Cardiología: los tratamientos y procedimientos que hoy están cambiando vidas
En el primer simposio del Servicio de Hemodinamia del Sanatorio Tandil, especialistas en cardiología abordaron los principales avances en procedimientos endovasculares, las nuevas terapias estructurales y el impacto de la tecnología en la atención de pacientes con enfermedades cardiovasculares.
Las jornadas permitieron mostrar cómo se trabaja localmente con técnicas que antes solo estaban disponibles en grandes centros urbanos y que hoy representan un cambio sustancial en la calidad de vida de las personas.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailEl eje del Primer Simposio de Hemodinamia “Del Corazón a la periferia: abordaje integral del paciente cardiovascular” giró en torno a todas las enfermedades que pueden diagnosticarse o tratarse a través de la hemodinamia: cardiopatías estructurales, enfermedades de las arterias, arritmias y patología coronaria.
“Por lo general, todo lo referido a la cardiología intervencionista pasa por aquí”, explicaron los doctores Marcelo Brizio, cirujano cardiovascular, y Juan María Manazzoni, cardiólogo intervencionista, integrantes del Servicio de Hemodinamia del Sanatorio Tandil.
En diálogo con Eco Salud de El Eco Multimedios, los profesionales destacaron que “se trata de un campo que avanza rápidamente y obliga a una actualización permanente”.
Implantes valvulares: el avance más significativo
Los implantes valvulares endovasculares “representan uno de los mayores avances de la cardiología intervencionista moderna. Tradicionalmente, los problemas severos de las válvulas cardíacas —como la estenosis (estrechez) o la insuficiencia (cuando la válvula no cierra bien)— solo podían resolverse mediante una cirugía a corazón abierto. Esto implicaba abrir el tórax, utilizar circulación extracorpórea y atravesar un proceso de recuperación largo y complejo. Con el desarrollo de las técnicas endovasculares, esa realidad cambió de manera profunda”, subrayaron.
El doctor Manazzoni explicó que un implante valvular endovascular “consiste en colocar una nueva válvula dentro de la válvula enferma utilizando un catéter que se introduce generalmente por una arteria de la pierna. Este catéter transporta una prótesis plegada, que se expande una vez que llega al corazón y comienza a funcionar de inmediato".
Intervenciones menos invasivas, pero no menos delicadas
Las nuevas terapias estructurales se realizan con sedación o anestesia general y, aunque son menos invasivas que una cirugía abierta, siguen siendo procedimientos de alta complejidad. “La diferencia está en el abordaje endovascular, que acorta la recuperación y mejora la reinserción del paciente a su vida cotidiana”, indicaron los médicos cardiólogos.
La mayoría de quienes llegan a estas instancias presentan patologías avanzadas. Tras un estudio diagnóstico —habitualmente iniciado por un cardiólogo clínico—, un equipo interdisciplinario integrado por cardiólogos, cirujanos y especialistas en cuidados críticos define la estrategia de tratamiento. “Uno propone, pero quien decide finalmente es el paciente, siempre dentro de las opciones terapéuticas posibles”, subrayaron.
Selección de pacientes y nuevos desafíos
Si bien la tendencia apunta a expandir las técnicas mínimamente invasivas, no todos son candidatos a estos procedimientos. “La selección depende de la condición clínica, el riesgo quirúrgico y también de factores externos, como los costos y la disponibilidad de prótesis”, indicaron los profesionales médicos.
La edad, además, continúa siendo un determinante. “A medida que nos ponemos más viejos, nos enfermamos más. Y hoy tenemos más herramientas para tratarlo”, subrayó Brizio, al tiempo que explicó que “lo que antes era impensado —como intervenir a un paciente de 80 o 90 años— hoy es una práctica frecuente gracias al avance tecnológico”.
