Cinco tips para aliviar la alergia al polen

La primavera comienza a asomar y trae consigo días más largos, temperaturas agradables y un renacer de la naturaleza. Sin embargo, para quienes sufren de alergia al polen, esta estación puede convertirse en un verdadero desafío. El polen, al ser inhalado o entrar en contacto con la piel, es interpretado por el sistema inmune como un agente dañino, aunque no lo sea. Así, el cuerpo produce anticuerpos y libera histamina, lo que desencadena síntomas como estornudos, congestión, picazón ocular y malestar general.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailDe acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la rinitis alérgica afecta a más del 20 % de la población mundial y su prevalencia sigue en aumento. En Argentina, estudios de la Asociación Argentina de Alergia e Inmunología Clínica señalan que las consultas por síntomas relacionados con el polen crecen año a año, en especial durante los meses de primavera. Más allá del tratamiento médico con antihistamínicos, existen hábitos cotidianos que ayudan a prevenir y disminuir las molestias.
La clave está en reducir el contacto con los alérgenos y en fortalecer la respuesta del organismo de manera integral. Desde medidas de higiene simples hasta estrategias de cuidado de la piel y la alimentación, adoptar ciertas rutinas puede marcar la diferencia en la calidad de vida. Aquí te compartimos cinco recomendaciones prácticas que podés empezar a aplicar hoy mismo.
Qué hacer para aliviar los síntomas
1. Ropa y piel libres de polen: cada vez que llegás a casa, cambiá la ropa que usaste en la calle y lavá tu rostro y manos con abundante agua. El polen se adhiere fácilmente a las fibras textiles y a la piel, por lo que esta medida evita que se disperse en el hogar. Si es posible, una ducha rápida elimina residuos y brinda un alivio inmediato.
2. Protegé tus ojos y vías respiratorias: el uso de anteojos de sol reduce el contacto del polen con los ojos, y mejor aún si tienen protección lateral. En días de alta concentración, una mascarilla descartable puede limitar la entrada de alérgenos en las vías respiratorias. También existen pequeños filtros nasales que actúan como barrera adicional, aunque se recomienda combinarlos con respiración nasal.
3. Cuidá tu piel con barreras protectoras: aplicar vaselina en las aletas de la nariz ayuda a atrapar gran parte del polen antes de que ingrese al organismo y, al mismo tiempo, protege la piel del roce constante con los pañuelos. Otra opción es utilizar un fotoprotector o crema ligera antes de salir, que forma una película preventiva sobre la piel. Si al regresar notás irritación, limpiá el rostro con suavidad y optá por productos calmantes que contengan avena, niacinamida o pantenol.
4. Aire limpio dentro de casa: ventilar el hogar es importante, pero conviene hacerlo al mediodía, cuando la concentración de polen en el aire es más baja. Evitá abrir las ventanas a primera hora de la mañana o al atardecer, que son los picos de polinización. Si los síntomas son intensos, un purificador de aire con filtro HEPA puede ser un gran aliado para reducir los alérgenos en interiores.
5. Aliados desde la alimentación: la nutrición también puede ayudar a moderar la inflamación alérgica. Incluir en tu dieta frutas y verduras ricas en vitaminas A, C y E, además de minerales como zinc y selenio, favorece el equilibrio del sistema inmune. Los pescados grasos y frutos secos, por su contenido de ácidos grasos omega-3, también aportan propiedades antiinflamatorias naturales.