Trauma y siniestros viales: una emergencia que nos atraviesa
Con casi 300 hechos en solo tres meses, el trauma se consolida como una de las principales amenazas a la salud pública. Las estadísticas reflejan una realidad alarmante que exige prevención, educación y responsabilidad compartida.
El trauma es una enfermedad desde el momento en que tiene una causa, una etiología que es la transferencia de energía sobre el cuerpo humano, más frecuentemente, es mecánica, que se ve en los choques de vehículos, en una agresión, una herida de arma de fuego, cualquier tipo de energía mecánica en ese sentido que produzca un daño corporal y en las funciones, describió el doctor Guillermo Barillaro, médico especialista en cirugía general cuyo trabajo está centrado en cirugía del trauma, urgencias y cuidados críticos.
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En diálogo con Eco Salud de El Eco Multimedios, el profesional que se desempeña en el servicio de Emergencias del Hospital Municipal Ramón Santamarina y en el Hospital Interzonal de Agudos de Mar del Plata explicó que “como toda enfermedad presenta una serie de síntomas y signos que da el cuadro clínico, con el cual el médico que atiende a ese paciente reconoce qué tipo de lesiones puede haber, secuelas, tratamiento, no tiene vacuna y ahí es donde podría entrar el gran capítulo de la prevención”.
“Aunque muchas veces no se lo considera, constituye no solamente una enfermedad, sino que lamentablemente ha llegado a ser epidemia y pandemia, silenciosa, porque no es reconocida como tal, aunque todos los días provoca víctimas”, remarcó.
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Qué provocan los traumas
Barillaro explicó que hay distintos tipos de traumatismos, y “uno de los que más se ve a nivel mundial es lo que tiene que ver con el llamado trauma no intencional, los incidentes de tránsito, choques o colisiones, lo que antiguamente se denominaba accidentes, término que ha sido propuesto desde muchas asociaciones científicas y estados gubernamentales abolir esa palabra porque la definición de accidente hacía siempre referencia a algo que no se podía evitar, a algo azaroso, un designio del destino. Y en realidad detrás del análisis de esos incidentes siempre hay una cuestión prevenible”.
Por eso, “hoy se prefiere hablar de choque, colisión de vehículos, incidente traumático, siniestro vial en el caso de que se trate de ese tipo. Y esa es una de las causas más frecuentes y más importantes en el mundo de lo que es el trauma, que son los siniestros viales”, apuntó Barillaro.
El otro grupo es el que se conoce como trauma intencional, “que generalmente responde a una agresión interpersonal por armas, ya sea de fuego o corto punzante. Y por supuesto ahí entra también el escenario bélico, lugares donde hay conflictos armados que donde también también ocurren este tipo de traumas”.

Incidentes o siniestros viales
La Argentina tiene una larga tradición con una alta siniestralidad a nivel del tránsito. “Actualmente se calcula que hay alrededor de 1.300.000 fallecidos por año en todo el mundo, lo que demuestra que es un problema mundial”, detalló el especialista.
“Y cuando se analizan esas cifras se ve que, lamentablemente, el grupo etario más golpeado está entre los 15 y los 30 años, en la etapa de mayor actividad. Y ni hablar lo que significa cuando se destruyen familias a raíz de la pérdida de un ser querido”, resaltó el especialista.
En el país, “el promedio está por arriba de los 4.000 fallecidos por año. Y yendo más específicamente a Tandil como lugar que crece, las cifras de las que podemos disponer actualmente, que nos han entregado en la Secretaría de Protección Ciudadana, del Observatorio Vial que lleva una estadística y tiene un monitoreo en gran parte de la ciudad de los incidentes, reflejan que en el primer trimestre del año, se registraron 287 incidentes viales, con 248 lesionados de distinta magnitud”.
“El 93 por ciento de estos incidentes viales fueron en el radio urbano, pero es un fenómeno que muchas veces replica en el verano con el movimiento turístico y por otros motivos”, indicó.
Y en este punto, Barillaro destacó que “Tandil tiene rutas importantes de mucha circulación alrededor, donde un 7 por ciento registró incidentes viales este verano con al menos siete fallecidos. Por supuesto que la estadística sigue para lo que resto del año”.

Los traumas más severos
En la ciudad, el predominio es muy amplio, “es una mayoría muy abrumadora de trauma cerrado, lo que más se ve es el siniestro vial”, especificó.
“En las colisiones de ruta hay una mayor incidencia de todo tipo de traumatismos en cualquier parte del cuerpo: cráneo, tórax, abdomen, huesos, pelvis”, al tiempo que agregó que en el radio urbano “es más frecuente el traumatismo de cráneo en el motociclista que va sin casco. Este año hemos tenido una incidencia bastante alta de traumatismo de tórax tanto en las colisiones de moto como de auto”.
Luego, el peatón que es atropellado “tiene una mayor incidencia de lesiones de todo tipo por una mayor situación de desprotección. También el conductor de auto que va sin cinturón de seguridad puede tener un impacto con el volante o en el tablero, o peor aún, salir despedido del vehículo y tener todo tipo de lesiones, así que, realmente el tipo de lesiones es muy variado”.
La prevención como eje
El doctor Barillaro explicó que la prevención primaria en trauma sería ideal, esto es, “que ningún incidente ocurra, pero es lo más difícil de lograr porque hay un tema cultural y educativo detrás”.
“La prevención secundaria es cuando el paciente, lamentablemente, ya sufre una lesión traumática, pero de pronto se disponen de algunas medidas con las cuales se intenta minimizar el impacto. No es lo mismo una colisión en moto con o sin casco, la diferencia es abismal. No solamente la posibilidad de morir o no, sino que incluso el que queda lesionado después, cursa una internación mucho más prolongada”.
“Incluso después lo que es más difícil de recabar es la secuela, porque a veces el seguimiento a largo plazo es más difícil de lograr. Hay mucha gente que queda con secuelas temporarias o de por vida y eso también forma parte de este problema que estamos viviendo”, lamentó.
El tema de la siniestralidad vial “nos afecta a todos y es responsabilidad de todos, desde las autoridades gubernamentales, legislativas, controles policiales, de vialidad, hasta el ciudadano común, todos nosotros”.
La educación vial desde el inicio

El especialista en trauma remarcó que “hay mucho por hacer en lo educacional. Siempre he pensado en la importancia que tiene y el alcance que se le puede llegar a dar, que hubiera una materia en el colegio primario o secundario que se llamara educación vial, es un trabajo, obviamente, a muy largo plazo para que la persona decida ponerse el cinturón de seguridad porque lo ha hecho en alguna clase”.
“Sería una de las áreas en las cuales habría que trabajar el tema educacional porque eso permitiría cambiar, a veces implica cambiar de una generación a otra, lo cual lleva años, Tantos años y tantas víctimas ya se han perdido que de pronto invertir en el futuro creo que es adecuado”, apuntó.
El especialista consideró que “es un tema doloroso, muchas veces la gente no quiere tocarlo. Quién no tiene en su familia alguna víctima, pero es necesario enfrentarlo porque es algo que ha venido para quedarse. Es una verdadera pandemia y que merece la atención a todo nivel”.