manifestaron.
Según indicaron, actualmente hay más de 190 chicos que se encuentran en lista de espera. “Es impresionante. El número no baja. Entonces, hay que hacer algo urgente”, subrayaron. Cabe destacar que existe un proyecto para modificar la Ley Justina (Ley 27.447) con el propósito de que cada familia pueda tomar la decisión de si el niño será donante en el momento en el que se lo inscribe en el registro civil, una afirmación que luego se ratificará a los 8 y a los 16 años.
Al ser cuestionados sobre el vínculo con la familia donante, los papás de Inés revelaron que aún no mantienen contacto. "Nosotros estamos desesperados por conocerlos, no hay nada que nos gustaría más que darles un abrazo y decirles que vamos a cuidar este corazón como oro. A nosotros nos encantaría, pero siempre es una decisión que debe tomar la familia donante", contaron.
“Ninguno de los cuatro volvimos a ser los mismos desde aquel 3 de enero", aseguraron. "Aprendimos a valorar la vida y los pequeños momentos, por eso hoy disfrutamos cada minuto”, reflexionaron.
Finalmente, agradecieron el acompañamiento constante y la solidaridad de parte de la comunidad, tanto de Tandil como de otras localidades vecinas. "Nos ayudaron un montón compartiendo la historia de Inés. Eso no tiene valor económico, pero es importante porque genera conciencia y empatía. Es una ayuda que no tiene precio", concluyeron.
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