Un diagnóstico de cáncer que se revirtió antes del tratamiento: el milagro de Manuel Sosa
En agosto de 2005, Manuel Sosa, por entonces de 48 años, recibió un diagnóstico de cáncer de próstata. Entre estudios, consultas y la decisión de operarse o no, tuvo un sueño que lo llevó a un santo desconocido para él, San Librado. Lo que ocurrió después desconcertó a médicos y especialistas. Hoy, a dos décadas de aquel episodio, aseguró que su historia es la prueba de que los milagros existen.

En 2005, Manuel Sosa tenía 48 años y llevaba una vida activa. Corría, andaba en bicicleta, nadaba, practicaba diversos deportes y trabajaba como mecánico en la VI Brigada Aérea. Como parte de sus chequeos anuales, decidió realizarse un análisis de PSA, el antígeno prostático específico que se utiliza para detectar posibles problemas en la próstata. Lo atendió el médico urólogo Miguel Garcés, quien le solicitó un estudio de rutina en un laboratorio local.
Recibí las noticias en tu email
Accedé a las últimas noticias desde tu emailEl resultado encendió la primera alarma: los valores estaban muy por encima de lo normal. Garcés decidió pedir un análisis más complejo, que en aquel entonces se enviaba a Bahía Blanca. El segundo estudio confirmó el aumento y, en pocos días, el PSA pasó de 4,7 a 5,3. “Pensé que podría ser una inflamación, pero el médico me dijo que no, que había que hacer una biopsia de la próstata para saber de qué se trataba”, recordó Manuel veinte años después en conversación con este Diario.