Microplásticos en casa: cómo reducir la contaminación invisible y diaria
Cinco tips fáciles para reducir microplásticos en casa y proteger tu salud.

Imperceptible a simple vista pero presente en todas partes, el problema de los microplásticos se ha instalado como una de las formas más silenciosas y persistentes de contaminación ambiental. Estas diminutas partículas, de menos de cinco milímetros de diámetro, provienen tanto de productos de uso diario, como cosméticos, detergentes o ropa sintética; como del desgaste de plásticos más grandes.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailSe estima que cada persona ingiere en promedio el equivalente a una tarjeta de crédito en plástico por semana, de acuerdo a los datos de la World Wildlife Fund, lo que demuestra hasta qué punto este contaminante ha penetrado en nuestra vida cotidiana.
Los microplásticos no solo están en los océanos, sino que se han detectado en el agua potable, el aire, el suelo, alimentos como la sal y la miel, e incluso en la sangre humana y en la placenta, lo cual fue afirmado por la Organización Mundial de la Salud, 2022. Una de las principales fuentes domiciliarias es el lavado de ropa sintética, que puede liberar hasta 700.000 fibras por lavado en una sola carga de lavarropas, mientras que otros emisores silenciosos incluyen productos de higiene personal con microperlas plásticas, esponjas, envoltorios y artículos descartables.
La buena noticia es que, aunque el desafío es global, desde casa se pueden tomar decisiones que ayuden a frenar esta contaminación. Elegir productos a conciencia, cambiar algunos hábitos o sumar filtros y alternativas sostenibles puede tener un impacto positivo real, tanto en el ambiente como en nuestra salud. Porque cuidar el planeta empieza también por las cosas pequeñas.
5 TIPS para reducir microplásticos en casa
1. Lavá ropa sintética con cuidado: hacé cargas completas en ciclos cortos y en agua fría. Usá bolsas atrapa microfibra o filtros externos en el lavarropas; ya que pueden capturar hasta el 90 por ciento de las microfibras. Optá por máquinas de carga frontal si podés, porque generan menor fricción y liberan menos microfibras
2. Preferí fibras naturales: reducí la compra de ropa de poliéster, acrílico o nylon. Apostá por algodón orgánico, lino, lana, alpaca u otras fibras biodegradables. No son perfectas, pero biodegradan mejor y liberan menos microplásticos que los sintéticos.
3. Evità plásticos en la cocina: no calientes comida en envases plásticos ni uses tablas de cortar o utensilios plásticos calientes. Los estudios muestran que en microondas pueden liberarse millones de micro o nanoplásticos por centímetro cuadrado. En su lugar, usá vidrio, acero inoxidable o madera certificada.
4. Cambiá productos de uso diario: evitá cosméticos con microesferas, como exfoliantes o pastas de dientes que contengan polietileno o copolímero de acrilato. Reemplazá cepillos dentales de plástico por madera o bambú, y el hilo dental plástico por opciones biodegradables.
5. Cuidar el aire del hogar: los microplásticos también forman parte del polvo doméstico al provenir de muebles, alfombras, ropa y cortinas. Limpiá regularmente con paños húmedos para evitar que se levanten, usá aspiradoras con filtros de Aire de Alta Eficiencia o admitidos como aptos para microplásticos.