Alfabetización en Tandil: el Municipio acompaña a más de 2000 estudiantes primarios, secundarios y universitarios

En tiempos digitales y de inteligencia artificial, la alfabetización es mucho más que la posibilidad de leer y escribir. Estudios recientes que compararon la realidad del país con el resto de Latinoamérica arrojaron datos preocupantes. Entre otros, que casi la mitad de los alumnos tiene dificultades para alcanzar los niveles mínimos de comprensión de textos.

A nivel local, la Comuna cuenta con diversas iniciativas de alfabetización, agrupadas en el Plan Municipal de Lectura. Acompañan a más de 2000 estudiantes –en su mayoría primarios, pero también secundarios y hasta universitarios-, con 20 docentes que asisten tanto en la lectura y la escritura como en la preparación para exámenes o la realización de trabajos prácticos. Además, llevan adelante actividades de iniciación en las salas maternales.

El Eco de Tandil dialogó con la directora de Educación municipal –Magalí Verde-, quien brindó detalles de la situación a nivel local y de cada una de las propuestas. Las mismas funcionan en bibliotecas populares, sociedades de fomento y espacios tanto barriales como del centro de la ciudad.

“Aprender a leer y escribir por supuesto que es fundamental, y después te permite construir el resto de los aprendizajes. Pero es mucho más que eso. Por ejemplo, las nociones básicas de matemática también son las que después van a permitir complejizar otros conocimientos. Entonces esto es poner a disposición la mayor cantidad de posibilidades y de oportunidades”, dijo la directora.

Entre otras iniciativas nucleadas en el Plan Municipal de Lectura, la Comuna desarrolla el programa Redes, el Avanzar, el Taller de Juego y Alfabetización, el proyecto Todos Leemos y Crianza Poética –de la Sala de Lectura con personal municipal-, y otros.

Más que leer y escribir

-Hablemos de alfabetización en Tandil. ¿Qué iniciativas y programas hay a nivel municipal en este tema?

-Magalí Verde: Nosotros veníamos trabajando hace bastante con diversos programas que acompañan la educación en general y la alfabetización en particular. Y el año pasado lo que hicimos fue confluirlos en el Plan Municipal de Lectura porque entendíamos que era un poco como el paraguas y lo que institucionalizaba a todos esos programas.

También que está bueno darle otra formalidad y que trascendiera cualquier gestión, mi persona o lo que fuera. Para que pudiera continuar con el tiempo por los trabajadores y trabajadoras que transitan por esos espacios y también por los objetivos que persiguen. Porque entendemos que esos conocimientos básicos son los que después van a permitir estructurar conocimientos más complejos. El aprender a leer y a escribir me va a permitir también comprender, comunicarme, y aprender a potenciar la creatividad y la imaginación.

-¿A cuántas personas llegan con estas propuestas?

-En total, por los números de asistencia, tenemos transitan en el año 2000 estudiantes de todos los niveles. Obviamente que tenés momentos en los que hay mayor participación y otros menos.

Va fluctuando, pero es un Programa que trabaja durante todo el año, que los profes están a disposición en bibliotecas fundamentalmente, que funcionan en diferentes puntos de la ciudad, en barrios, en espacios comunitarios y la idea es que puedan desde trabajar esa actividad, esa tarea que me quedó pendiente de la escuela hasta ese conocimiento que tal vez quedó un poco dudoso. O poder prepararme para un examen o simplemente continuar trabajando lo que se vio en la escuela para continuar estando al día.

-No es solamente para que las personas aprendan a leer y escribir…

-Aprender a leer y escribir por supuesto que es fundamental, y después te permite construir el resto de los aprendizajes. Pero es mucho más que eso. Por ejemplo, las nociones básicas de matemática también son las que después me van a permitir complejizar otros conocimientos. Entonces esto es poner a disposición la mayor cantidad de posibilidades y de oportunidades

En Redes hay desde acompañamiento en biología, en matemática, fisicoquímica, en inglés, en diferentes disciplinas porque entendemos que también hay estudiantes que tienen como mayores facilidades para algunas áreas y tal vez no tanto para otras.

-A partir de esta unificación de los programas en un programa madre, ¿Notan mejores resultados, beneficios?