Angioplastía: pasado, presente y lo que viene
El simposio también repasó el rol de la angioplastía, procedimiento que consiste en implantar un stent para mantener abierta una arteria estrechada. “Si bien la técnica tiene casi cinco décadas, continúa evolucionando: hoy existen balones liberadores de droga que permiten tratar lesiones sin dejar una prótesis permanente. Es una tendencia que seguramente irá en aumento”, subrayó Manazzoni.
La enfermedad coronaria sigue siendo la más frecuente y afecta tanto a hombres como a mujeres.
Aunque factores como el estilo de vida inciden, la genética sigue siendo determinante. “A veces hay pacientes jóvenes, sanos, deportistas, y aun así ocurre un evento. Eso es mala suerte y genética”, destacó Brizio.
Tecnología y actualización constante
El desarrollo de nuevos materiales, dispositivos más pequeños y menos reactivos, y la posibilidad de intercambiar información en tiempo real con centros de referencia del mundo permite mejorar la práctica médica. “Lo que estamos diciendo hoy quizás ya esté quedando viejo”, admitieron los profesionales, subrayando el ritmo vertiginoso de la innovación.
En Tandil también se trabaja con tecnologías recientemente incorporadas, como los marcapasos sin cables, “una solución que reduce complicaciones y acelera la recuperación del paciente. Un avance que hace poco era impensado y que hoy forma parte del arsenal terapéutico local”.
Cuadros avanzados y decisiones complejas
Los especialistas del Servicio de Hemodinamia coincidieron en que la mayoría de los pacientes que reciben ya se encuentran en etapas avanzadas de su enfermedad cardiovascular. “El paciente que llega a nosotros es porque está muy enfermo. Son personas que ya atraviesan síntomas severos o complicaciones que requieren intervención urgente o de alta complejidad”.
La hemodinamia trabaja sobre la resolución de patologías ya instaladas. “Cuando un paciente es derivado al servicio, ya presenta una obstrucción importante, una válvula que dejó de funcionar adecuadamente o una alteración estructural que compromete la calidad de vida —y muchas veces la supervivencia—. Para entonces, los factores de riesgo, el desgaste del corazón y, en algunos casos, la falta de controles previos, ya hicieron su recorrido”, detallaron los especialistas.
Aunque las técnicas que se aplican hoy son menos invasivas que las cirugías tradicionales —como los implantes valvulares por catéter o las angioplastías con stent—, eso no significa que sean procedimientos simples. “Se trabaja sobre la bomba”, remarcan los médicos, en referencia al corazón, un órgano que no admite margen de error.
Por eso, aunque la cardiología moderna permite tratar a personas de 80, 85 e incluso 90 años con resultados impensados décadas atrás, cada intervención sigue siendo un desafío clínico. “Nosotros tenemos que resolver enfermedades. Y resolverlas, en estas condiciones, implica tecnología avanzada, equipos coordinados y decisiones médicas que buscan siempre el equilibrio entre riesgo, beneficio y calidad de vida”.
Un simposio para difundir y fortalecer la atención regional
El encuentro buscó también visibilizar el trabajo del servicio ante médicos, enfermeros y técnicos de la región. “La posibilidad de resolver urgencias cardiológicas de manera inmediata es un beneficio central. En casos como el infarto agudo de miocardio, cada minuto cuenta y solo un equipo operativo en la ciudad puede salvar la vida del paciente”, subrayaron los médicos cardiólogos.
Sobre el futuro de la especialidad, los profesionales coinciden en que todo es imaginable. Las innovaciones surgen de necesidades clínicas que buscan resolverse y cada nuevo desarrollo representa un peldaño más en la mejora de la calidad de vida. “No es poco lo que se ha logrado”, remarcaron. “Y aunque vivir más no siempre significa vivir mejor, la cardiología intervencionista sigue ampliando las posibilidades de los pacientes, incluso en edades avanzadas”.
El Servicio de Hemodinamia funciona en el Sanatorio Tandil, calle Sarmiento 770. Teléfonos: 249 430 5080 | 249 444 2870
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