Nada fácil fue la apertura de la diagonal de acceso al Parque Independencia
Lograr el dominio comunal de la tierra fue lo difícil, ya que tras un intento frustrado para paralizar la venta judicial, llegó a rematarse en pública subasta. El adquiriente renunció a la posesión legítima posteriormente, cediendo sin ningún beneficio el inmueble a la Municipalidad.

No solo tigres, de los que hablaba Darwin, existían en este remoto sitio de la pampa que era Tandil, a mediados del ochocientos. Según escritos de viajeros que llegaron aquí por aquel entonces, había también aves rapaces que anidaban y revoloteaban en las colinas cercanas al pueblo.
Recibí las noticias en tu email
Accedé a las últimas noticias desde tu emailPor eso cuando llegaba algún visitante a La Movediza, por ejemplo, que era el lugar más visitado, a Albión, a La Cascada o el Centinela, a los acompañantes no les faltaba nunca una escopeta para quemar unos cuantos cartuchos en dirección a los aguiluchos afincados en las formaciones pétreas más altas.
Y si bien la población en aumento fue alejando a esas amenazas del entorno inmediato de la zona urbanizada, una de esas aves de presa, empecinada en no abandonar su hábitat, voló durante mucho tiempo lo que fue después el Parque Independencia de nuestros días. Por eso antaño se lo denominó "Cerro del Águila".