Rindes y Cultivos DAS, una empresa nacida de una alianza, cumple 25 años de existencia
La empresa con sede central en Tandil celebra un cuarto de siglo de historia, con un equipo de socios consolidado y una adaptación constante a las transformaciones del sector. Hoy son prestadores de servicios integrales para el productor.
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En un sector tan dinámico y desafiante como el agropecuario, donde los escenarios políticos y climáticos cambian sin previo aviso, celebrar 25 años es un testimonio de resiliencia y visión de futuro.
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Este es el caso de Rindes y Cultivos DAS, una empresa referente del centro de la provincia de Buenos Aires que conmemora su aniversario con la mirada puesta en el camino recorrido y los desafíos que vienen.
Integrantes de la empresa repasaron los 25 años en una charla en el programa Tandil Despierta y hoy también forma un nuevo podcast de El Eco Campo.
La historia de la compañía nace en el año 2000 de la fusión de dos agronomías locales: Rindes, que distribuía la marca DeKalb desde los años 80, y Cultivos, que trabajaba con Monsanto. Ese mismo año, dieron un paso estratégico que marcaría su futuro: formaron un joint venture (una "aventura juntos") con la empresa estadounidense Dow AgroSciences, hoy Corteva, con el 50 por ciento del capital. "Fue toda una aventura desde el comienzo, y sigue siéndolo, en una mejoría constante", reflexiona Mariano Esandi, presidente de la empresa.
Con "doble sombrero"
Detrás del éxito de la empresa se encuentra un equipo de socios locales que ha sabido combinar roles y visiones. Además de Mariano Esandi y Ricardo Gatti (gerente comercial), el grupo de socios locales lo completan Claudino de Dominicis y Fabricio Lacoste.
Según explican, operan con un sistema de "doble sombrero". Por un lado, se sientan en la mesa como dueños para definir el futuro de la empresa junto a Corteva; por otro, cada uno cumple una función específica en la operación diaria. "Salimos por esa puerta y todos vamos en una misma dirección", comenta Esandi, destacando un consenso que ha sido clave para el buen funcionamiento a lo largo de los años.
Esta estructura se complementa con la alianza con una multinacional, uno de los pilares del crecimiento de Rindes y Cultivos.
Los beneficios, según sus directivos, han sido múltiples incluyendo el soporte crediticio y financiero, con el respaldo económico de un socio que ha brindado una tranquilidad fundamental para atravesar momentos difíciles del país, como la crisis del 2001 o la pandemia. "Ese respaldo en momentos difíciles ha sido muy importante para nosotros", subrayó Esandi.
Un factor central es el acceso a tecnología de punta, ya que la alianza les permite estar siempre a la vanguardia, ofreciendo a los productores lo último en desarrollo de semillas, productos para la protección de cultivos y nuevas tendencias como los productos biológicos, gracias a la adquisición de Stoller por parte de Corteva. Esto se traduce en un acceso cercano a tecnologías que mejoran los rindes y son más amigables con el medio ambiente.
Además, trabajar bajo las normativas de una empresa multinacional los obligó a ser "mucho más ordenados", un factor que, aunque a veces parecía generar trabas, a la larga demostró ser muy positivo para construir una empresa sólida.
Evolución
Con el tiempo, la filosofía de la empresa evolucionó. "Durante muchos años nosotros decíamos ser la mejor empresa agropecuaria de venta de insumos y hoy en realidad cambiamos eso por ser la mejor prestadora de servicios", explica Esandi.
Ese enfoque abarca asesoramiento financiero, logística, monitoreo y un acompañamiento integral, entendiendo que su éxito está intrínsecamente ligado al del productor. "A nosotros no nos puede ir bien si al productor no le va bien", es su lema.
En estos 25 años, la empresa ha sido testigo y protagonista de cambios profundos. La región, históricamente dominada por el trigo, el girasol y el maíz, ha visto un crecimiento notable de la soja y la cebada.
Tecnológicamente, el avance ha sido inmenso: desde la consolidación de la siembra directa hasta la irrupción de la digitalización, el uso de drones para aplicaciones y el análisis de imágenes satelitales.
La forma de relacionarse también se transformó. La agronomía, que antes funcionaba como un "punto de encuentro" o una "peña" donde los productores se reunían a charlar, ha visto disminuir esa interacción física.
Hoy, la comunicación es más directa y digital a través de herramientas como los grupos de WhatsApp. Sin embargo, la confianza sigue siendo el pilar. "Sigue siendo un negocio de relaciones, y creo que es fundamental cultivar esa relación", afirma Gatti.
El futuro
De cara al futuro, Rindes y Cultivos DAS se enfoca en la digitalización de la empresa para que los productores puedan gestionar sus cuentas y operaciones online. La logística y la creciente importancia de los productos biológicos son otras áreas de atención.
Sin embargo, el mayor desafío es la adaptación a las nuevas generaciones de productores y profesionales. Para ello, la empresa busca activamente incorporar gente joven a sus equipos, generando espacios de debate donde se combina la experiencia de los más antiguos con la mirada "más descontracturada" de los nuevos talentos.
"Nosotros aprendemos mucho de ellos", admitió Esandi, aunque con humor les pide "más paciencia" a los jóvenes, quienes a su vez aportan una visión renovada. Este diálogo intergeneracional es, para ellos, fundamental para seguir formando equipos que lleven adelante el proyecto por, al menos, 25 años más.
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