Flores en otoño e invierno: color, vida y belleza para los meses fríos
Descubrí cuáles son las flores que crecen bien en otoño e invierno para embellecer el jardín.

Durante mucho tiempo se creyó que las flores eran exclusivas de la primavera, y que los jardines solo podían vestirse de colores cuando el sol comenzaba a calentar la tierra. Pero es tiempo de refutar esa idea, heredada de una mirada limitada del calendario natural, ya que muchas especies se desarrollan e incluso florecen en estaciones frías, aportando vida y belleza justo cuando más la necesitamos.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailEn ciudades como Tandil, donde el invierno es riguroso y las heladas recuentes, es común pensar que mantener un jardín colorido es imposible. Sin embargo, hay variedades resistentes al frío que no solo sobreviven, sino que embellecen macetas, canteros y balcones con sus formas y tonalidades vibrantes.
Para el caso tomamos la recomendación del paisajista Guillermo Grimoldi de aprovechar el otoño para planificar floraciones invernales con plantas adaptadas al frío. Sus variables, junto a las proporcionadas por técnicos del INTA sobre plantas ornamentales de estación, donde destacan especies aptas para la Patagonia y zonas serranas de Buenos Aires, delinean un listado de flores para este clima.
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Cinco flores resistentes al frío y sus cuidados esenciales
1. Pensamiento (Viola x wittrockiana): estas pequeñas flores, de pétalos aterciopelados y una paleta infinita de colores, son un clásico de los meses fríos. Resisten bien las heladas ligeras y crecen tanto en macetas como en suelo directo. Prefieren el sol suave o la media sombra y un riego moderado, evitando encharcamientos.
2. Caléndula (Calendula officinalis): con sus tonos cálidos no solo es decorativa, sino también medicinal. Se adapta bien a temperaturas bajas, aunque conviene protegerla de las heladas intensas. Agradece el sol pleno y un suelo bien drenado. Florece incluso en pleno invierno. Además, atrae insectos benéficos, lo que la vuelve aliada en huertas mixtas.
3. Prímula (Primula vulgaris): ideal para lugares de media sombra, ofrece flores delicadas en una amplia variedad de colores, desde pasteles hasta tonos intensos. Le gusta la humedad (sin excesos) y necesita riegos regulares, sobre todo si está en maceta. Se desarrolla bien en espacios protegidos del viento y con buena materia orgánica en el sustrato. El paisajista Grimoldi sugiere combinarla con helechos o violetas de los Alpes en rincones frescos del jardín.
4. Crisantemo (Chrysanthemum spp.): conocido por su floración en otoño, resiste bien el frío y puede mantenerse vistoso durante buena parte del invierno. Necesita sol directo y riegos espaciados. Para lograr una floración prolongada, es recomendable podar ligeramente los tallos al terminar la primera floración.
5. Alyssum (Lobularia maritima): de flores pequeñas blancas, lilas o rosadas, es ideal para bordes o macetas colgantes. Resiste temperaturas bajas y se adapta muy bien al clima tandilense. Prefiere zonas soleadas y riegos moderados. Además, su suave aroma es un valor agregado en los jardines de invierno.