Entrenamiento de fuerza: múltiples beneficios para la salud
Lejos de ser una actividad exclusiva para atletas o jóvenes, el entrenamiento de la fuerza emerge como una de las claves para mejorar la calidad de vida y prevenir afecciones en personas de todas las edades.

El entrenamiento de la fuerza, una disciplina que implica movimientos específicos para estimular el músculo y generar tensión, ha sido ampliamente reconocido por la ciencia, explicó Martín Iribarne, profesor de Educación Física.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailDestacó que esta práctica es crucial “no solo para el bienestar general, sino también para contrarrestar la disminución progresiva de la masa muscular y la fuerza que ocurre a medida que las personas avanzan en edad”.

En diálogo con Eco Salud de El Eco Multimedios, el profesor indicó que “la ciencia ha descubierto muchos beneficios tanto para la salud como para todas las edades".
Iribarne explicó que "la fuerza en realidad son movimientos específicos que estimulan al músculo. Al estimularse, se contrae, genera tensión y de esa forma desarrolla un poquito más de fuerza".
Este proceso es crucial, especialmente al considerar que, con el avance de la edad, "la masa muscular y la fuerza van disminuyendo. El entrenamiento de fuerza podría prevenir esto, permitiendo que las personas lleguen más independiente a la vejez y evitar una disminución tan brusca de la masa muscular”.
Beneficios para cada etapa de la vida
El profesor enfatizó que "la fuerza es para cada edad, y se adapta a las necesidades específicas de cada grupo etario”.
En niños, la práctica de fuerza mejora "su coordinación, su postura, un aspecto relevante en la era digital donde los niños suelen tener muy mala postura". En adultos, el entrenamiento “ayuda a combatir la sarcopenia, la patogénesis de pérdida de masa muscular que se inicia entre los 30 y los 40 años”, especificó Iribarne al tiempo que afirmó que trabajando la fuerza, “es posible no solamente pararlo, sino que también hasta revertirlo”.
En el caso de adultos mayores, “estudios han demostrado que personas entre 70 y 90 años que realizaron entrenamiento de fuerza no solo mejoraron la fuerza, sino que pudieron hacer actividades que antes habían dejado de hacer debido a la pérdida de fuerza y movilidad. La fuerza, junto con la flexibilidad, ayuda a frenar el deterioro y a obtener algunas mejoras en la movilidad”, apuntó.
Más allá de los músculos: salud integral
Los beneficios del entrenamiento de fuerza trascienden lo muscular, impactando positivamente en la salud general, explicó el profesor. Si hablamos de salud cardiovascular, "fortalece el corazón y colabora con la regulación de la insulina y la reducción del colesterol. En la actualidad, incluso a personas con problemas cardiovasculares se les recomienda ponerse en movimiento bajo control médico, ya que se ha comprobado que el ejercicio colabora mucho en estas afecciones y en la diabetes”.
En el bienestar mental, la práctica, explicó Iribarne, "mejora el estado de ánimo, el estado del sueño. La combinación de fuerza con ejercicio aeróbico, buena alimentación y sueño de calidad podría ser una de las claves para vivir un poquito más y mejor. El sueño es vital, ya que son las horas donde el cuerpo repara todo”.
En la prevención y recuperación de lesiones, actúa como un seguro. “Al fortalecer músculos, tendones y articulaciones, el cuerpo está más preparado para el deporte o las actividades diarias, reduciendo el riesgo de lesiones. En caso de una lesión, contribuye a una recuperación más rápida”, destacó.
Además contribuye al “alivio de dolores, ya que puede mejorar dolores musculares, incluyendo de espalda, temas cervicales, comunes en personas con trabajos sedentarios”.
Capacidad pulmonar y resistencia, también se refuerzan con la práctica de ejercicios de fuerza, ya que "tomando fuerza, vas agarrando capacidad pulmonar si es que salís a correr, todo va progresando", agregó el profesor.

Iniciar y mantener el hábito
Para empezar, Iribarne recomendó siempre un "chequeo médico, especialmente, si existen antecedentes de diabetes o enfermedades cardiovasculares, para un proceso más controlado”.
En caso de lesiones, “es fundamental que el tratamiento inicial sea con kinesiólogos, quienes se enfocan en sacar de la lesión al paciente antes de que pase a un entrenamiento más general en el gimnasio”, subrayó.
La clave para la constancia “radica en la fuerza de voluntad inicial si no se disfruta, pero a medida que vas haciendo, vas viendo los cambios y el cuerpo a la larga te lo pide", indicó.
Y en este punto, Iribarne sostuvo que un buen comienzo es "dos veces a la semana, porque algo es mejor que nada, para luego ir sumando progresivamente. Además, buscar compañía para entrenar puede ser de gran ayuda”.
El profesor recalcó que "cada cuerpo es diferente” y que los planes de entrenamiento se trabajan "en función de los objetivos de cada uno, ya sea por salud, estética o rendimiento deportivo. El ejercicio, además de los beneficios físicos, ayuda a estar en el momento presente, contribuyendo al equilibrio entre el cuerpo y la mente”.
A Martín Iribarne lo pueden encontrar en el gimnasio Fuerza en el Club Gimnasia, Sarmiento 139, o a través de Instagram como @fuerzatandil
