Una experta argentina advirtió que por el cambio climático el mundo ya perdió 31 años de agua potable
Lo reveló Celeste Saulo, una de las mayores autoridades en meteorología a nivel mundial. Advirtió que el planeta ya perdió “9.000 gigatoneladas de hielo”

La secretaria general de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), la argentina Celeste Saulo, advirtió hoy que el planeta Tierra ya perdió “9.000 gigatoneladas de hielo”, que terminaron en el mar, lo cual equivale a “31 años de agua potable”, y alertó sobre la grave situación que padecen decenas de países insulares, que están perdiendo terreno en forma acelerada.
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Accedé a las últimas noticias desde tu email“Para algunos, el aumento del nivel del mar es la diferencia entre existir y no existir”, graficó Saulo, figura centra del Congreso Nacional del Agua (CONAGUA2025) que se realizará hasta este viernes en Mar del Plata.
La científica argentina brindó una clase magistral en la que repasó los avances científicos en predicción hidrometeorológica, alertó sobre los impactos del cambio climático y remarcó la necesidad de políticas públicas y cooperación internacional para enfrentar la crisis del agua.
La disertación fue en el marco del XXVIII Congreso Nacional del Agua (CONAGUA2025), el evento técnico-científico y de gestión hídrica de mayor trayectoria en la Argentina.
La evolución de la meteorología
En el marco del CONAGUA205, la científica repasó cómo ha evolucionado la capacidad predictiva de la meteorología en las últimas décadas: “En los ‘80 los pronósticos en el hemisferio norte eran mejores que en el sur. Pero a partir del 2000, con la incorporación de satélites, eso cambió. Hoy, un pronóstico a 7 días es tan confiable como uno a 3 días hace 30 años”, explicó.
Y si bien dijo que “la ciencia aporta mucho”, explicó que se necesitan más observaciones en tierra, especialmente en África y América Latina.
“Sin buenos datos, no podemos hacer buenas evaluaciones”, explicó ante la comunidad científica global.
Saulo es doctora en Ciencias de la Atmósfera y licenciada en Ciencias Meteorológicas por la UBA, donde fue medalla de oro en 1987.
En 2002 ingresó como investigadora del CONICET en el Centro de Investigaciones del Mar y la Atmósfera (CIMA), ámbito en el que publicó más de 60 artículos académicos. En 2009 y 2011 fue elegida directora del Departamento de Ciencias de la Atmósfera de la UBA. en 2014 -y nuevamente en 2018- asumió la dirección del Servicio Meteorológico Nacional.
Los puntos salientes de la exposición de Saulo
“Desde 1991, el 91% de los desastres humanos estuvieron relacionados con el agua”, afirmó Saulo, quien aclaró que, aunque la cantidad de muertes ha disminuido gracias a la ciencia, las pérdidas económicas no sólo aumentaron, sino que también reflejan fuertes desigualdades: “A menor desarrollo, más muertes; a mayor desarrollo, más pérdidas económicas”, señaló.
La experta argentina estimó que los sistemas de alerta temprana “redujeron entre 40% y 80% la pérdida de vidas humanas”, por lo que reclamó que sean accesibles para todos.
“Garantizar el acceso a estos sistemas es clave, sobre todo en los países más vulnerables. La infraestructura de datos es vital para tener mejores pronósticos y mejores alertas”, detalló.
Respecto de América Latina, Saulo explicó que se trata de una región con capacidades técnicas destacadas, pero con enormes desafíos institucionales: “Tenemos que organizarnos, compartir lo que sabemos. Hay posibilidades espectaculares, pero la fragmentación nos gana”, graficó.
Destacó también el potencial de tecnologías como los “gemelos digitales”, simulaciones científicas que permiten anticipar el impacto de intervenciones en el sistema hídrico, como una represa. En Argentina, explicó, se trabaja con el proyecto Prevenir, que integra radares e inteligencia artificial para mejorar el pronóstico. “Pero para anticipar mejor necesitamos modelos, datos y cooperación”, sentenció.
Criticó la falta de intercambio de información hidrológica entre países, un obstáculo que, a su juicio, limita seriamente la capacidad de anticipar eventos extremos. “En hidrología se comparten menos datos que en meteorología. Se consideran propiedad privada de regiones o países y eso tiene que cambiar”, afirmó, y valoró como ejemplo positivo el trabajo en la cuenca del Plata.
“El cambio climático es una crisis existencial para muchos países”, reiteró, y advirtió que se trata de un fenómeno que amplifica las desigualdades. “Es una combinación de cambio climático e inequidad. Es un desafío enorme”, subrayó.
También se refirió al papel de la transición energética. “En 2010 crecían las fuentes no renovables, en 2024 las renovables. Es una buena noticia, pero no a la velocidad que necesitamos. Esto cuesta dinero. ¿Cómo financiamos una transición justa?”, planteó.
Y comparó las inversiones de China, Estados Unidos y la Unión Europea con los bajos niveles de financiamiento que reciben América Latina, África y el sudeste asiático.
A lo largo de su exposición, insistió en el valor del conocimiento aplicado y en la necesidad de que la ciencia esté centrada en las personas. “La ciencia anticipa, pero las sociedades toman decisiones. Con gente estudiando y trabajando podemos transformar”, aseguró. Mencionó como ejemplo la app del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) y los pluviómetros comunitarios instalados en la cuenca del río Matanza.
“El rol del Estado es muy importante para regular, crecer y aprender. Las tensiones existen, se solucionan con diálogo”, dijo, y defendió el multilateralismo como vía para enfrentar los desafíos globales. “Los acuerdos multilaterales son más valiosos que los bilaterales. En Latinoamérica nos debemos una consolidación como región. Pero creo en el multilateralismo”.
Para cerrar, Saulo hizo un llamado a la acción individual y colectiva: “Todos tenemos algo para aportar. En los hábitos de consumo, en qué hacemos con la basura. Como sociedad organizada podemos hacer más cosas. Construir lo público es defender lo colectivo”.