8 de Octubre: Día internacional de la Dislexia
Una fecha para crear conciencia y sensibilizar a la población sobre al trastorno del aprendizaje que afecta a gran parte de la población, sin perder de vista las fortalezas que importan
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Un cerebro neurodivergente es aquel que procesa la información de manera diferente a lo que se podría denominar “común”. Implica formas diversas de interpretar, comunicar y comprender el mundo. No significan una enfermedad, sino una manera de pensar y percibir la realidad. Este 8 de octubre se conmemora el Día Internacional de la Dislexia que busca la visibilización de uno de los trastornos que afecta entre otros la lectoescritura en niños y adolescentes.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailSegún la Asociación Europea de Dislexia, este trastorno se presenta en todo el mundo, independientemente de la cultura o el idioma, y afecta aproximadamente del nueve al doce por ciento de la población; entre un dos y un cuatro por ciento puede verse afectado de forma más severa.
Paola Zampatti es psicopedagoga y especialista en neurocognición, y aportó datos y características específicas que distinguen a los disléxicos, demostrando que hay más de una manera de ver y pensar. “Durante años, la dislexia fue vista casi exclusivamente desde la dificultad. Sin embargo, la investigación contemporánea nos invita a mirar más allá del error ortográfico o la lectura lenta, y a reconocer un perfil cognitivo distinto, con fortalezas que florecen cuando el entorno las comprende y potencia”.
Son varias las dificultades ocasionadas por la dislexia. Entre ellas se puede mencionar la lectura y la escritura, afectando el reconocimiento de palabras, la confusión de letras (por ejemplo, “b” y “d”), o problemas con rimas y sonidos de palabras. No se trata de un problema de visión ni de falta de inteligencia, sino de una manera diferente en que el cerebro procesa el lenguaje escrito.
Este trastorno puede afectar a niños y adultos por igual. Zampatti prefiere poner el foco en las habilidades que desarrollan aquellas personas con dislexia y cómo se transforman en distintivos favorables para, como lo llama ella “un cerebro que piensa diferente”.
“Los individuos con dislexia tienden a desplegar un razonamiento no verbal más flexible, una creatividad elevada, un pensamiento holístico (ven el bosque antes que los árboles), y una habilidad visual-espacial destacada” compartió Zampatti; aclarando que la dislexia no es una sola, sino que se trata de un espectro de formas en que funciona un cerebro neurodivergente, donde distintos desafíos y talentos se combinan en proporciones únicas para cada persona.
Dentro de las fortalezas en las que se puede focalizar a pesar de los obstáculos, Zampatti resaltó cuatro áreas:
El razonamiento visual y espacial. Las personas disléxicas tienden a sobresalir en habilidades espaciales, de diseño o de ingeniería visual. “No es casual que nombres como Steve Jobs, Leonardo da Vinci o Agatha Christie aparezcan en las listas de figuras disléxicas reconocidas” comentó Zampatti.
La creatividad y pensamiento divergente. “Suelen generar ideas originales, metáforas visuales o soluciones inesperadas” compartió la licenciada.
Pensamiento holístico. Favoreciendo la resolución de problemas y el desarrollo de proyectos interconectas, la especialista Zampatti describió que en lugar de analizar pieza por pieza,los dislexicos tienden a integrar la información como un todo.
Razonamiento verbal alto (en adultos compensados). Las compensaciones son habilidades que desarrollan quellos adultos que han aprendido a convivir con ciertas dificultades. Es gracias al tiempo y la experiencias que muchos, según compartió la licenciada, desarrollan estrategias que potencian la fluidez verbal, la intuición lingüística y la empatía comunicativa.
Aunque la dislexia puede ser definida a nivel neurobiológico, también es posible pensar en repercusiones en otras áreas del ser, como emociones en la autoestima, el miedo al error, la sensación de frustración, entre otros.
“Cuando la escuela o la familia entienden que leer diferente no significa ‘entender menos’, se produce un cambio profundo. Las adaptaciones (uso de tipografías amigables, audiolibros, apoyos visuales) no son concesiones: son estrategias de equidad cognitiva” compartió Zampatti.
Cada 8 de octubre es una oportunidad de visibilizar y concientizar para generar cambios. “Comprender la dislexia desde la diversidad y no desde la carencia transforma la forma en que educamos, evaluamos y acompañamos. Cada niño o niña con dislexia necesita más que un diagnóstico: necesita un entorno que confíe en sus capacidades, le dé tiempo y le permita explorar su modo propio de aprender” concluyó Zampatti.
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