El sector porcino pasó de ser considerado "chancheros" a una potencia exportadora
El consultor Juan Luis Uccelli destacó la impresionante transformación de la actividad en los últimos 15 años y desgranó las claves de su presente, las proyecciones futuras y los desafíos pendientes.

En el Congreso Veterinario Latinoamericano Drovet, celebrado en Rosario, fue planteado un profundo análisis del sector porcino argentino a cargo del consultor Juan Luis Uccelli.
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Los dichos del especialista integran un podcast de El Eco Campo en el que se destaca la transformación de la actividad en los últimos 15 años.
El profesional indicó que el sector, que hoy factura 4.200 millones de dólares anuales y genera empleo para cerca de 50 mil personas de forma directa e indirecta, se consolida como un pilar de la economía nacional.
Uccelli enfatizó que el sector actual es "totalmente distinto" al de hace 15 años, con mayor producción y una tecnificación creciente, lo que sugiere un potencial considerable de avance.
El consultor trazó una línea de tiempo para entender esta evolución, considerando que hasta la década del ´90 se transitaba la era de los "chancheros". En este período, la producción de cerdos era de segunda o tercera importancia en las explotaciones agropecuarias, complementando la agricultura o la ganadería.
Posteriormente, la entrada de la globalización impulsó al sector a achicarse para ser más eficiente. Esto generó la necesidad de mejorar en aspectos clave como la genética, las instalaciones, la sanidad y la alimentación. Fue entonces cuando surgió una nueva generación de profesionales especialistas en cerdos, hoy muy numerosa.
En tanto entre 2003 y 2004 cobró impulso la carne fresca. Un punto de inflexión fue el inicio de una campaña de promoción para fomentar su consumo. Esto redefinió la característica del productor, que pasó a enfocarse en la producción de carne de cerdo.
Uccelli subrayó que el crecimiento y la oferta de carne fresca fueron fundamentales para la producción actual, sin la cual el país estaría importando y la producción sería significativamente menor.
En tanto, en 2017 se produjo el salto a la exportación. “El paso más trascendental se dio en 2017, cuando el productor argentino no solo generó carne de cerdo, sino que lo hizo pensando en el mercado de exportación”, según se explicó.
El panorama global
Al contextualizar el desempeño argentino, Uccelli hizo referencia a los líderes globales: China sigue siendo el mayor productor de carne de cerdo, seguido por la Unión Europea, Estados Unidos y, en cuarto lugar, Brasil.
En cuanto a las exportaciones, la Unión Europea es el principal grupo exportador, seguida por Estados Unidos (con un 30,4 por ciento de las exportaciones), Brasil y Canadá. El consultor destacó que el continente americano, si bien solo representa el 20 por ciento de la producción mundial, concentra el 60 por ciento de las exportaciones.
En un dato histórico revelador, Uccelli recordó que en las décadas del ´50 y ´60, productores brasileños venían a Argentina para aprender sobre la producción porcina. Sin embargo, a partir de los ´70, “Brasil avanzó de manera increíble, convirtiéndose hoy en un referente técnico para muchos en Argentina”.
Radiografía del sector argentino
Durante su exposición, Juan Luis Uccelli señaló que Argentina cuenta actualmente “con 1.800 establecimientos productores que venden al menos un cerdo a un frigorífico”.
La estructura productiva muestra una marcada concentración, ya que el 96 por ciento de la producción es aportada por solo 82 establecimientos grandes y aproximadamente 600 establecimientos medianos.
En tanto, los 1.200 establecimientos pequeños representan apenas el cuatro por ciento de la producción total.
Esta concentración se evidencia en el crecimiento diferenciado de las granjas. Mientras los grandes establecimientos crecieron un 40 por ciento en cantidad de cerdas y los medianos aumentaron un 27 por ciento, los pequeños productores redujeron su cantidad de cerdas en un preocupante 70 por ciento.
Uccelli calificó esta situación como el "gran problema" de Argentina, ya que "está echando a los pequeños productores del sistema". Lamentó que muchas de las medidas adoptadas no están diseñadas para acompañar a los pequeños y mantenerlos dentro de la actividad.
Sin embargo, el consultor aclaró que el negocio es rentable no solo para los grandes, sino también para aquellos que logran organizarse. En este sentido, los pequeños y medianos productores tienen una gran oportunidad de avance si se asocian o se organizan de alguna manera.
Proyecciones
De cara al futuro, las proyecciones del sector son ambiciosas pero factibles. Se espera aumentar la producción de un millón a 1,8 millones de toneladas, lo que implicaría un crecimiento del 80 por ciento.
Uccelli describió este objetivo como un "crecimiento moderado" y "posible" si se dan las condiciones adecuadas, a pesar de la "situación muy complicada" que se debe afrontar y para la que hay que estar preparados.
Finalmente, el consultor enfatizó una "ventaja estratégica" crucial para el país: "Argentina es productora de alimentos y la producción de cerdos es un alimento".
Esta fortaleza intrínseca permite que lo que podría ser una amenaza se transforme en una virtud o fortaleza para el sector.
La visión de Uccelli dejó claro que, si bien el camino del sector porcino argentino ha sido exitoso, el futuro dependerá de cómo se aborden los desafíos de equidad y sostenibilidad productiva.
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