El silo bolsa es protagonista en la cosecha y eje central de un congreso internacional
La tecnología que encara el desafío logístico de un país con una capacidad de almacenamiento fijo de granos para 80 millones de toneladas y una producción anual de 130 millones será abordada en el Segundo Congreso Internacional de Silo Bolsa, en Balcarce.

El ingeniero Ricardo Bartosik, referente del INTA en poscosecha de granos, explicó claramente que “producimos en total entre trigo, maíz, soja, girasol, todos los granos, unos 130 millones de toneladas todos los años. Pero nuestra capacidad de almacenamiento en silos de chapa u hormigón -instalaciones fijas- es cercana a 80 millones de toneladas. O sea, que producimos más de 50 millones de toneladas extra de lo que podemos guardar en instalaciones fijas. ¿Dónde guardamos es a diferencia? En el silo bolsa”.
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De no contar con tal tecnología “claramente tendríamos serios problemas en logística, calidad, pérdidas, etc.”.
La solución a este desbalance ha sido el silo bolsa, una tecnología que, en tres décadas, ha revolucionado la postcosecha nacional y se ha proyectado al mundo. Su importancia será el eje central del Segundo Congreso Internacional de Silo Bolsa, que se realizará el 15, 16 y 17 de octubre en la Unidad Integrada INTA-Facultad de Ciencias Agrarias de Balcarce.
Originalmente, explicó Bartosik, "el silo bolsa es una tecnología que se importó a Argentina para hacer silaje de reservas forrajeras", pensada para la alimentación animal. Sin embargo, debido a "múltiples motivos, como la falta de capacidad de almacenamiento y las crisis económicas recurrentes, hicieron que los productores empezaron a pensar en guardar grano seco en esa bolsa que se había traído para otra cosa. Y a partir de ahí nació la idea de embolsar grano seco".
El profesional –que obtuvo una Maestría y Doctorado de la Universidad de Purdue, Indiana, EEUU- mencionó que empresas pioneras de Tandil, como Martínez y Stanek, fueron clave en esta transformación, desarrollando no solo las bolsas adaptadas, sino también las máquinas embolsadoras, extractoras y sistemas de sellado y monitoreo.
La clave
Según Bartosik, "la característica es que es un sistema de almacenamiento hermético y eso genera una atmósfera modificada que preserva la calidad de la mercadería. No tenés problemas de insectos y, eventualmente, hay un autocontrol por la modificación de la atmósfera interna que se genera". Esto es fundamental para la preservación de la calidad de la mercadería y minimizar las pérdidas.
Hoy, Argentina es el "principal oferente de este paquete tecnológico a nivel mundial", y el silo bolsa argentino está presente en países vecinos como Brasil, Paraguay y Uruguay, así como en Estados Unidos, Australia y Sudáfrica.
Planteó que un ejemplo reciente de su trascendencia global fue la necesidad de Ucrania de almacenar seis millones de toneladas de grano de un año para otro debido a la guerra, tarea que solo pudo concretarse gracias a la versatilidad y rapidez del silo bolsa.
Complementariedad logística
El especialista marcó que el silo bolsa no busca reemplazar a los silos fijos, sino complementarlos.
Bartosik aclaró que "no quiere decir que el silo bolsa sea una mejor tecnología que los convencionales, sino que es una alternativa que te da flexibilidad y ventajas logísticas".
El estándar de la industria es el silo fijo, que permite el acondicionamiento del grano (secado, limpieza, mezclas), el silobolsa ofrece una flexibilidad logística inigualable y una inversión inicial considerablemente menor. "La diferencia está en el nivel de inversión que necesitás para instalar una planta de silos -obra civil, transportes, movimientos, etc.- versus almacenar en silo bolsa".
Esto ha permitido a pequeños y medianos productores acceder al almacenamiento de su propia cosecha, acelerando los tiempos de recolección y evitando problemas de logística y calidad.
"Si vos tenés la bolsa, podés cosechar y embolsar en el mismo lote, toda la logística de la cosecha es extremadamente acelerada", sentenció.
Un congreso para elevar la vara y mirar al mundo
El congreso en Balcarce, coorganizado por el INTA, la Facultad de Ciencias Agrarias y la Fundación Argeninta, tiene una doble misión.
"Nosotros queremos mostrarles cuáles han sido los las novedades tecnológicas de los últimos años y también todo el desarrollo, el knohow, los conocimientos que ha desarrollado el INTA y algunas universidades para poder usar esta tecnología de la mejor manera posible" dijo Bartosik.
Por otro lado, aspira a ser una "plataforma organizada y prestigiosa para mostrar esta tecnología hacia afuera", con la asistencia de participantes de Filipinas, Etiopía, Europa y diversas regiones de Latinoamérica.
Ricardo Bartosik señaló también que articulación público-privada ha sido fundamental en el desarrollo del silo bolsa. “Tuvimos un convenio con empresas fabricantes de silo bolsa que eran competidores durísimos en el mercado entre ellos, pero después se sentaban en la misma mesa con el INTA y universidades a desarrollar tecnología, y hacer investigaciones".
Sobre el programa del congreso, se indicó que es amplio y abordará desde los aspectos técnicos, económicos y ambientales. Entre los temas destacados se incluyen el ecosistema y la preservación dentro de la bolsa, las estrategias eficientes para el control de plagas, el reciclado de las bolsas (tema crucial para la sostenibilidad), y la prevención de hongos y micotoxinas (esencial para la producción animal), entre otros temas.
Además, se presentará de un calculador de costos para el uso del silo bolsa y su impacto macroeconómico de la tecnología en Argentina, además de casos de uno con granos no tradicionales (poroto, chía, maíz pisingallo o arroz orgánico) y las particularidades del uso del silo bolsa para el caso de alimentación animal.
El tercer día del congreso ofrecerá una dinámica a campo donde las empresas fabricantes realizarán demostraciones de embolsadoras, extractoras, diferentes tipos de bolsas y tecnologías de monitoreo y sellado. Además, el INTA mostrará prácticas para evaluar la hermeticidad y asegurar la calidad del embolsado.
Las buenas prácticas
Aunque la tecnología es robusta, el principal margen de mejora radica en la planificación y las buenas prácticas.
Bartosik advirtió que "la gran mayoría de las fallas está en falta de planificación". Es crucial "elegir un terreno alto, nivelado, con una ligera pendiente, tomarte un buen trabajo para sellar la bolsa. Si no queda hermética, no hace un buen trabajo". El margen de mejora está en que "la gente reconozca que la bolsa tiene muchas ventajas y tiene algunos requisitos para que el trabajo sea muy bien hecho. Y ahí está el punto clave".
El congreso culminará con una mesa redonda titulada "Argentina al mundo: oportunidades y desafíos del Silo Bolsa", donde se volcará la experiencia de trabajar en conjunto con el apoyo del Estado argentino (Cancillería) para llevar esta tecnología a diferentes partes del mundo. El objetivo, según Bartosik, es “mostrarnos como que acá es el mejor lugar para venir a buscar la tecnología".
Las inscripciones para el Segundo Congreso Internacional de Silobolsa se pueden realizar a través de la página web https://congresosilobolsa.org/
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