El ajuste en primera persona: son docentes de la Unicen con décadas de carrera y cobran entre $300mil y $1millón
Fernanda y Romina, dos docentes de la Unicen, y sus historias en la universidad pública.
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Detrás de cada paro, de cada denuncia por la compleja situación salarial de los docentes universitarios, hay historias de vida. Una es la de Fernanda, que hace casi 20 años que trabaja en la Unicen y cobra 1 millón de pesos. Otra, la de Romina –licenciada, magister, y doctora en Relaciones Internacionales-, quien dicta clases desde hace 9 años y su sueldo llega, por poco, a los 300 mil pesos. Los números pueden ayudar a dar cuenta de algunos de los porqué del reclamo en marcha.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailMás allá de los rebusques -por ejemplo, para mandar a sus hijos a practicar un deporte-, las docentes siguen eligiendo su trabajo por la posibilidad que tuvieron de formarse en la universidad pública y por la convicción de que estudiar sirve. “Por supuesto, tengo mi corazón en la Universidad del Centro”, dice Romina, ayudante diplomada en Teoría y Metodología de la Investigación Científica, materia de cuarto año de Relaciones Internacionales. Fernanda –licenciada en Ciencias de la Educación- asintió, pese a que se emocionó hasta las lágrimas al confesar que con su sueldo le alcanza hasta los días 20 de cada mes.
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En diálogo con El Eco de Tandil, Romina y Fernanda contaron su historia en la Unicen, pero también dieron cuenta de la situación que empuja a los docentes de Adunce –y a los no docentes de Atuncpba-, a marchar, a hacer volanteadas, semaforazos clases públicas y a manifestarse durante tres días consecutivos.
El motivo principal es simple, que el gobierno nacional reglamente y aplique la Ley de Financiamiento Universitario aprobada por el Congreso, una normativa que les permitiría a los trabajadores recuperar parte del porcentaje salarial que les redujeron en los últimos dos años. Pero la medida de fuerza se lleva a cabo además para tratar de volver a realizar algunas de las actividades básicas de los universitarios, como asistir a seminarios, presentar trabajos, generar proyectos de extensión, entre otras.
“La universidad es posibilidad, es vida y es futuro. Aunque estemos en este reclamo, tuvimos la oportunidad de llegar a la universidad, de transitarla y terminarla. Y tenemos que seguir, haciendo lo que podamos para que muchos estudiantes que hoy están, puedan terminar, tenemos que seguir trabajando para que otros puedan llegar, permanecer y graduarse. Y esta es la responsabilidad de todos los que hacemos la universidad”, dijo Fernanda.
Con el corazón en la Unicen
“Yo particularmente no tengo otro trabajo, y llego al veinte de cada mes”, contó Fernanda. Oriunda de Bolívar, llegó a Tandil para estudiar Ciencias de la Educación. Se graduó en la Unicen y desde hace 19 años forma parte de la planta docente del Rectorado, con tareas en la Secretaría Académica. Trabaja con espacios formativos y de acompañamiento a estudiantes y futuros estudiantes tanto en Tandil como en la región. Aunque parte de los programas que llegaban a Benito Juárez, Tapalqué, Azul y otras localidades no pudieron sostenerse por falta de financiamiento.
Además de su formación, tiene casi dos décadas de experiencia en lo que hace. A la fecha cobra un millón cincuenta pesos. Practica atletismo, pero elige una carrera al año para competir, y contó de más de un rebusque para lograr que su hija siga yendo a hockey.
Romina estudió en la Facultad de Ciencias Humanas, pero después hizo una maestría y un doctorado en la Universidad de Quilmes. Fue becaria doctoral y posdoctoral de Conicet, por lo que además de docente es investigadora y extensionista. Desde su cátedra acompaña a estudiantes en la producción de la tesis para recibirse.
Más allá de paros y reclamos, lo que surge del diálogo con ambas docentes es su convicción de que estudiar en la universidad sirvió y sirve. Por su impacto en la vida de las personas y por haber formado profesionales durante décadas, que hoy se desempeñan en el ámbito público y privado de Tandil y toda la región. “Necesitamos diversidad de profesionales, conocimiento y energía para nuestro sistema productivo y social”, señalaron.
El paro de tres días que llevaron adelante docentes y no docentes de la Unicen –como en todo el país-, fue otra de las tantas iniciativas públicas por mejoras salariales. El reclamo continuará por lo menos hasta que el gobierno nacional implemente la Ley de Financiamiento aprobada por el Congreso. Fernanda y Romina también continuarán dando clases todas las semanas.
Redactor El Eco de Tandil