Muerte súbita: síntomas, cómo actuar y por qué aprender RCP puede salvar una vida
Una especialista explicó que más del 50 por ciento de los casos de muerte súbita ocurren fuera del hospital. Conocer los síntomas y cómo actuar es vital para aumentar las chances de supervivencia ante un paro cardíaco.
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La muerte súbita es un evento inesperado y potencialmente mortal que puede ocurrir en cualquier momento y lugar. Por eso, es fundamental estar preparados para actuar ante esta emergencia, reconocer los síntomas y conocer los pasos de la cadena de vida.
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Accedé a las últimas noticias desde tu email“Se trata de una muerte de causa cardíaca que ocurre dentro de la primera hora del inicio de los síntomas. Puede presentarse en personas con o sin diagnóstico previo de enfermedad cardíaca y, en más del 50 por ciento de los casos en la Argentina, sucede fuera del ámbito hospitalario”, explica la directora médica nacional de Ospedyc, Valeria El Haj.
Las principales afecciones cardíacas asociadas son: cardiopatía isquémica, miocardiopatías (hipertrófica, dilatada), trastornos de conducción, valvulopatías y cardiopatías congénitas. También puede deberse a causas no cardíacas como embolismo pulmonar masivo, rotura de aneurismas o disección aórtica. En todos los casos, el cuadro clínico puede conducir a un paro cardíaco que, sin atención inmediata, resulta irreversible.
Reconocer los signos de alarma puede marcar la diferencia. El dolor o presión en el pecho, la dificultad para respirar, los mareos, la pérdida de conciencia, las palpitaciones o arritmias y la sudoración excesiva son síntomas que no deben subestimarse.
Ante esta emergencia, es importante activar la cadena de la vida.
“La cadena de vida es la secuencia de acciones que aumentan las chances de supervivencia ante un paro cardíaco. Comienza con el reconocimiento de los síntomas y la activación del sistema de emergencias, continúa con una RCP de alta calidad (compresiones torácicas efectivas, aseguramiento de la vía aérea y ventilaciones), sigue con la desfibrilación temprana mediante el uso de un Desfibrilador Automático Externo (DEA) y finaliza con la atención médica avanzada”, comenta la doctora El Haj.
Aprender Reanimación Cardiopulmonar (RCP) es una herramienta simple y fundamental para salvar vidas. Conocer la ubicación de los DEA y saber utilizarlos también puede hacer la diferencia. Por eso, es importante fomentar la capacitación en RCP y uso de DEA en toda la comunidad.
RCP en adultos: las maniobras
A continuación, se detallan las maniobras a realizar:
- Sin poner en riesgo al auxiliador, ubicar a la persona en el piso boca arriba, asegurándose de que no haya obstrucción de la vía aérea.
- De rodillas y de manera perpendicular a la persona, posicionar la base de una mano en el centro del pecho y la otra mano encima de la primera.
- Con los brazos firmes y los hombros sobre el nivel de las manos, realizar compresiones de unos cinco centímetros de profundidad (100 por minuto) dejando que el tórax vuelva a su posición normal entre una y otra compresión. De ser posible, utilizar un DEA.
- Continuar realizando las compresiones sin interrupciones hasta que llegue el servicio de emergencias médicas y comience a practicar resucitación cardiopulmonar avanzada y cardiodesfibrilación.
RCP pediátrica: pasos a seguir
En el caso de la RCP pediátrica, se deben seguir los siguientes pasos:
- Verificar si no hay obstrucción de la vía aérea. * Iniciar compresiones con la misma frecuencia que en los adultos, verificando que el tórax descienda de uno a tres centímetros de su altura.
- La posición de las manos en el tórax varía según la edad del niño; se deben colocar los dedos índice y medio en el centro del esternón, entre los pezones, o con ambos pulgares. En niños más grandes puede requerir compresiones con toda la mano. * Aplicar dos insuflaciones de un segundo cada una, apenas soplando, que eleven el pecho del bebé. * Alternar 30 compresiones y dos insuflaciones hasta que llegue la ambulancia.
- En el momento que se consiga el DEA, un segundo operador debe conectarlo a la víctima sin dejar de hacer compresiones e insuflaciones. Una vez que el dispositivo esté conectado, nos indicará en qué momento dejar de realizar las compresiones y cuándo retomarlas.
Las maniobras deben realizarse hasta el arribo de la ambulancia.
“La muerte súbita no siempre se puede evitar, pero actuar a tiempo puede marcar la diferencia. Una respuesta rápida y la capacitación comunitaria son pilares fundamentales para mejorar la sobrevida. Estar preparados salva vidas”, concluye la doctora El Haj.
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