“La mujer era violenta, la amenazaba con que no le mire la cara”, contó el hijo de la señora asaltada
Vicente Omar Fernández, hijo de la mujer de 84 años que sufrió un robo en la mañana de este lunes, relató el dramático momento que le tocó atravesar a su mamá. Indicó que los delincuentes tenían conocimiento de la familia y que hace un mes ya había intentado ingresar a la casa. Indignado por el accionar de la seguridad se preguntó: “¿Para qué ponen las cámaras?”.

En la mañana del lunes se registró un violento robo en un domicilio del barrio de Villa Laza. Una adulta mayor, de 84 años, fue atada de pies y manos por una pareja de delincuentes que lograron concretar la sustracción de una suma de dinero en efectivo. Distintas dependencias policiales trabajaron durante toda la jornada en la investigación sin poder dar con los autores del hecho.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailUn día después de ocurrido el hecho, El Eco de Tandil pudo dialogar con Vicente Omar Fernández, hijo de la víctima del robo, quien detalló lo sucedido durante la mañana del lunes, puntualizó la inteligencia que realizaron los delincuentes antes de cometer el hecho y apuntó contra las fuerzas de seguridad por la poca reacción ante la presencia de sospechosos rondando por el barrio la noche anterior.
En primera medida, Fernández definió que su madre se encontraba en buenas condiciones una vez pasado el shock generado por el violento robo. Según indicó, la señora de 84 años había sufrido golpes en la cabeza con la culata de un cuchillo por parte de los delincuentes. “Ella habla que la mujer la violenta. El tipo no tanto, pero la mujer era violenta, la amenazaba con que no le mire la cara. Hubo muchas amenazas”, señaló.
El hecho contado por el hijo
Fernández señaló que la casa tiene cámaras de seguridad en varios sectores y que la que está ubicada en la entrada registró que el lunes a las 0.05 una señora llegó con dos bolsas de basura, las rompió y desparramó todo su contenido en el ingreso del garaje. Esto generó que su mamá salga a juntar y limpiar los desechos cuando se levantó por la mañana.
“Fue a las ocho y pico. Nosotros siempre le decimos que no salga antes de que esté abierta la panadería o vea movimiento. No alcanzó a salir ni dos metros que estas personas salen corriendo porque debe haber alguien que les avisó que ella estaba saliendo. La mujer la empuja adentro de la casa y atrás entra el otro muchacho. Ahí revuelven toda la casa y empiezan a pedirle plata, plata y plata”, narró.
Consultado sobre la posibilidad de que su madre haya tenido una suma importante de dinero guardada, aseguró que tenía dólares porque compraba en modo de ahorro pero que es una señora que cobra una jubilación mínima y una pensión.
Según registraron las cámaras el robo empezó a las 8.33 y duró poco más de una hora. Los delincuentes le ataron las manos con precintos, las piernas a las patas de la cama con un buzo y antes de irse le colocaron una cinta de embalaje en la boca.
Mientras tanto la amenazaron con que le iban a cortar un dedo y que a él, Fernández, lo “tenían y lo “iban a matar”. Según detalló: “En un momento hacen que llaman a alguien y le dicen ‘matalo’. Mi mamá pidió que la maten a ella pero le dijeron que le iban a cortar un dedo para que sufra y la mujer insistía con que no le mire la cara”.
Una vez que los ladrones dejaron la casa, la víctima hizo fuerza para liberar los pies y salió caminando. Como las manos las tenía atada adelante, logró sacarse la cinta de la boca y al salir de la casa se sentó en el paredón y alertó a una vecina sobre lo sucedido. “Está en las grabaciones, le grita a una amiga de toda la vida y lo primero que le pide es que me llame para ver si estaba bien”, agregó.
Un antecedente de hace un mes
Una vez que Fernández llegó al domicilio ubicado en Juan B. Justo 637, encontró a su mamá en lágrimas y en estado de shock. “Ella me decía que la conocían y que eran los mismos. Después vino la policía científica, entramos a la casa y vimos que era un desastre todo”, señaló al mismo tiempo que confirmó que robaron dinero en efectivo y una notebook.
En su relato, el hijo de la víctima contó que el 26 de julio habían querido ingresar en el domicilio. En ese entonces, la señora logró ver una persona que estaba intentando forzar la reja de la cocina trasera pero que se escaparon al notar movimiento dentro de la casa.
Este hecho no fue aislado. Para unir cabos, Fernández contó que los delincuentes la llamaron por su apodo y que además lo nombraron a él, a su hermano, a una prima que vive al lado y las nietas de la víctima, que anteriormente vivían a la vuelta del domicilio. “Los ladrones le hablaron como que la conocían. ‘Te entramos Coquita, ¿viste que igual te íbamos a entrar?’ Le decían”, detalló.
Fernández apoyó la idea de que hayan hecho una operación de vigilancia porque, según contó, desde el hecho del 26 de julio hasta el domingo previo al robo, la mujer estuvo acompañada siempre por algún familiar y que su hermano se fue justamente el domingo a las 6 de la tarde.
“Alguien estaba vigilándola. Vieron que mi hermano tiene una camioneta doble cabina, que va un primo con otra camioneta mas nueva, que es una casa linda, arreglada y pensarán que tiene plata pero nada ver, nosotros somos choferes, no tenemos nada”, aseguró.
Esta situación es la que despierta el enojo y la impotencia del hijo de la víctima ya que todavía no encontró explicación para que el Centro de Monitoreo de Tandil (CMT) no hayan visto el andar sospechoso de la pareja que terminó cometiendo el ilícito en la mañana del lunes como para poder accionar a tiempo.
“¿Sabés que me molesta a mí? Es que dicen que no hay inseguridad en Tandil y en realidad están robando bicicletas, motos. ¿Para qué ponen las cámaras? Hay una en Cabildo y Juan B. Justo, otra más abajo y el Monitoreo no ve a una persona que está rondando, que no está haciendo nada, que no está comprando a esa hora. Mandá a un móvil, me parece a mí, pero por ahí capaz que es difícil y yo estoy hablando de caliente”, agregó.
Por el momento la investigación llevada a cabo por las distintas dependencias policiales continúa su desarrollo. El estudio de las cámaras del Centro de Monitoreo, como las privadas, son de vital importancia para reconstruir el recorrido de los delincuentes. “Quiero que esto se haga ver. Ya está, pasó, pero que no siga pasando más como viene sucediendo”, cerró Fernández.
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