Jubilados de la ciudad marcharon al PAMI: “Existimos, queremos que nos escuchen”
Los adultos mayores nucleados en Amalu volvieron a manifestarse como todos los primeros miércoles de cada mes.

Jubilados y jubiladas de la ciudad volvieron a manifestarse a las puertas del PAMI. Como todos los primeros miércoles de cada mes, los nucleados en Amalu se convocaron a la esquina de Pinto y avenida Santamarina y marcharon hacia las oficinas de la delegación local del organismo, en reclamo por el ajuste contra el sector.
Recibí las noticias en tu email
Accedé a las últimas noticias desde tu email“Cada primer miércoles del mes hacemos una movilización, una manifestación y así como nos eligieron a nosotros como blanco, a todos los sectores más vulnerables, a la niñez, a los adultos mayores, a las personas con discapacidad, a las más vulnerables a las que tienen pensiones no contributivas”, señaló en diálogo con El Eco de Tandil Celia Sucurado, una de las referentes de la organización.

En Amalu –Adultxs Mayores en Lucha-, se organizaron un grupo de adultos mayores y jubilados de diferentes orígenes y sectores, en pos de visibilizar los reclamos del sector. Desde el cambio de gobierno a nivel nacional en diciembre de 2023 convocaron a marchas y movilizaciones por los recortes en medicamentos y otras políticas sociales. Pese a entregar petitorios a los referentes locales del gobierno nacional –Gonzalo Santamarina como jefe regional de Anses y Martiniano Corbetta en PAMI-, a la fecha, informaron, no tuvieron respuestas.
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Del mismo modo, poco después de las 11 del miércoles 2 de julio se encontraron en la esquina de Pinto y avenida Santamarina portando pancartas con inscripciones como “La dignidad no se negocia”, “La crueldad es política de Estado”, y “Existimos, queremos que nos escuchen”, entre otras. Lo hicieron volanteando a transeúntes y automovilistas, así como también sumando a su reclamo a otros adultos mayores que se encontraban en las oficinas del PAMI.

“El PAMI es de los jubilados”
“El régimen elige disciplinar al resto de la sociedad mostrando su crueldad. Bueno, nosotros también elegimos el PAMI como símbolo, el PAMI es de los jubilados, no es una herramienta del Estado para ejercer una demostración de poder”, planteó Sucurado.
“Entonces hemos elegido el PAMI y vamos a ir a PAMI y Anses. Porque tenemos muy en claro que en Tandil -donde tenemos Amalú- habrá una cantidad de 30 mil jubilados. ¿Y cómo no somos más acá? Porque realmente hay una imposibilidad de moverse, por el frío y demás. Por eso tenemos una gran responsabilidad de ejercer la representatividad que tenemos del resto de los jubilados y jubiladas. Y en esa representatividad tenemos en claro que tanto el PAMI como la Anses, Santamarina y Corbetta, representan al régimen de Tandil. Entonces nosotros vamos a manifestarnos ante ellos”, explicó la jubilada.

Al momento, agregó Sucurado, las autoridades locales de los mencionados organismos nacionales no emitieron respuesta ante los petitorios que les fueron elevados. “No nos han contestado nunca los pedidos que les hemos hecho. Sabemos que Corbetta se tomó una licencia en este momento. Y a Santamarina le haremos una visita próximamente porque lo hemos visto ya hablar de motosierra y demás. Y esto excede lo que es el organismo de previsión social del Estado, excede el Anses, él está pensando en una motosierra para Tandil”, sostuvo.

En la misma línea, amplió manifestando que “a Tandil lo hemos construido los tandilenses con diferencias. Acá desde que volvió la democracia hasta ahora ha habido gobiernos municipales de distintos signos, pero todos han trabajado por construir el Tandil que hoy tenemos. Incluso con todas las diferencias que podamos llegar a tener con el intendente Miguel Lunghi, reconocemos que se ha trabajado para construir un Tandil, al que desde mi punto de vista, le faltan algunas otras cosas más, pero no para que lo vengan a destruir, no para que vengan a destruir ni siquiera el Estado municipal ni las cosas que tenemos”, alertó.
Consultada por la situación de los jubilados en la ciudad, Sucurado señaló que “la están pasando muy mal, por temas de alimentación, de remedios, de atención. En momentos del invierno tan crudo se nota cuando vos tenés la ropa vieja, la frazada vieja, cuando no te alcanza para calefaccionarte. Es muy difícil.Yo soy de Villa Aguirre, en mi barrio hay jubilados que se están calefaccionando con carbón. Con el riesgo que eso significa, porque no pueden calefaccionarse de otra manera. Y cuando no lleguen a tener carbón, solamente Dios lo puede proteger”, concluyó.