Bajá tu consumo eléctrico sin perder calidad de vida
Aprendé cómo podés hacer para ahorrar energía y disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero.

Ahorrar energía no es solamente una cuestión económica. Aunque la suba en las tarifas genera mayor interés en el consumo hogareño, lo cierto es que cada kilovatio-hora (kWh) que se utiliza en casa proviene, en gran medida, de fuentes contaminantes.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailEn la Argentina, de acuerdo al informe emitido el año pasado por la red de monitoreo “Low Carbon Power”, más del 57 por ciento de la electricidad se genera con combustibles fósiles como gas o petróleo, mientras que apenas un 37 por ciento proviene de fuentes de bajo carbono, como la energía solar, eólica, hidroeléctrica o nuclear (Low Carbon Power, 2024). Esto implica que reducir el consumo no solo alivia la factura, sino que también disminuye las emisiones de gases de efecto invernadero, principales responsables del calentamiento global.
Si bien el aumento de las energías renovables es una realidad, desde una perspectiva ambiental el ahorro eléctrico tiene un impacto significativo, ya que por cada kWh que no se consume, se evita la emisión de entre 600 y 800 gramos de dióxido de carbono, dependiendo del mix energético del momento, según datos de la Unión Industrial Argentina.
En este escenario, cada pequeña acción cuenta, y la eficiencia energética en el hogar puede ser una poderosa aliada para el ambiente.
Cinco formas simples de consumir menos energía
1. Usá tus electrodomésticos con estrategia: el lavarropas, el horno eléctrico y la plancha son aparatos de alto consumo. Para usarlos mejor, es clave concentrar tareas, evitar ciclos largos innecesarios y encenderlos en horarios fuera del pico (entre las 13 y las 16 o después de las 23). También se recomienda no abrir la heladera de forma constante ni colocar alimentos calientes, ya que eso hace trabajar más al motor.
2. Cargá tus dispositivos con conciencia: una vez que tu celular, tablet o notebook está completamente cargado, desconectalo. Los cargadores siguen consumiendo energía aunque el dispositivo no esté conectado y encima reducen la vida útil de la batería. Según el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), estos consumos invisibles pueden representar hasta el 10 por ciento de la factura eléctrica mensual.
3. Iluminá con criterio y elegí LED: cambiá los focos incandescentes o halógenos por lámparas LED puede reducir el consumo eléctrico en iluminación hasta un 80 por ciento. Aprovechar al máximo la luz natural y apagar las luces en habitaciones vacías son hábitos sencillos pero eficaces. Según la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI), el alumbrado representa alrededor del 15 por ciento del consumo eléctrico residencial en América Latina.
4. Incorporá hábitos diarios de bajo consumo: desenchufá los electrodomésticos que no usás, regulá temperatura del aire acondicionado (24 °C en verano y 20 °C en invierno) o usar agua caliente solo cuando sea necesario. Estas prácticas están incluidas en la campaña de eficiencia energética del Ministerio de Economía de la Nación.
5. Monitoreá tu consumo para tomar decisiones mejores: revisá tu factura eléctrica, instalá un medidor inteligente o usá apps que permitan estimar el consumo de tus electrodomésticos para identificar hábitos a cambiar. Conocer tus picos de consumo te da margen para modificar rutinas y hacer elecciones más sostenibles. La Fundación Vida Silvestre Argentina también recomienda este tipo de monitoreo como parte de una transición energética responsable desde lo cotidiano.