-Sí. Primero que se potenció el programa porque siempre el darle otra estructura y otra institucionalización también permite construir otra identidad y pensarnos en equipo. Encontrar un programa que nos nuclea, nos da otro sostenimiento y también nos da una directriz, un objetivo.

Tenemos objetivos comunes, todos vamos a pensar en garantizar el derecho a la educación, en democratizar el acceso a la lectura, en acercar las bibliotecas populares a la comunidad, en acercar otros modos de lectura o de acceso al material, no sé, de garantizar que todos puedan leer.

Todos los niveles

-Mencionaste que acompañan estudiantes de todos los niveles. ¿Se acercan universitarios también?

-Sí, muchísimo. Sobre todo lo que tiene que ver con matemática y físico-química. Y preparamos junto a la Dirección de Juventud un programa de acompañamiento al ingreso a la vida universitaria. Para los exámenes de ingreso o los nivelatorios , que a veces eran complejos o no sabían cómo prepararse, o tenían algunos temores.

Así que la verdad que tiene muchísima convocatoria. Hemos tenido hasta que desdoblar esos espacios en muchas ocasiones. Hay facultades, pienso en Veterinarias, que tienen exámenes parciales muy seguido. Entonces hay estudiantes que prefieren estar seguros y tranquilos, tener ese acompañamiento, tener la posibilidad también de un espacio gratuito.

Y también trabajamos la lectura desde el nivel inicial, en las instituciones infantiles, desde los 45 días incluso, como una práctica habitual y como una manera también de incentivar el desarrollo del lenguaje, de acompañar ese proceso de creatividad y de imaginación.

-Por “alfabetización” suele pensarse el aprendizaje básico de lectura y escritura. ¿Se acercan o llegan a personas adultas con esta necesidad?

-Sí, la hemos tenido. De hecho, es algo que venimos pensando con Abordaje Territorial de Desarrollo Humano. Tiene que ver con necesidades que desde esa Dirección han detectado y venimos pensando en un programa conjunto. Porque hemos encontrado sobre todo mujeres de algunos barrios que no están alfabetizadas.

Porque obviamente uno siempre va a atender y a buscar que todos y todas lleguen a la escuela, que puedan terminar su primaria, su secundaria, que puedan finalizar sus estudios. Ese es el objetivo y por supuesto nuestra responsabilidad como funcionarios también. Pero también entendemos que a veces con determinadas edades o trayectorias de vida nos cuesta llegar a esa instancia.

Nos han dicho “Ya estoy grande” o “No me siento cómoda”, o tal vez les da vergüenza. Entonces lo que pensamos es generar ese espacio previo donde trabajar en algunos conocimientos básicos desde la cotidianeidad para que sea el escalón necesario que después las lleve y los lleve a iniciar en la primaria y a certificar sus estudios.

-Con respecto al conjunto de los programas, ¿El número de personas que acompañan creció o se mantiene?

-No, no ha crecido, al contrario, hubo otros momentos en que hubo mayor cantidad de participación. Ya no este año, pero sí años anteriores, la Provincia había desplegado otro tipo de programas que brindaban acompañamiento en la propia escuela, entonces tal vez era un recurso que se brindaba, no sé si en la totalidad, pero se brindaba. Y también el régimen académico del Secundario se ha modificado.

Seguimos sosteniendo estos espacios porque realmente consideramos que es necesario y que son políticas que van más allá de la cantidad de participación. Uno no evalúa si hay cien o si hay mil, sino que al ciudadano que llega, a la ciudadana que llega, le está sirviendo ese recurso.

-¿Encuentran que en el presente la dificultad no está tanto en el acceso a la lecto-escritura, sino en la comprensión de textos y consignas?

- La dificultad está en ambas cosas porque hemos encontrado niños tal vez en un cuarto o quinto grado que todavía no pueden leer con fluidez. Pero siempre hay que contextualizar cada espacio y cada momento histórico. 

Me parece que la pandemia no fue un evento más y que nosotros estamos como recibiendo en las escuelas los hijos y las hijas de esa pandemia. Y si hay algo que sí ha mostrado y que creo que por lo menos nosotros siempre tuvimos en claro es que no hay nada que reemplace la presencialidad y la posibilidad de tener al docente con vos, y también a tus compañeros. Porque el conocimiento se construye, es una construcción y se hace de manera colectiva.

Sobre el autor

Por Juan Manuel Artero

Redactor El Eco de Tandil