Tres trepadoras para sembrar en septiembre y disfrutar en verano
Elegí las mejores opciones para sombra, flores y adaptadas al clima argentino.
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A esta altura del año la tierra empieza a despertarse tras el invierno y se convierte en un momento clave para planificar el jardín o la huerta. En este caso, vamos a tomar en cuenta a las plantas trepadoras, que cumplen un doble rol, ya que embellecen con sus flores y follajes, y al mismo tiempo generan sombra natural, lo que reduce la temperatura de muros y galerías en los meses más calurosos.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailSegún un informe del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA, 2020), las enredaderas “no solo cumplen una función ornamental, sino que también contribuyen a la eficiencia energética de los hogares, al disminuir la incidencia directa del sol sobre paredes y techos”.
En zonas como Tandil, donde las amplitudes térmicas son marcadas y las heladas tardías pueden extenderse incluso hasta mediados de primavera, no todas las especies se desarrollan bien. Tal como señala el manual “Plantas Ornamentales para la Argentina” de Luis Delucchi (Ed. Hemisferio Sur, 2012), conviene optar por variedades rústicas que toleren bajas temperaturas, al tiempo que ofrezcan rápido crecimiento y buena adaptación a distintos suelos. En este sentido, las trepadoras caducas o semipersistentes son más recomendables que las especies tropicales, que suelen sufrir daños en climas fríos.
Además de su belleza, estas plantas cumplen un papel ambiental importante porque atraen polinizadores como mariposas y abejas, sirven de refugio a aves pequeñas y mejoran la biodiversidad del entorno. Vale destacar, al caso, un estudio publicado por la Universidad Nacional de La Plata (Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales, 2019) donde se destaca que “los corredores verdes formados por enredaderas y arbustivas urbanas favorecen el equilibrio ecológico en ciudades intermedias como Tandil”.
Tres enredaderas para disfrutar en verano
- Parra virgen (Parthenocissus quinquefolia o tricuspidata): es resistente a las heladas, se adapta con facilidad a muros y pérgolas. Su crecimiento es rápido y genera abundante sombra en verano. En otoño, ofrece un espectáculo de tonos rojos y naranjas, convirtiéndose en un atractivo visual de gran impacto. Prefiere sol o media sombra y suelos bien drenados.
- Campsis o Bignonia (Campsis radicans): se trata de una trepadora de gran vigor que florece en pleno verano con trompetas anaranjadas o rojas. Es muy valorada por atraer colibríes y mariposas. Necesita sol pleno y algo de protección del viento. Se recomienda guiarla al inicio para que se afiance al soporte.
- Glicina (Wisteria sinensis): es una clásica en jardines argentinos, famosa por sus racimos de flores lilas o blancas que perfuman la primavera. Tolera bien las bajas temperaturas y brinda sombra fresca en verano gracias a su follaje denso. Necesita estructuras sólidas y podas regulares, ya que su crecimiento puede ser muy vigoroso.
- Un beneficio compartido: estas tres especies no solo embellecen y refrescan, también contribuyen a la biodiversidad y al bienestar en los espacios verdes, alineándose con prácticas de jardinería sustentable recomendadas.