Desarrollo infantil: la detección temprana marca la diferencia en la vida de los niños
El proceso arranca desde la concepción. Factores biológicos, emocionales y ambientales son determinantes. Uno de cada cuatro chicos presenta algún trastorno del desarrollo. La intervención precoz mejora el pronóstico.
El desarrollo infantil comienza incluso antes del embarazo, desde el momento de la concepción. Así lo explicó la doctora Lorena Cordi, médica pediatra, neuróloga infantil especialista en Desarrollo Infantil.
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Accedé a las últimas noticias desde tu email“En realidad comenzamos de manera prenatal porque el desarrollo del niño, que se inicia con el desarrollo del cerebro, empieza en el momento que existe la concepción”.
En diálogo con Eco Salud de El Eco Multimedios, la especialista detalló que desde la unión del óvulo y espermatozoide hasta la infancia, la adolescencia e incluso la adultez, “el proceso se despliega de forma continua”.
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“Los factores biológicos, como la salud y nutrición materna, el estado de ánimo, el consumo de sustancias, infecciones, medicación, hábitos y la genética de ambos padres, influyen de manera decisiva en ese camino”, indicó la médica, al tiempo que agregó que “el estado de ánimo de la mamá, el ambiente en el que está esa mujer durante el embarazo, los pensamientos que suceden, las emociones, el deseo”, también se tienen en cuenta.
La especialista indicó que el seguimiento se realiza a través de controles obstétricos, análisis de sangre, ecografías y anamnesis ginecológica, mientras que antes del embarazo se recomienda asegurar un buen estado nutricional, tratar enfermedades previas y consumir ácido fólico.
Momentos clave para la consulta
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La doctora Cordi identificó tres situaciones frecuentes que llevan a las familias a pedir ayuda especializada: “condiciones preexistentes, niños que nacen con factores de riesgo para su desarrollo, como prematuridad, muy bajo peso al nacer o infecciones maternas durante la gestación. Entre ellas, la sífilis congénita representa un desafío grave. Ocurre cuando la madre contrae sífilis en el embarazo sin tratamiento adecuado, lo que impacta en la formación de muchísimos órganos y sistemas del bebé y requiere intervenciones médicas específicas”, detalló.
Asimismo, llegan “padres que consultan porque el niño no habla lo suficiente, les llama la atención cómo se porta o están preocupados por cómo se relaciona con los demás o por el juego o porque tienen una edad en la que se espera que caminen y todavía no lo hacen”.
Y también, en ocasiones, es la institución educativa la que detecta dificultades. “Muchas veces es la escuela, le llama la atención que un niño, por ejemplo, no habla como lo hacen sus compañeritos, no se relaciona como se tiene que relacionar, no aprende”, explicó Cordi.
La especialista sostuvo que su tarea comienza con una pesquisa, es decir, “un tamizaje inicial para identificar posibles trastornos del desarrollo. Si la sospecha se confirma, se realizan instancias diagnósticas y luego se indican tratamientos que, en general, son siempre interdisciplinarios”, y puntualizó: “no trabajo sola, lo hago con un montón de otras profesiones que justamente trabajan en el desarrollo infantil”.
Lenguaje y espectro autista
Los trastornos del lenguaje y el Trastorno del Espectro Autista (TEA) constituyen las consultas más habituales, indicó la neuróloga infantil, y explicó que, en el caso del lenguaje, se trata de niños “que no hablan, comunican poco, hay poca palabra y quizás no hablan como los niños de su edad”. Para estimularlos, “la clave está en el vínculo familiar. Lo que más hay que hacer es hablar con los niños, sentarse a jugar, compartir las cosas, no darles las pantallas”.
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Respecto al espectro autista, la especialista reconoce un aumento en la cantidad de casos y en la precocidad de las consultas “gracias a la mayor conciencia social. Los signos de alerta incluyen la pérdida de habilidades adquiridas. Si un niño miraba a los ojos y no mira más, la ausencia de gestos comunicativos como señalar, el aislamiento, la falta de respuesta al ser llamado, conductas sensoriales como rechazo a ciertas comidas, necesidad de orden excesivo y movimientos repetitivos como el aleteo”.
Lo esencial, afirmó, “es la capacidad de mirar al otro, de mirar a los ojos, de convocar, de entender lo que se dice”, y subrayó que también “una mirada amorosa del adulto es fundamental, ya que la ausencia de afecto puede derivar en conductas similares a las del espectro autista”.
La especialista indicó que el tratamiento del TEA es individualizado y transdisciplinario, “involucrando terapistas ocupacionales, fonoaudiólogas, musicoterapeutas, psicólogos, psicopedagogos y, en algunos casos, psiquiatras infantiles”.
En tanto, en el ámbito escolar, “se trabaja por la inclusión en escuelas comunes mediante acompañantes externos o proyectos pedagógicos de inclusión. Además, muchos adultos reciben diagnóstico tardío, lo que refuerza la necesidad de acompañamiento a lo largo de toda la vida”, enfatizó.
Si bien las causas del aumento en la prevalencia del autismo no se conocen “con certeza”, se investiga la influencia genética y se observa que “hay más varones que mujeres en el espectro”, apuntó Cordi.
Detección temprana: la clave
“La detección temprana es fundamental”, remarcó la médica pediatra, por lo que “permite mejores pronósticos, disminuye costos futuros, prepara a los niños para la escolaridad y la vida laboral, y orienta a las familias con consejo genético. El dato es contundente: uno de cada cuatro niños presenta algún trastorno del desarrollo”.
Y en este punto, la doctora añadió que los padres cumplen un rol decisivo: “Los padres tienen razón siempre”. Por eso recomienda “anotar las preocupaciones antes de la consulta y, si la duda persiste, acudir a especialistas. Las docentes también son aliadas en esta detección precoz. El tiempo es superimportante en esto”, subrayó.
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Cordi concluyó con un llamado “a no postergar las consultas y a recordar que, pese a la dificultad inicial, el diagnóstico abre oportunidades. Aceptar el desafío permite a las familias descubrir que los niños tienen todo por delante y que la intervención temprana marca la diferencia”.
A la doctora Lorena Cordi la pueden encontrar en Instagram como @dra.lorenacordi; el correo electrónico dralorenacordi@gmail.com; o en el 2494 629933.