Hábitos sencillos para reducir el estrés y equilibrar el cortisol
Siete hábitos simples para reducir el cortisol, encontrar el equilibrio y mejorar tu bienestar.
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Con la llegada de septiembre, muchas personas sienten que el ritmo se acelera. La carga del año, las rutinas, el trabajo, las obligaciones y el cambio de estación suelen elevar los niveles de cortisol, la hormona que nos mantiene en alerta. Aunque su función es esencial para activar el cuerpo por la mañana y ayudarnos a concentrarnos, cuando permanece alta de forma sostenida puede alterar el sueño, la digestión, el estado de ánimo y la respuesta inmunológica.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailElisa Blázquez, nutricionista clínica integrativa, explicó que existen pequeños gestos cotidianos capaces de ayudar al organismo a encontrar su equilibrio, y no es necesario aplicarlos de golpe. “Lo importante es conocer las herramientas y aplicarlas con conciencia. Cuando entendemos lo que pasa en nuestro cuerpo, tenemos más poder para cuidarnos”, señaló en sus redes sociales. En ese camino hacia una salud preventiva y consciente, la especialista puso a disposición siete hábitos simples que contribuyen a reducir el estrés y regular el cortisol de manera natural.
Siete pequeños pasos hacia el equilibrio
Luz natural por la mañana: nada más despertar, salí durante cinco a diez minutos a la luz del día (sin mirar al sol). Esta exposición sincroniza tu reloj biológico y ayuda a que el pico de cortisol se produzca en el momento adecuado, que es por la mañana, para activar el cuerpo y que luego disminuya de manera natural por la tarde. Salí al balcón, terraza, patio o caminá un rato al aire libre sin gafas de sol. No tomes café apenas te levantás
Esperar antes del primer café: evitar un pico extra de cortisol que puede alterar la energía del resto del día, entonces esperá entre 60 y 90 minutos antes de tomar café. Al despertar, el cuerpo ya produce su propia dosis de activación natural. Hidratate con agua o una infusión suave y guardá el café para media mañana.
Movete por la mañana: un poco de movilidad o estiramientos ayuda a descargar tensión y activar el cuerpo. El movimiento temprano mejora la circulación, despeja la mente y regula el estado de ánimo. Hacé estiramientos suaves junto a la cama o bajate antes del auto o transporte y caminá unas cuadras.
Ads Respirá antes de comer: realizar diez respiraciones diafragmáticas antes de comer activa el nervio vago, mejora la digestión y estimula la calma. Este tipo de respiración profunda favorece la conexión cuerpo-mente. Sentate con espalda recta, apoyá las manos en el abdomen y concentrate en cómo sube y baja tu abdomen.
Comé despacio y conectá: masticar bien y comer sin distracciones reduce el cortisol, mejora la digestión y disminuye la hinchazón. Comer sin apuro favorece la saciedad y el disfrute. Dejá el celular fuera de la mesa y programá un temporizador de 20 minutos para comer con calma.
Noche sin pantallas: la luz azul de los dispositivos interfiere en la producción de melatonina, la hormona del sueño, y puede alterar el descanso. Reducir pantallas antes de dormir mejora la calidad del sueño y la recuperación. Activá el modo nocturno en el celular y reemplazá las pantallas por un libro o una charla tranquila.
Ads Cuidá tu hidratación: el estrés crónico puede alterar la sensación de sed y favorecer la fatiga. Mantener una buena hidratación contribuye a eliminar toxinas y a sostener la energía. Tené siempre a mano una botella de agua y sumá infusiones o caldos suaves durante el día.